Ella está enferma

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Pasaron un par meses y las mujeres no se habían visto, Emma veía a Emily dos o tres veces por semana, pero era Cora o Killian quienes se la entregaban o la recogían. La rubia sentía como si fueran una pareja divorciada, que Regina tenía la custodia de su hija y Emma tenía derecho a visitas.

-Emma, te estoy preguntando si quieres que nuestra boda sea en un salón campestre o uno cerrado- Chase la sacó de sus pensamientos.

-Como quieras está bien querido- Sonrió pero no llegó a sus ojos y el hombre resopló.

-Estás muy apática en los preparativos para un día que debe ser de los más felices de cualquier mujer- Dijo molesto.

-Sabes que no quería casarme todavía Robert, lo haré porque me acorralaste, y porque me siento en deuda contigo por traicionarte, así que no te hagas el sorprendido por mi falta de interés- Se masajeó las sienes.

-Bien, estoy seguro que cuando estemos casados, las cosas entre nosotros van a mejorar- Besó los labios de su prometida- espero que por lo menos quieras ver la casa en la que viviremos, ahora me voy, porque sé que vas a recoger a esa niña- Volvió a besarla y se fue dejándola molesta por su insistencia en los preparativos, pero sobre todo por la manera de referirse a Emi.

Cuando llegó a la casa de las Mills, su corazón atronaba en su pecho, siempre tenía la esperanza de ver a la morena, pero ella nunca estaba ahí.

-Adelante mi pequeña rubia, Zel está terminando de duchar a Emi, ha estado un poco floja últimamente- Saludó la matriarca besando la cara de Swan y se sentaron en la sala.

-Eso es extraño, Emi es una niña con mucha energía, también la he notado cansada- Frunció el ceño con preocupación.

-Sí, yo creo que le afectó ver tan triste a su madre- Suspiró y la rubia arqueó una ceja.

-¿Regina está bien?

-Ahora lo está, al menos todo lo bien que puede estar sabiendo que la mujer que ama se va a casar- Sonrió con un poco de tristeza- ¿Amas a ese hombre cariño?

-Yo, no lo hago- Dijo con honestidad y la mayor tomó su mano- Pero le tengo cariño, además me siento culpable, supongo que ya sabes que tuve una aventura con tu hija, o mejor dicho, algunos encuentros- Dijo sonrojándose.

-Sí, nos dimos cuenta, aunque Regina no quiso hablar de eso, ya sabes cómo es- la rubia asintió- Creí que sus sentimientos eran correspondidos, todos lo creímos, ahora veo que nos equivocamos- Dijo con pesar- Pero ella es adulta y sabe cuándo retirarse, me dolió verla sufriendo, pero lo está superando, ahora me preocupas más tú cariño, las razones por las que te vas a casar no son las correctas y lo sabes.

-Lo sé, pero es el siguiente paso en una relación, en cuanto a Regina, no te equivocaste, ella siempre va a ser el amor de mi vida, solo que, no creo que podamos construir nada, ella me traicionó en el pasado, yo la he lastimado en el presente, qué más quisiera que hacer borrón y cuenta nueva, pero hay demasiada agua bajo el puente.

-Te rendiste demasiado rápido mi pequeña rubia, pero no te juzgo, solo espero que seas feliz, y que las decisiones que estás tomando, te lleven a lograrlo- Dijo con honestidad y Swan sintió que se le humedecían los ojos.

-Emma- Saltó sobre la rubia la pequeña pelinegra- ¿A dónde iremos hoy?

-Iremos a pasar un rato en la piscina a casa de mis madres ¿Qué te parece?- Besó su frente y la niña estuvo felizmente de acuerdo.

NADA SE COMPARA CONTIGODonde viven las historias. Descúbrelo ahora