Como enamorar a tu esposo

En el que todo sería menos angustioso si algunas personas no fueran tan...

Y aquí estoy, solo para avisarles que vamos a cortar un poco con el humor y meternos con el drama para cerrar algunos cabos argumentales en el Xicheng y poder seguir riéndonos con nuestro querido Zhuiling, así que ahí va.

  Doble cáp como recompensa!!!

   Solo unos minutos habían pasado desde que Wei Wuxian se había alejado pero Jiang Cheng que había estado tratando de mantener la dignidad sentado en la recepción tomando té fue interrumpido por un agotado LanQiren, que le informo que su sobrino deseaba reunirse con él, pero por cuestiones de salud no podía abandonar el Hanshi. JiangCheng chasqueo la lengua pensando en la frecuencia con la que los Lan asociaban la reclusión involuntaria con cuestiones de salud, pero no se atrevió a descargar su malestar con el anciano; LanQiren parecía ya estar castigándose solo, y siendo un tío que había criado a su sobrino como lo más cercano a un hijo que sabía que tendría podía empatizar con su antiguo maestro. Así que le dio un saludo respetuoso y agradecido y se dirigió al hanshi, el cual parecía más frio y deprimente que la ultima ves que lo había visitado, hace poco más de medio año.

DE hecho esta era una sensación tan familiar a la última vez que irremediablemente lo hizo perderse en sus recuerdos.

Era cerca de un año y medio cuando JinLing luchaba por asumir completamente el trono de Lanling y los ancianos estaban más decididos que nunca.

A pesar del fuerte apoyo a Jin Ling por parte de las grandes sectas esos viejos habían anidado tranquilamente y habían olvidado cómo se sentía ser gobernados. Jiang Cheng estaba sumamente irritado con sus artimañas y cada día acariciaba su fiel Zidian reteniéndose de sacudir el avispero para que las abejas se dieran cuenta de que no estaban en la cima de la cadena. En estos momentos es cuando no entendía la necesidad de los grandes clanes de mantener tantos ancianos en el poder, al final del día ¿no era como criar al tigre para invitar la calamidad? A pesar de que su sobrino tenía algunos apoyos estables en el clan, algunos ancianos aun estaban confiados de poder mantener el máximo número de seguidores. Y después de los intentos de envenenamiento que JinLing supero con éxito macabro que le habían dado el titulo de YonduDihua Jiang Cheng ya estaba considerando que algunas personas deberían morir coincidente y fortuitamente cuando de repente recordó que habían dos personas que a pesar de no tener voto y su vinculo era lejano aun tenían peso en Lanling y lo más importante, apoyarían a JinLing.

La primera era QinYu, la hermana mayor de Qin Su, una excelente y respetada cultivadora que había recibido un reconocimiento como miembro honorario del clan. Ella era madura y feroz y no le interesaban las intrigas políticas, es más, las despreciaba como a un insecto molesto, era querida en Lanling por su neutralidad, su familiaridad con el Clan principal y por ser una inversora común de los Jin. Ella quería a Qin Su y Qin Su amaba lanling y quería que su sobrino asumiera correctamente el mando para no verse perjudicada y tener una vida monótona y feliz. Por su memoria Qin Su ajustaría algunas cuentas con los Jin.

La segunda era por supuesto el honorable Zewu Jun, quien por realizar algunos favores al clan Jin, por ser el hermano jurado del líder y una influencia de la que los ancianos Jin querían presumir había recibido el segundo puesto honorario. Lo más importante, si Lan Xichen se presentara allí y apoyara a Jin Ling los arrogantes verían que la alianza de Jin Ling con GusuLan a través del matrimonio que estaban despreciando era fuerte y no les convenía golpear a la serpiente mientras estaba tranquila. Además la secta Jin tenía mucha reputación que recuperar y no podían permitirse el desprecio de dos aliados bien reconocidos y tan meritorios.

El problema sería convencer a ambos de inmiscuirse con su presencia en los asuntos políticos del clan con el que seguramente no querían ya tener nada que ver. Podía manejar a Qin Su, pero el líder de secta Lan era harina de otro costal, no solo por su reclusión sino también por su falta de familiaridad. Después de horas de meditarlo Jiang Cheng hizo a un lado y tomo papel para hacer lo que más habría odiado hacer en todos sus años de existencia pero por Jin Ling no seguiría dudando: escribir una carta a Wei Wuxian solicitando un favor.