Donde hubo fuego cenizas quedan

Capítulo 9

Gumball abrió la puerta de su laboratorio y el vampiro ingresó antes de que el príncipe cerrara la puerta. Marshall sólo daba vueltas por los aires observando todo a su alrededor, había estado varias veces en ese lugar y como le aburría no se dedicaba a observarlo, pero como ahora estaba esperando el momento indicado para actuar miraba todo detenidamente. Cuando vio que Gumball estaba muy concentrado en su experimento se acercó a él, se posiciono a sus espaldas dejando su rostro a centímetros del oído de Gumball, sobre todo su boca, se hizo visible otra vez y dijo:

—Hola cariño.

—Ahhh — pegó un grito muy agudo, saltando en el asiento y girándose para mirar al dueño de esa voz —¿¡Marshall!? ¿Qué haces aquí? — Preguntó intentando calmarse del susto.

—Vine a visitarte o ¿ahora no puedo? — Dijo con voz coqueta.

—Sí, puedes visitarme, pero podrías avisar antes, sabes que odio que me asusten, por un momento pensé que eras la Reina Helada.

—La Reina Helada no tiene mi sensual voz, ¿cómo podrías confundirnos? Tampoco es tan hermosa — dijo con voz galante y una sonrisa seductora en el rostro.

—Sí, claro — contestó sarcástico ya más calmado.

—Bueno, y cambiando de tema, ¿qué haces cariño? — Preguntó posicionándose en la espalda del príncipe y abrazándolo por el cuello poniendo su rostro a un lado del de Gumball rosándolo.

—Trataba de terminar un experimento hasta que apareciste, cariño — dijo la última palabra con sarcasmo notando la extraña actitud del vampiro, pero dejándolo pasar por alto.

—Buh, que aburrido, ¿por qué no haces cosas más divertidas? — Preguntó sin soltar el abrazo.

—Cosas ¿cómo qué? — Preguntó con desconfianza alzando una ceja.

—Mmm... — dijo Marshall como pensando en algo.

—¿Mmm? — Indicó a Marshall que prosiguiera mientras lo miraba.

—No creo que sea para ti, es muy inapropiado para un príncipe — dijo haciéndose el interesante.

—¿Qué cosa? — Preguntó con curiosidad.

—Para qué decirte, no es para ti — dijo deshaciendo el abrazo y volando por el lugar sin alejarse mucho de Gumball.

—¿Y desde cuándo decides tú qué es para mi y qué no? — Dijo molesto remarcando el "tú" mientras se levantaba de su asiento y se dirigía hacia donde estaba el vampiro flotando.

—Bueno pero después no te arrepientas — dice acercándose peligrosamente al dulce y rosado príncipe.

—¿Arrepentirme de qué? — Preguntó mirando con extrañeza al vampiro quien cada vez estaba más y más cerca, y comenzó a retroceder hasta chocar con su escritorio, donde Marshall lo terminó de acorralar.

—De esto — dijo acercando su rostro al de Gumball, terminando por besar los dulces labios del príncipe quien inconscientemente cerró los ojos y correspondió el beso pasando sus brazos por el cuello de Marshall mientras éste lo abrazaba por la cintura. 

De un momento a otro Gumball fue consiente de lo que hacía y se separó bruscamente de Marshall empujandolo y limpiándose los labios con la manga de su camiseta. Marshall solo lo miraba sin expresión alguna y sin hacer ni decir nada, en realidad se esperaba esa reacción del rosado, pero lo que el vampiro no se esperaba en absoluto fue lo que el príncipe dijo después.

~Continuará~

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So sorry, no tenía intenciones de tardar tanto en subir este capítulo, pero como entré a la universidad ya me tienen llena de tareas, y quiero morir x.x

Siento que el capítulo es muy corto y en serio me disculpo con ustedes por tardar tanto, me esforzaré por tener pronto el próximo capítulo.

Quería dedicar este capítulo pero no sé como hacerlo desde el celular xd

PD: Gracias por los 4,93 k de leídos y los 186 favoritos, me hace muy feliz y me emociona mucho *llora de felicidad*

Besitos cereza *3* Niki