Capítulo 3

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Holi estoy de vuelta ;3 aquí el nuevo capítulo.

Paréntesis: (Comentarios de la autora) aunque evito hacer comentarios en mis historias.

Cursiva: Pensamientos de los personajes.

Negrita: Cuando habla Hambo, en este capítulo.

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—Es que esto es muy, muy, muy, muy, muy, muy, muy, muy importante para mí — responde Marshall.

—¡Wow! ¡Oralé! Entiendo pero— no termina de hablar cuando es interrumpido por el vampiro.

—Vámonos, ya tengo tu mochila — le coloca la mochila a Gumball, este suspira resignado.

—Seguro pero— nuevamente es interrumpido por el vampiro al tomarlo.

—¡Sujétate príncipe!

—¡Oralé! Wiiii~ — salen volando por la ventana mientras que la señora Pan de Canela se despide de ellos desde la ventana del castillo.

Ya de noche, en las cercanías del bosque, caminaban uno al lado del otro, al llegar donde había un muro de arbustos Marshall intenta atravesarlos tirtándose hacia ellos terminando en un intento fallido haciendo enojar al vampiro.

—Algo está mal ¡Ah! ¡Oye! Grrr — Marshall forcejea inútilmente con unas ramas que sobresalían del arbusto — Es como una pared de ladrillos — muerde una de las ramas con las que peleaba — hay que hacer estallar todo.

—Mmm... — Gumball analiza el arbusto — es un arbusto espinoso del sueño.

—¿Cómo lo matamos? — Pregunta dispuesto a destruir el arbusto que se interpone entre él y su objetivo.

—Tan sólo debes elegir el camino con la menor resistencia — le responde el príncipe.

—Okey ¿en dónde está el camino? — mirando en todas direcciones tratando de encontrar dicho camino.

—Está aquí — el príncipe se señala la cabeza — y también está aquí — apoya su mano en su pecho — ahora respira profundo y se paciente — Gumball se recuesta en el arbusto y este se vuelve rojo terminando por atravesarlo.

Marshall hace lo mismo que su compañero pero el arbusto se vuelve gris y falla, es eso aparece Gumball y le ofrece una taza de té para que se relaje y logre atravesar el arbusto espinoso del sueño.

—¡Hola amigo! ¿Problemas para relajarse? ¿Qué tal una taza de té de manzanilla? — le ofrece una taza de color rojo con el líquido mencionado en su interior. Marshall la recibe y absorve el rojo de la taza logrando relajarse, y así el arbusto se vuelve rojo y lo atraviesa al fin.

—Wow, esto es raro — menciona el vampiro al caer.

—Ni lo menciones, mi gugumamametro está reaccionando y mira mi reloj — le muestra su reloj a Marshall (maldito nombre del aparato).

—Es rosa — contesta después de mirar el reloj que llevaba el príncipe en su muñeca.

—Se mueve en reversa, hay una intensa actividad paranormal.

—Vamos príncipe, no tengo toda la noche — sigue avanzando mientras toma a Gumball del brazo y comienza a olfatear el lugar — jiiiiiii — reacciona al lugar.

—¿Qué son esas cosas?

—Tótems de piedra — aparece la cuervoneja de Majo — esa es la cuervoneja de Majo — a la cuervoneja se le cae una pluma que al llegar al suelo se desintegra.

—¿Pe-pero qué? — aparece Hambo de donde estaba la pluma.

Marshall Lee soy yo.

—¡Hambo!

Sí nene ¿por qué tardaste tanto? Creí que me habías abandonado.

—¿Tu oso de felpa? — dice Gumball.

—Lo siento amigo — dice Marshall mientras camina hacia Hambo.

—¡No! Espera Marshall — Gumball detiene al vampiro.

—¡¿Qué?! — mira al príncipe con su cara de monstruo.

—Marshy ¿qué edad tienes? Es sólo un truco ¿ves? ¡Reacciona!

Ayúdame tontito mmh... mmh...

—Suéltame — se quita la mano del príncipe que lo detenía.

—¡Nooooo! — se tira sobre Marshall y cuando lo hace se le cae su gugumamametro. (En serio odio el maldito nombre)

—¡Ay! Príncipe — se enoja.

Gumball se levanta y toma su gugumamametro para lanzárselo hacia Hambo, al gopearlo este desaparece y del suelo salen estacas de madera que podrían haber matado al vampiro.

—Lo mataste — dice el vampiro al ver que su peluche había desaparecido.

—No seas tonto, Hambo ni siquiera hablaba, se coherente Marshall Lee — dice el Dulce Príncipe comenzando a caminar.

—Ha estado con un brujo mucho tiempo, quizá por eso ahora puede hablar — se defiende.

—¿Por eso estamos aquí? ¿Para rescatar a tu oso de felpa? — dice mientras el vampiro se levanta del suelo.

—Sí, lamento no habertelo dicho pero no habrías querido venir.

—Amm... sí, el Príncipe de Trapo puede hacerte un nuevo Hambo en 3 segundos, o él podría ser tu nuevo Hambo, lo haría tan bien — mientras Gumball dice eso Marshall está a punto de llorar pero se guarda sus lágrimas — ese chico no tiene autoestima, hahahaha eso fue cruel, no le digas que te dije eso.

—Yo no quiero un nuevo Hambo, sólo existe un Hambo.

—Es un muñeco.

—¿Ves esto? — Levanta su puño en dirección al príncipe — Brrrrrruuu — empieza a mover su brazo en círculos frente el rostro de Gumball.

—¿Qué es eso? ¿Ahora vas a golpearme?

—Está a punto de aterrizar — lo señala — ¿qué harás príncipe? ¿Seguirás insultando a Hambo? — Gumball suspira.

—Lo siento Marshall, vamos por Hambo.

—Retirada — retira su puño.

—Hay que rastrear a esa cuervoneja.

—Claro — responde Marshall.

~Continuará~

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Bueno ese fue el capítulo de hoy, espero que les guste, este sí es largo, el próximo intentaré que sea igual o más largo que este. Nos leemos luego ^^

Besitos cereza *3* Niki

Donde hubo fuego cenizas quedanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora