Posdata: Te amo. #Extra

✉️ Primera Carta ✉️

𝙹 𝚄 𝙻 𝙸 𝙾 / 𝟶𝟷

Después de aquella noche donde me quedé dormida leyendo una y otra vez "La lista", había pasado un mes. Dijo que las cartas empezarían a llegar según el orden que tenía, pero no sabía por donde lo harían, si por correo, tengo que ir a un lado o él me daría señales.

Un mes sin volver a saber nada de él.

Un mes de sentir como la necesidad de estar otra vez en sus brazos, me mataba.

Me levanté de mi cama y fui a la cocina, tomé algo de lo que Teo me había traído cuando se dio cuenta que la única caja de leche que tenía estaba vacía.

Me senté en el sofá y los rayos anaranjados que empezaba a tener el día, reflejaban por la ventana dándome directo a la cara. Constantemente me hacía películas en mi cabeza como si Aidan estuviera aquí. Me hacían creer que todo era mentira y el dolor desaparecía por momentos.

Pero la cruda verdad era que no estaba él, se había ido y me di cuenta que soy incapaz de dejarlo ir. No me basta con solo tener a Teo y a la manada. Nunca es suficiente si se trata de él.

Terminé de desayunar y ordené la habitación. El día estaba destinado a ser como los demás, vacío y estado yo sola.

Pero hubo algo que cambio todo.

El timbre de la puerta sonó, me quedé un minuto inmovilizada, no podría ser alguien de la manada o Teo, ellos respetaban el acuerdo en el que quedamos.

Pero después de ese minuto volvió a soñar el timbre con tres golpes seguidos en la puerta. Bajé silenciosamente las escaleras y miré por el orificio, se trataba de Leo.

Mi cabeza se recargó en el marco pensando si debía abrirle o hacerle pensar que no había nadie (que era algo estúpido por el hecho de que no tenía ni fuerzas para salir) y segundos después volvió a tocar acompañado de un susurro.

-____... Se que estás del otro lado escuchándome... Solo abre la puerta por favor.

Suspiré entrecortado y giré la manija lentamente hasta que se entreabrió la puerta. Sus manos se encontraban en las bolsas de su sudadera esperando a que lo dejara pasar.

-Dijiste que respetarías el acuerdo... - Hablé en voz baja cuando lo vi pasar.

-Lo sé, pero vengo por una promesa que le hice a alguien quien no está dentro del acuerdo - Me tomó de la mano y me guió hasta la sala de estar, nos sentamos y se quedó callado por unos segundos.

-¿Qué sucede?

-Eres demasiado fuerte, tan fuerte que podrás llegar hasta la última carta y ser como la chica que eras antes. - me tomó de mi cara y me dio un beso en mi frente quedándose unos instantes ahí.

Cuando asentí, se separó y de su sudadera sacó un sobre pequeño, lo puso en mis manos y se alejó hasta que salió de la casa.

Lo miré detenidamente en mi manos. La primera carta estaba enfrente de mi. Lo que tanto deseé por fin había llegado. Por fin me sentí querida de nuevo.

Lo abrí con delicadeza, cuando abrí la hoja doblada en tres partes me di cuenta que comenzaba con lo mismo de la anterior...

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Julio 01

Querida Lauder:

Se que este mes fue una tortura por no tener algo más que una lista. Pero déjame decirte que estoy orgulloso de ti, por siempre seguir adelante siendo tan fuerte como el día en el que te conocí.

Como te habrás dado cuenta, dejé todo arreglado por si fallaba, sabía que nadie sería capaz para devolverte tu sonrisa (al menos no ahorita) y es por eso que deberás obedecer todas las instrucciones que te de.

Créeme que lo único que quiero es que vuelvas a ser feliz, sea con quien sea. Mi amor por ti no cambiaria ni por el paso de los años, siempre te esperaré...

Deber número 1:

•Remodela la casa: Cambia de lugar los sofás, Desordena la cocina y crea un nuevo orden en los platos y vasos, cambia la habitación por algo que siempre quisiste hacer. Haz que el departamento ya no sea un baúl de recuerdos donde solo te lastimas.

Eso es lo que harás en este mes. Tomate tu tiempo, tienes treinta días exactos para llevarlo acabo.

No olvides que me hiciste el hombre más afortunado de cualquier existencia. Con amor tu mejor amigo y esposo.

Posdata: Te amo, Bonita...
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Al terminarla de leer la pegué contra mi pecho y me recosté en el sofá. Las lagrimas resbalaron por mis mejillas y su voz vagaba por mi mente, parecía que él me la leía mientras me recostaba sobre su pecho y dejaba besos por toda mi cabeza.

Después de quince minutos, me puse de pie y subí a la habitación para guardar la carta en el cajon del escritorio, donde no había otra cosa más que la nota que había encontrado, la lista y la carta número uno.

Este día se marcó algo en mi ser, podría estar con el vacío por no tener otra carta que me haría sentir cada vez más cerca de él. Pero el hecho de reanimarme por su ausencia, lo recompensa todo.

El único problema que sigo teniendo es cuando será el día en el que lo vuelva a ver...

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De verdad que deben confiar en mi, si les digo que deben llegar al final de esta mini historia. No tuve un buen inicio con ustedes JAJAJ pero que esta vez si lo vale

La patrona.

¡NO SEAS QLO Y VOTA JAJAJ! ME AYUDARÍAS MUCHÍSIMO:(