Posdata: Te amo. #Extra

☀️ Vacaciones ☀️

[Una semana después]

Odio decir esto pero...

Leo tenía razón la noche donde me previno de hacer mi maleta antes de que esta madrugada llegara. Claramente no quería escucharlo reprochar una y otra vez por estar cortos de tiempo por mi culpa, así que tuve que levantarme dos horas antes de lo que quedamos para que no se diera cuenta de mi fatal descuido.

No nos quedaríamos varios días, así que solo tomé dos cambios de cada cosa, pero siendo la persona más indecisa de este jodido mundo, no sabía que cosas escoger, aún tratándose de dos simples prendas.

El tiempo se acabó y mientras la puerta sonaba desesperadamente, iba cerrando mi mochila al bajar las escaleras para ir a abrir. Hice una coleta alta con varios mechones sueltos hasta que dejó de hacer ruido cuando me vio de frente.

-Tuve que hacerlo sino no te despertarías - bostezó cubriendo su boca.

-Estoy despierta desde hace horas, debiste pensarlo - Lo empujé para darme paso y cerrar la puerta.

-¿A que se debe esa sorpresa? - me quitó la mochila de mis hombros - Olvídalo, ya lo sé.

-No, no lo sabes.

-No me hiciste caso y acabas de hacer tu maleta en esas dos horas - alzó sus cejas a la espera de mi contradicción.

-Mi maleta la tenía desde esa misma noche en la que me dijiste, es solo... ¡Emoción! Si, eso es... - titubeé.

-¿Tremenda cara adormilada que tienes y a eso le llamas emoción? Te creería si estuviera como tú, pero yo vengo de hacer ejercicio - eché una carcajada interrumpiéndolo - No me crees porque tú no lo hiciste, pero fui a correr y unos cuantos abdominales.

-Claro ¿Desde cuando haces ejercicio de madrugada? ¡Jamás! En tu vida lo haces.

-Solo lo hago cuando no puedo dormir - se encogió de hombros metiéndonos ambos a la camioneta de su padre quien se la pidió prestada para que todos pudiéramos ir más cómodos.

Al pasar por cada uno, se iban quedando dormidos en la parte trasera de la camioneta, yo también quería hacerlo, mis párpados pesaban y ardían mis ojos. Pero no quería dejar solo a Leo, por alguna razón pensaba que él también se dormiría y ocurriría algo, pero ninguna plática podría durar más de cinco minutos porque inexplicablemente se creaba un silencio sin más que decir.

-Creo que lo mejor es que tú duermas un poco y cuando lleguemos a una gasolinera, los despertaré.

-No tengo sueño... Iré viendo el camino mejor, quizá pueda ver el amanecer. - suspiré viendo como asentía bajando una mano del volante para solo estar manejando con una.

Mis nervios incrementaron pero una parte pequeña de mi, confiaba en que Leo no podría ser de esas personas con sueños pesados.

A no ser...

No pasó ni media hora, cuando ver el camino con el silencio tranquilo que había, me arrulló e hizo que me quedara dormida con mi cabeza recargada en la ventanilla.

No supe cuánta distancia habíamos recorrido, solo sentí el sol chocar con mi cara, dándome cuenta que me había perdido el amanecer y que era la única que seguía durmiendo.