Prefacio: El Ángel

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- ¡Disculpe señora! - Tras varios minutos de paciencia declara la Fiscal Szegedi.
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Las aguas del lago golpean fuerte en la parte más baja, pero se escucha cuando un algo cae a presión levantando un zapullon. Una muchacha vestida de falda plisada, solitaria y sorprendentemente quieta observa hacia abajo con sus húmedos ojos, de pronto respira hondo y observa hacia el horizonte un bosque desde la orilla. Un boscoso sector que está algo abandonado... ella sigue corriendo pero de pronto llega de nuevo al punto donde todo está muy oscuro.

Hermosas aguas verdosas, sin revelar la profundidad.  El cielo se torna gris oscuro, mientras las canoas de excursiones, viajan de regreso al pueblo.  

Una muchacha vestida de falda plisada, sorprendentemente quieta en el filo del barranco sobre la montaña. 

Las aguas del lago, golpea en la parte más baja. Solitaria, de ojos húmedos, mira el horizonte. Hermosas aguas verdosas, sin revelar la profundidad.  El cielo se torna gris oscuro, mientras las canoas de excursiones, viajan de regreso al pueblo.  
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En el verano habiamos quedado con Roxanne que llegaríamos a mantener una estancia en Rosewood, pero no esperaba que ella me golpeara contra la pared. Roxanne muy asustada decide gritar mi nombre: - ¡Luuuckas!! - llevándose la mano a la cabeza, levantando un poco su larga falda blanca y corriendo hacia el pasillo para tomar las escaleras de la casa.

Luckas Palacios fue conducido hacia el hospital pocos minutos después cuando Margorith lo encontró tirado en el suelo de la sala, con un poco de sangre alrededor. 

Mi madre tenía todo preparado para su estancia. Ella Me agrada mucho pero solo como parte de una sencilla amistad, aunque si existió cierto interés, era ella, Roxanne, quien había desperdiciado el tiempo con Fra

hasta que descubrí que mantenía una relación más formal con el veterinario Ronald Tucson

Había una vez que no podía retrocer hacia el pasado. Los senderos de Rosewood, estaban oscuros. Octavio, de pies detrás de los árboles abrocha su cinturón. La pared está muy lejos de allí, donde se escuchaba los sonidos de golpes no tan fuertes pero golpes que eran desgarradores.

Octavio, abrocha el cinturón, mientras se encuentra de pies frente al espejo que reposa en la pared. Se coloca el traje oscuro y la corbata. En el fondo, exactamente en la sala, se escucha un grito y llantos de los familiares.

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No había nada que recuperara ese dolor de doña Carmelia Palacios. Su hijo habia sido encontrado flotando en la riviera del río Bayano.

La detective Shearith Mendoza, su asistente Erika Vianí y la fiscal Camila Szegedi, se acerca a la madre del joven. Piden a los demás alrededor del lugar en abandonarlos. Dejarlos solos. Sólo quedan algunos policías y un pisocólogo criminal. Se acerca a la mujer y tratan de levantarla.

Roxana, de cabellera plateada, brillante y larga, viste de un hermoso traje de escote que le llega hasta la mitad del tobillo.

Manifiesta una mirada distraída en algo que nadie mira y en sus pensamientos nadie entiende.

Pasaron dos días cuando nadie supo algo más acerca de Roxana.

Shearith desayunaba en la fonda Mágica, que se encuentra cerca al edificio donde se hospeda. Sólo se sienta y escucha alguien muy extraño, levantar hacia el otro lado.

Según afirman los vecinos, la explosión fue mucho más fuerte para ser solo un sencillo siniestro por gas.

Para entonces, Camila Szegedi analiza algunas pesquisas y pide a Vianí que pueda acompañarle a visitar a la familia Palacios.

La Chica: El Principio del Ensueño (EN REVISIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora