Capítulo 5: Terrorífica experiencia

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Me vienen recuerdos de Susana, la que le decíamos Susy. Todo es muy pastel, cuando ella aparece.  Destaca su gran boca y labios delgados. Sonrío, porque recuerdo su olor corporal, cuando me acuerdo de ella, mientras la sangre drena profundamente de la herida. Tenía entonces unos... ¿14 años? Dormía como un bebé a alta horas de la noche, cuando yo abría los ojos, tan solo para verla. 

***

Virginia, regresa a la sala de espera, con parte de su maquillaje destrozado. Recuerda cuando su hermana le maquilla, pero ella detesta ser así. Sus pensamientos se tornan oscuro, cuando recuerda a su padre. 

Hace 16 años, su padre, era un hombre de campo, que cosechaba la hortaliza.  René, lleva un poco de verduras en su batea, se dirige al grillo de dos ruedas grandes y observa a Yamira. Ella, muy tranquila se le acerca para darle un majar en su boca. René deja la batea en la cabina de la maquinaria y se besa con ella.  Se lanza hacia el suelo, donde ella sonriente se encarama sobre él.  El lleva sus manos a sus glúteos, debajo de su faldón.  Los talingos negros, vuelan sobre el cielo y las ballenas llegan al pacífico para la temporada y dar a luz a sus hijos. El espantapájaros escucha y mira la acción corporal de los dos jóvenes. René de 23 años y Yamira de 17.

Las lágrimas recorren en el espejo frente a Virginia, minutos antes.  Cuando se encuentra preparando un arroz cocido para la cena. Su madre llega con un faldón muy semejante. René discute con ella, dentro de la casa y lanza un golpe hacia la mujer.  Virginia grita desesperada, como toda niña de 10 años debía hacerlo. Su hermanita sale a ver desde la recamara, René le pega, diciendo que no es su hija, que está cansado de las puterías de su mujer. Virginia, promete no ser igual, y se mete a la recamara junto a su hermana. 

El hermano de René se acomoda el cinturón, del pantalón, tras violar a Virginia, quien tiembla, desesperada bajo la sábana. No puede respirar mucho, tiene un ataque de pánico muy grande, y su hermanita llega del mercado con las menestras que su tío pidió. 

Virginia se sienta ante el médico y explica todo con detalles. La auxiliar se compadece de ella.  El médico evalúa la presión sanguínea y otros detalles.  A los minutos, es llevada al ginecólogo, en la camilla, por una enfermera muy joven. Se duerme por la medicina y analizan a la chica. 

***


Susana llega a Buenos Aires, al lado de padre, quien se reúne con Gaiman.  Viste un azul hermoso, con lazo blanco y líneas rosas, que intento decorar en su vestido. Su hermana mayor, Roxana, le había diseñado el traje cinco días antes. 

Miguel llega a Buenos Aires, junto a su hija, la periodista Anna Stephany Rodríguez Gómez, quien bosteza, una vez, baja del avión.  Allí se presenta Anastasia Ortiz, Diplomática salvadoreña con una cartera dentro del gobierno de Argentina. 

Susana observa a Anna. Siente intimidación, cuando la mira demasiado. 

***

Ya siendo la noche, el joven cuerpo femenino, vestido con su traje delgado, se encuentra flotando en el agua, observada por un jaguar, quien siente extrañas sensaciones y da unos cuantos pasos hacia atrás, con mucha lentitud, pero sólo dura unos cuantos metros, cuando es devorado por algo extraño.  La sangre del jaguar llega a las aguas del lago, la sombra se aleja y la piel del felino se llega a tocar con los dedos de la joven. que flota bocabajo. De pronto la piel del jaguar desaparece.  A los minutos, algunos rescatistas, se encuentran con el cuerpo flotante de un delfín muerto.

— ¿Puedes ver esto detective? — declara. 

Shearith observa que Erika, desea vomitar. Se ríe. 

— ¿Te causa risa?

— Es un cuerpo desgarrado de un felino. 

— Es un Panthera onca, por su piel, el mayor félido de América. ¿Que lo podría haber matada y.?. desgarrado?

***


En el umbral del riachuelo, Erika camina con un poco de temor en caer al agua, cuando Shearith observando que mantenía en todo momento, su equipo salvavidas. Golpea su espalda, con una palmada y ella cae de manos, sintiendo temor al ver el rostro empezando a descomponerse de la joven. 

Shearith camina lentamente, sobre el cuerpo de la niña, todos se acercan. La policía empieza a acordornar. Britany toma fotografía, luego le presta la cámara a su colega, quien perdió el equipo en la Sumersión.  El forense toma las fotos respectivas, los autos del Ministerio Público, conocido como gallinazo (*1), llegan a examinar esperar la orden. La joven no es la única muerta en la escena. Allí mismo se encontraron los cuerpos de los otros dos rescatistas que desparecieron pocas horas antes. El tercero sigue desaparecido. 

La oscuridad se torna extraña, cuando los cuerpos son puestos dentro de los autos, y los forenses intentan despojarse de la ropa especial.  Se siente como que el lago tuviera vida propia, todos empiezan a salir de ella, pero un periodista es atrapado y sumergido.  Desde los bosques se escuchan rugidos extraños, que, para Vianí, parece de terror. Los vientos no se hacen notar en la piel de todos, pero todos observan moverse al lago y a los árboles. Los Indígenas guías, llaman a todos, hacia los autos del Ministerio Público. No existe otro resguardo, cuando de pronto toda cosa inexplicable se detiene. 

Shearith intenta mirar hacia el lago, y escuchan el sonido de un pequeño cetáceo. El mismo se zambulle con alegría, sale del agua, haciendo ruido, pero no existe ningún adulto a su lado. Los indígenas salen huyendo y otros cetáceos salen del mismo sector, todos viajan hacia la estrecha desembocadura. Shearith, Erika, y los demás observan que se alejan y aparecen más cetáceos, que viajan hacia ellos, tomándolos de guías. Una vez desaparecen, el cielo se aclara un tanto. 

Uno de los indígenas que corre por los senderos, cae al agua del riachuelo y observa su cuerpo flotando, pero de pronto con el delfín muerto, todo pude haber cambiado.  Necesitaba recaudar más víctimas y lo seguirá haciendo. 

Se pasman, cuando la misma chica que encontraron en el lago, aparece con la piel blanca ante ellos, sangre en sus pies y ojos lleno de odio. 

Se escucha el grito atormentador de uno de los indígenas. Los detectives y los periodistas se asombran de los cuerpos de los indígenas, destrozados, con las pieles desgarradas. 

— ¡Esto no terminará aquí! — Expresa Shearith. 

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Notas:

(*1). Gallinazos: Son autos del Ministerio público que consisten en modelos pick up medianos, 4x2, para la transportación de cuerpos muertos de personas que se encuentran en un lugar del crimen.

La Chica: El Principio del Ensueño (EN REVISIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora