Toda mi vida me han dicho que estaba destinada a la grandeza, qué gobernaría una nación, pero lo que nunca me dijeron era la carga que con lleva serlo.
Me enseñaron cómo debe comportarse la heredera al trono, sin embargó me encuentro en una encruci...
+21 ADVERTENCIA: contiene escena sexuales, consumo de sustancias, que pueden ser fuertes para algunas lectoras.
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Esta semana era las celebraciones por el cumpleaños de mi papá, me había enviado la invitación, los extrañaba, tendré que ir.
—¿Cómo ves este vestido?
Jacob puso los ojos en blanco.
—He pedido el día para estar contigo y me abandonas. ¿No puedes faltar? Es solo la misa.
Me sentí mal al instante, vine a su departamento porque no se sentía muy bien, aparte esta mas cerca de la ciudad.
—Es que es su cumpleaños. —no entiendo cómo sigues pensando en ellos, no se han preocupado por hacer las paces contigo en estas semanas. —Si lo han hecho, pero no he querido. A parte no vas por qué no quieres, me han dicho que te quieren conocer. —Se que tus papás me juzgaran y todas las personas ahí, dirán que solo estoy por conveniencia contigo. —Eso no es verdad, verán que me amas y yo te amo. —Conozco ese tipo de personas, pequeña. Es mejor que vayas tú sola, invite a mis amigos a venir. —¿Que amigos? —Los que conoces.
Puse los ojos en blanco.
—No seas celosa. Eres la única para mi —me dio un besó en la cabeza —solo juego contigo. —Lo mismo té digo de Nate y aún así te pones celoso. —No es lo mismo. —¿Y que de Spencer, Ivy y los demás? —No me agradan por que son aburridos. —No es verdad —Aparte se me hacen que siempre se aprovechan de ti, solo por ser quien eres. —Nunca lo sentí así. —Tal ve por tu los ves de una manera, pero yo no. Los he observado hasta tu prima Karina es tan simple te envidia, por qué tú eres todo lo contrario a ella y ni me hagas hablar de tu hermana. —¿Lo crees? —100% pequeña. —Tal vez tengas razón. —Por eso no me gusta que te juntes con ellos. —Gracias. Siempre cuidándome. —Te serviré un poco de jugo antes que te vayas.
Salió de la habitación, me puse el vestido hasta un poco abajo de las rodillas, Jacob entró a los 5 minutos cuando intentaba maquillarme.
—Toma, pequeña.
Me dio el vaso de jugo, que tome rápido porque si no se me haría tarde.
—Sabe raro. —Era una mimosa. —Aún así sabe raro. —No soy muy bueno preparando mimosas, perdón. —No importa.
Se sentó en el borde su sofá, me miraba mientras me arreglaba, empecé a sentirme un poco mejor, mis nervios habían desaparecido.
