Capitulo 4

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Hoy era el recital de ballet de Nadine, me puse un vestido de seda largo con una pequeña abertura en la pierna, rogaba con que mi padre no me dijera nada.

— Eso no es pequeña abertura, Marie.
— Ve a cambiarte.

Miré a mi madre que no dijo nada esperando que me apoye, pero cuando alguno de los dos decía algo, el otro no decía nada, era ese su acuerdo.

— Tal vez mi mamá pueda prestarme uno.
— ¿Me estás diciendo vieja?
— No, es solo que he visto fotos de mi mamá hace años y esta abertura no es nada.
— Phoebe Marie, la vestimenta de tu mamá no está en la conversación.
— Así es aparte eran otros tiempos.
— ¡A eso me refiero! Han pasado más de 28 años.
— Bien, no discutiré contigo. Vamos que es tarde.

A tiempo llegaba Carter con su perfecto traje planchado y a la medida, Carter era muy vanidoso para ser hombre.
Mi hermano Carter tenía un leve parecido a papá, cabello negro como nosotros, ojos cafes como mamá, su cabello qué se le ondulaba cuando lo dejaba suficientemente largo como a mi papá, su barbilla perfilada como un Dios griego, era guapo.

— ¡Vamos!

Me subí al auto con mi pequeño hermano.

— Siempre te sales con la tuya con papá.
— No es verdad. Ahora dime guapo ¿Irás a la fiesta de hoy?
— Tal vez.
— ¿Tal vez? Incluso Nadine irá un rato.
— Está bien, iré.

Le sonreí satisfecha.

— ¿cómo pretendes deshacerte de papás?
— Como siempre.

Sonrió divertido. Llegamos al teatro, como siempre habían fotógrafos queriendo obtener la mejor toma de nosotros.

Pose junto a mi hermano, a veces lo hacía creer que él me protegía a mi por el simple hecho de ser más alto que yo, mis padres ya estaban a dentro.

— Sus altezas reales — la primera ministro se nos acercó a saludarnos con una reverencia.
— Ferdia, un gusto saludarte.
— Lo mismo digo real alteza ¿Cómo se la ha pasado en su cumpleaños?
— Esplendido, muchas gracias por preguntar.

Es como si mi sexto sentido me dijera que alguien me observaba, recorrí con la mirada, pero no había nada más que los chismosos que debes en cuando le gustaba mirarnos sin disimular.

A tiempo anunciaron que deberíamos tomar asiento, que la función empezaría.

— Si nos disculpas.
— Claro, que disfruten la función.

Mi hermano y yo nos fuimos directo al palco real, mis padres ya estaban adentró.

— ¿Dónde estaban?
— Fersia se acercó a saludarnos — les expliqué.
— Bien.

No pasó ni 5 minutos y la función empezó.

Nadine lo hizo bien, era obsesiva con la perfección como yo, es algo que tenemos en común. Ella tenía el ballet, la pintura, yo la música y montar a caballo y Carter los videojuegos y la robótica, mi mamá le había puesto empeño a que aprendamos de todo un poco, siempre decía que nunca estaba de más.

Sabíamos de todo, aunque nos concentramos en algunas cosas en concreto.

"— Si yo no pude por dinero en mi adolescencia, ustedes no tienen opción más si son hijos del rey."

Le doy gracias que no se haya dado por vencida con nosotros, nos inculcó varias cosas que se han ido perdiendo con los años, como este tipo de actividades, los jóvenes y adolescentes solo les importa la tecnología, tal vez estaba bien, pero nunca deberíamos de olvidar estos ocios.

The Throne || Secuela de la saga Real Love. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora