Toda mi vida me han dicho que estaba destinada a la grandeza, qué gobernaría una nación, pero lo que nunca me dijeron era la carga que con lleva serlo.
Me enseñaron cómo debe comportarse la heredera al trono, sin embargó me encuentro en una encruci...
Abrí los ojos, mi garganta dolía, mi estómago dolía, en realidad todo mi cuerpo dolía.
Sentía que me había pasado una locomotora encima.
A las primeras personas que vi fue a mis padres.
Se veían preocupados, felices, pero sobretodo cansados.
Cerré los ojos con fuerza de nuevo, yo había causado eso.
— Hola cariño. — la voz de mamá se escucha un poco ronca. — Bienvenida de vuelta — su voz se le quebró.
Abrí de nuevo los ojos, no quería que llorara. No por mi.
— ¿cómo te sientes cariño? —preguntó papá.
Quise hablar, pero dolía al intentar hacerlo, volví a cerrar los ojos para agarrar fuerzas.
— Bi bien — dije al fin.
Me sorprendí al escuchar mi voz, esa no era mi voz.
Ellos sonrieron.
— ¡Qué Bueno! — dijo aliviado — No pueden darte mucho para el dolor.
Sabía por qué.
Miré la espaciosa habitación llena de arreglos florales, podía sentir el leve olor a flores y hospital, mi mirada volvió a recaer en la de ellos.
— Lo... s... — Shh... es mejor que no te esfuerces mucho — mi mamá acaricio mi cabello como solía hacerlo cuando era niña, eso provocó un nudo en mis garganta.
Ya no era esa niña.
Las lágrimas salieron inconscientes de mis ojos.
— ¡Oh cariño! — mi madre empezó a llorar y me abrazó, nunca había visto llorar a mi papá hasta ahora y no me agradaba para nada, lloraba por mi culpa.
Los dos me abrazaron, no lo merecía. No merecía su compasión, no después de como me porté con ellos.
— Todo esta bien, Phoebe. — Me consolaron.
No estaba segura de eso.
— Te amamos sin importar nada. — papá me miró a los ojos.
No los merecía. Eso era un hecho.
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Pase 4 semanas en coma, me lavaron el estómago de emergencia, mi papá había llegado a tiempo para hacerme vomitar, eso fue lo que ayudó a que no estuviera más jodida.
Pase 2 semanas en el hospital para que todo estuviera en orden.
Convulsiones Tuve un infarto. Mis riñones y corazón habían sufrido las consecuencias de estos meses de consumir pastillas, fumar marihuana y tabaco, y beber alcohol.
El no poder tocar el piano o algún otro instrumento Estar agresiva y en depresión El no poder concentrarme
Todo era culpa de las pastillas y mías claro por consumirlas.
