Toda mi vida me han dicho que estaba destinada a la grandeza, qué gobernaría una nación, pero lo que nunca me dijeron era la carga que con lleva serlo.
Me enseñaron cómo debe comportarse la heredera al trono, sin embargó me encuentro en una encruci...
Despedí a mis hermanos, le encargué a Nadine que le diera el regalo a Nate de mi parte.
— Lamentamos no quedarnos para el discurso. — lamentó Carter. — Está bien, Chuck. — lo animé acariciando su hombro.
Nadine se mordía el labio, tratando de disimular.
— Solo déjalo salir, Nadine. — Te odio. —Me jalo hacia ella para abrazarme. — Yo igual te voy a extrañar, nene. — La abracé. — Por lo menos agradezco que no me dejaste el trono. — Pensé que lo querías. — ¡Ja! ¿No quien querría eso? Tú naciste para eso, no yo. — No mientas, tú naciste más para eso. — No, solo asumi una responsabilidad por un tiempo porque que de lo contrario nuestros padres explotarían, agradezco que hayas visto la luz al final del túnel. — Literalmente.
Ella al darse cuenta de lo que dijo puso cara de susto, empezamos a reír.
— Es verdad, literalmente. — Bien hermana mayor, como no te voy a ver en un largo tiempo, creo que te mereces saber el nombre de quién ya sabes. — ¿En serio? — ¿De que hablan? ¿Por qué cuando quieren me dejan fuera de la conversación? — Es que aún estás muy bebé para saber, Chuck. — No es justo. — Sus reales altezas. Es tiempo para abordar. — Vamos, si queremos llegar a tiempo. — comentó Chuck. — P cuídate ¿si? Y nos veremos en unos meses. Te amo y no te enamores de los Leones. — Te amo, cuídense. — Te veo adentro. — Se subió al avión. — Te aseguras de dársela después que se case por favor. — le entregue a Nadine, la carta.
Me miró confusa.
— Hazme ese favor. — Está bien. — Gracias. Y ¿bien?
Rodó los ojos, sabía lo que quería escuchar.
— Es Edward. — me dio un besó y se metió rápido en el avión.
Me dijo el nombre como si yo lo conociera.
— ¡Oye! ¿Qué apellido? — le grité.
Volvió a sacar la cabeza.
— Te toca averiguarlo. — me sonrió coqueta. — Todos lo conocen. — me dijo adiós con la mano y volvió a meterse. — Su real alteza necesitamos alejarnos. — sugirió el guardia de seguridad. — ¡Espera! ¿Quién es? — le Grité a Nadine, no volvió a salir. — Real alteza por favor. — Bien, bien.
Nos alejamos de la pista de aterrizaje, le dije adiós a mis hermanos con la mano.
"El actor Edward Jerkins acaba de acabar las grabaciones de su nueva película, en la ciudad después de casi 6 meses de estar aquí. Regresará a Los Ángeles a grabar otra película..."
Deje de escuchar un momento la radio.
Edward...
Edward...
¿Por qué solo me diría Edward?
Y lo entendí...
Hija de su...
— Edward Jerkins — exclamé sorprendida, lo que hizo que todos me miraran confusos.
¿Con un actor? ¿Nadine con un actor de Hollywood?
Muero.
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