Siete Días con la muerte [FINALIZADA]

Tercer día parte uno: Héroe.

"En esta prueba cuando fracasas, tu cuerpo se convierte en nada y tu alma ronda por la eternidad en un limbo donde los vivos y los muertos comparten un entorno. Los vivos y los muertos no pueden interactuar entre ellos y el espíritu de aquellos que una vez estuvieron con vida poco a poco desaparece y viven por la eternidad en los recuerdos"

Abrir los ojos en la mañana; dando comienzo a un nuevo día, es el primer paso en la oportunidad de ser mejor que ayer. Las marcas de un día anterior se borran con espíritu, los golpes de la vida con el tiempo, y la persistencia cambia la vida... Y la muerte.

Con la cara lastimada, Kristal despierta muy temprano. No recuerda haberse dormido, y aún estaba con su ropa normal.

—Despertaste, —Dijo Thana —fue difícil, pero finalmente te desmayaste, y Jennifer se fue.

—Te espere, yo supuse que me protegías... —Dijo —No estabas en ningún lado.

—No podía; lo lamento, pero debes comprender...

Kristal levantó su mano ante poniéndola entre ella y su "protectora", hizo una seña para que saliera del cuarto... Quería estar sola, la última "persona" a quien entregó su confianza había quebrado su poco espíritu.

«¿Por qué? ¿Acaso soy un juego? ¿Acaso ya no tengo valor?... ¿O propósito?» Kristal estaba tan inmersa en sus pensamientos y debido a esto no se percató de que una hora había transcurrido, sin nada más para mirar, ella observó el blanco techo. Esa chica... Apareció un día, le dijo que le ayudaría a superarse, pero huyó. «Todos siempre me abandonan, los que no lo hacen pronto lo harán, y los que entran en mi vida construyen el muro de la esperanza para luego quebrarlo ante mis ojos... La mejor compañía para mí no soy yo misma, incluso yo quisiera alejarme de mí.»

La alarma la trajo de nuevo a la tierra haciéndola salir de sus pensamientos.

Hoy no quería cumplir con una tarea, hoy era un día para no hacer nada más que ir a clases, ya iban dos ausencias injustificadas, daba igual, de todas formas.

Salió a darse un baño, se preparó para la escuela y salió; sola, como siempre lo ha estado, como siempre se ha sentido.

Todo el camino pensó en el dolor por el cual pasaban los últimos rastros de sus emociones. Le dolía el corazón porque más que una protectora se estaba volviendo una amiga en su vida que la comprendía y parecía querer estar con ella. Todos los que caminaban alrededor de ella desaparecen mientras ella se comunicaba con su yo interior.

La escuela, ya no le importaba donde estaba, de todas formas, Kristal ya estaba muerta, no quería nada. Nadie preguntó por su ausencia, ni siquiera los profesores, solo le dijeron "adelántate" y comenzaron a dictar sus clases. Kristal no ponía atención, no dejaba de pensar en Thana, no se la podía sacar de la cabeza.

"Kristal" "Kristal".

—Señorita Kristal.

La profesora tenía su vista en la despistada chica que no sabía por qué la llamaban «¿Qué preguntó?». Sin decir nada la chica solo bajó su cabeza y espero un regaño. No por miedo o preocupación, simplemente respeto a sus mayores.

—A la próxima—siguió la maestra—, preste atención.

La clase entera se rio, pero ya no eran oídos por Kristal, quien inmediatamente se sumió en su mundo de nuevo, un mundo donde los segundos pasaban lento y se pierden hablando con ella misma.

Hasta el receso Kristal no pudo enfocarse en nada de la clase, hasta ver a Rita, la cual hizo que tuviera la necesidad de saludarla. Kristal recordó lo que pasó en su prueba previa. Sabía lo que debía hacer, ser una amiga.