Dios creó desde el principio una ley en la que si dos o más personas se veían revueltas en un conflicto donde una debía morir, pero no están dispuestas a ceder esta sería la única solución... Matar o morir.
El día comenzó con naturalidad, Kristal se preparó mentalmente para lo peor, y para lo mejor. no pudo preguntar sobre la prueba ya que Thana no tenía ni idea, era la primera vez que pasaba eso. Según los ángeles estaban sin comprender y no sabían qué decir o hacer. La muerte tomó la decisión final poniendo orden a todo.
Los ángeles tenían una misión más, servir de espectadores, el plan de la muerte era seguir la tan famosa conocida en el reino de la muerte "La ley de Dios".
Faltan treinta minutos para el mediodía del octavo día. Kristal finalmente vería a la otra persona en superar la prueba, y debería matarla para vivir de nuevo. Esa sensación fue horrible, matar una persona no fue agradable.
Thana la apoyaba mientras pasaban los minutos, no podía decirle quien era la persona.
Kristal estaba nerviosa de lo que pasaría, la muerte los estaría viendo.
Llegó la hora y ambas fueron convocadas al limbo parecía un callejón muy gris y triste y enfrente estaban dos personas, Kristal se quedó enmudecida al ver a Rita, su ex-mejor amiga acompañada de un ángel apuesto, alto, muy serio y con mirada más fría que el hielo.
Los ángeles intercambiaron miradas y ambos por orden de la muerte se esfumaron de la escena, no sin antes desear buena suerte a sus protegidas, quienes serían puestas a prueba.
Kristal tenía que matar a Rita para avanzar, pero no quería, recordó los buenos momentos que pasó a su lado y el hecho de que ella fue su primera amiga en los peores momentos.
—Rita... Tú.
—Así es, yo he completado la prueba porque al igual que tu yo he tenido mis problemas.
—Jamás creí que...
—Cállate —la interrumpió —ya he matado una vez. Tu tiempo de hablar ha terminado. Solo muérete, tu no me sirves de nada.
Rita arremetió arrojando a Kristal al suelo y golpeándola en repetidas ocasiones. Kristal pudo golpear en ciertas ocasiones, pero se encontraba en desventaja, Rita usaba toda su fuerza y Kristal aún estaba en shock.
Rita la arrojó de un lado a otro hasta que después del castigo tras cada golpe salía un rastro de sangre y Kristal estaba cada vez más indefensa, aunque logró ponerse de pie, Rita la pateó desorientándola y sacó una navaja con la cual le proporcionó varios cortes.
Los ángeles solo miraban desde lo lejos la escena sin interrumpir y la muerte ni se veía.
Kristal estaba a punto de morir después de tanto castigo. Finalmente cayó al suelo y sus brazos estaban tan heridos que no podía sujetarse Rita se subió sobre ella y apretó su cuello con fuerza mientras Kristal perdía la conciencia.
—Debiste morir desde el primer día y no hacerte valiente. Fue un honor, Kristal; !Fue un honor ser tu amiga!—dijo Rita.
Kristal cayó rendida agonizando sus últimos minutos, veía la luz del túnel. «¿Esto es morir? parece que no fui tan fuerte, perdón... Thana» Cerró sus ojos esperando morir, pero una cálida sensación de un beso en sus labios le hizo recobrar el sentido. Thana la había besado y Kristal como si nada hubiera ocurrido, despertó. Rita volteo desconcertada solo para ser apuñalada por Kristal de inmediato.
El brillo en los ojos de Rita se esfumó y cayó, Kristal solo se quitó la pulsera y la arrojó sobre Rita quien se lamentaba de haber fallado la prueba y murió.
Kristal se volteó para agradecer a Thana y se acercó corriendo.
—Lo logré, he ganado, ahora podemos...
Kristal noto que Thana estaba débil y su cuerpo se estaba haciendo transparente y se asustó.
—Perdón, pero espero que tengas una buena vida—dijo Thana mientras su cuerpo se perdía poco a poco en el aire. —, esto era necesario, felicidades ganadora de la prueba — se movió el cabello y sonrió con lágrimas y brillo en sus ojos —. Recuérdame —Thana desapareció en el aire dejando dolida, confundida y perdida a Kristal.
Kristal derramó lágrimas mientras el lugar comenzó a temblar y el suelo a romperse absorbiendo el cadáver de Rita y el cuerpo sin alma de Kristal.
El juicio había comenzado, una sala oscura iluminada por cuatro luces que emergen del suelo y de las cuales ascendieron cuatro ángeles, la muerte misma en su trono.
—Felicidades, vencedora de la prueba —dijo la misma muerte —. Has terminado las tareas y has triunfado sobre la muerte, con esto has recuperado tu vida y como consolación a tu vida pasada podrás elegir el tipo de vida que quieres, renacer en otra familia o seguir siendo... Kristal Pinto.
La voz de la muerte retumbaba en cada rincón del espacio infinito, Kristal estaba sin poder decir mucho acerca de dónde estaba o cómo llegó.
—Thana, ¿qué pasó con ella? —preguntó Kristal.
La muerte suspiro.
—El romper las reglas de las pruebas e infringir los privilegios como ángel, la han llevado al máximo castigo. No la muerte, sino la destrucción del alma misma. Ella te dio una vida temporal y por eso no moriste en la pelea.
—Eso significa que...
—Ya no existe —dijo la muerte.
Kristal lloró, estaba viva de nuevo, pero no tenía significado. Thana ya no existía y los ángeles también se lamentaban de la pérdida. Thana se sacrificó para que Kristal pudiera vivir.
—Entonces... ¿Cuál es tu deseo de vida?
—No quiero —dijo entre sollozos—, Thana quería vivir más que yo y ahora no existe.
—Ella esperó mucho, pero ella tomó también esta decisión.
Kristal tenía el corazón destrozado en mil pedazos y su deseo de vivir se esfumó.
—Solo quiero que ella viva...
—!Hecho¡ —dijo la muerte tronando sus dedos —Thana Del Río, nacida hoy, ahora su alma ha sido reconstruida y vivirá una vida en paz sin recordar nada de lo acontecido —Kristal levantó la cabeza mientras sentía su alma desaparecer totalmente de su ser—. Ahora que hare contigo, no puedes vivir ya que otorgaste tu deseo, y tampoco puedes quedarte. En fin, he perdido hoy un ángel, pero creo que tu vas a cargar con el peso de tu elección.
Kristal comenzó a sentir una esencia recorría su cuerpo y en un abrir y cerrar de ojos ella notó el cambio.
—Hoy... —siguió la muerte—Hoy nace Kristal, el ángel de la muerte.
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Siete Días con la muerte [FINALIZADA]
Short StoryA punto de acabar con su vida a causa de depresión, Kristal Pinto recibe una visita que cambiara su vida por completo. Thana no es una chica normal, ya que le enseñara a Kristal a valorar su vida y será su guardiana mientras encara las siete tareas...