Tercer día parte dos: Ángel.

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El trabajo de la muerte es tomar las almas de las personas que pierden la vida y llevarlas al reino de la muerte donde pasarán la eternidad.

Hace mucho tiempo, la muerte se negó a la idea de creer que las personas no valoran la vida. Su trabajo no es matar a nadie; ellos son responsables de su destino, pero la muerte ha dado una segunda oportunidad a aquellos que comprenden el valor de la vida.

Los ángeles de la muerte son los hijos elegidos de la muerte, aquellos que fueron lo suficientemente fuertes para pasar la prueba, pero no lo suficiente para salir del agujero en el que estaban enterrados. Es su castigo.

Actualmente existen cinco ángeles de la muerte guardianes de los elegidos. Cada uno tiene su historia.

Años atrás.

Thana.

Sin amigos, estudiosa y sabía cómo matar el tiempo libre. Esas son las cualidades que definen a quien una vez vivió su día a día como cualquier persona.

En Colombia, en la ciudad de Bogotá, Thana pasó prácticamente toda su vida. Desafortunadamente fuera por donde mirara todo el mundo se encontraba en una inminente guerra. Las pandillas estaban tomando territorio y ponían en peligro la vida de los residentes.

Thana nunca le tomó importancia a las pandillas o a aquellos que se relacionaban con estas, ella sabía que no era bueno mantener ese tipo de relaciones.

Toda su infancia fue alegre, padres amorosos, un hermano que la protegía sin importar que... Ella era su tesoro más preciado, un hermano mayor que la amaba... «¿Cuándo salió todo mal?»

"Una chica muy inteligente para su edad", eso era lo que le decían. A sus dieciséis años ya sabía leer, sumar, restar, multiplicar y dividir. Tenía grandes habilidades en juegos de mesa como el ajedrez o calabozos y dragones. En los videojuegos destacaba por su gran estrategia y en las situaciones que requirieron lógica simple las resolvía en menos de nada. Un genio nato.

Durante un año, cada día pasaba como si nada, hasta que la maldita pesadilla empezó para esta familia.

Reinaldo, el hermano mayor, siempre había sacado notas sorprendentes y se emocionaba por el estudio, no tenía muchos amigos, pero siempre encontraba a alguien con quien compartía su espíritu joven. Al cumplir con la mayoría de edad comenzó a salir cada día con sus amigos, este alegró a la familia, ya que antes él no hacía el esfuerzo por socializar. Esto se volvió algo de todos los días, luego de todas las noches. Al principio se consideró completamente normal, pero quien tuvo un mal presentimiento desde antes fue la hija más joven. El chico ya no era su mismo hermano, lo noto cuando este llegó acompañado de una chica un día que los padres no estaban. La orden fue simple para Thana. "Quédate en tu cuarto".

Pasaron los minutos hasta que un olor extraño inundó la casa completa, Thana se estaba mareando hasta que se quedó dormida.

Unos gritos y discusiones la despertaron, ella salió de su cuarto para encontrar a sus padres gritándole a Reinaldo, quien estaba muy mareado y sujetando su cabeza. A la chica muy desorientada y sujeta de este.

El padre lo sacudía por los hombros reclamando muchas cosas, pero este solo sonreía y reía maniáticamente.

—¿Qué pasa? —Thana pregunta mientras estaba recobrando su equilibrio, se sentía agotada.

Los padres le dirigen la mirada a esta, la madre se acerca a ella.

—Hija, vayamos a dormir.

La madre se alejó con ella de la escena, Thana no durmió tranquila esa noche.

A la mañana siguiente, Reinaldo no estaba y los padres estaban en la sala llorando. No quisieron decir nada, no dijeron nada del tema mientras pasaban los días hasta que poco a poco Thana dejaba de preguntarse dónde estaba. En el fondo se preguntaba qué le pasó a su hermano, pero por fuera no manifestaba nada, puede haber sido lista, pero aún tenía la inocencia de una chica de dieciséis años que veía colores e ignoraba bastos puntos de la realidad.

Dos meses habían transcurrido sin saber nada de su hermano, por el día parecía tranquilo, pero en las noches, los padres no dejaban de llorar con la incógnita "¿Dónde estará?".

A la media noche fueron interrumpidos por golpes fuertes en la puerta. Todos fueron a atender para recibir a un golpeado y decaído Reinaldo.

Inmediatamente lo recostaron en su cama y lo atendieron hasta que despertó al día siguiente.

Reinaldo pasó dos meses metido con pandillas, drogas y mujeres. Todo fue maravilloso hasta que las guerras entre pandillas comenzaron y este temió por primera vez por su vida. "Respeto", "honor", eso no significa nada en este mundo, es una simple guerra donde todos son enemigos. Reinaldo lo descubrió cuando lo persiguieron por no poder pagar lo que debía.

Este huyó por semanas hasta poder volver a casa. Traumado y dolido pidió una segunda oportunidad, él estaba más bajo que el suelo y quería solo dejar de tener miedo.

Todos le dieron una segunda oportunidad para salir adelante, apoyo para superarse y condiciones para dejar atrás esta terrible experiencia que marcó a la familia.

Reinaldo demostró todo el interés en querer mejorar, lo dijo mientras lloraba. Thana era la única que tenía esa sensación en el pecho de que Reinaldo no solo tenía miedo... Tenía una marca que lo perseguirá el resto de sus días.

Reinaldo estaba estable, estaba en casa... Ellos lo sabían, fueron directo hasta la casa para cobrar con su sangre lo que él les debía. Entraron un día irrumpiendo la tranquilidad y todo fue el infierno por cinco minutos. La familia cayó, y Thana salió de su cuarto, y a pesar de no haber caído con su familia, la alegría murió.

La puerta tras ella se abrió de golpe, una voz resonó y un ente entró, ese día Thana desapareció...

Siete Días con la muerte [FINALIZADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora