15.

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—¿Qué piensas hacer cuándo tengas tu libertad? —preguntó un tanto inseguro.

El rubio tomó un largo sorbo de su café, meditando lo que respondería. La cafetería estaba casi llena, parecía que el frío atraía a todas las parejas de Londres a tomar café, ya que la mayoría de mesas estaban ocupadas por jóvenes enamorados, mirándose con el típico brillo en los ojos y sonrisas melosas en la cara.

—Me iré lo más lejos que pueda, posiblemente a Estados Unidos, Viktor me escribía aún cuando estaba en Azkaban, quizás me quede con él mientras busco una casa para que nos mudemos allí con mi familia —explicó antes de dar un mordisco a su galleta.

Los ojos de Harry parecieron entristecer, decepcionarse.

—Si te vas, lo más probable es que no volvamos a vernos —afirmó mirándolo tomar su último sorbo de café.

Draco dejó la taza en la mesa y observó al moreno con cierta duda y con una emoción que no mostraba al exterior.

—¿Quieres seguir viéndome luego de resolver el caso? —cuestionó sin quitarle los ojos de encima.

—Pues... sí. Me gustaría conocerte mejor, invitarte a salir como se debe... —afirmó inseguro. Era la primera vez en todo ese tiempo que Draco lo veía tan vulnerable y le encantó, Harry estaba abriendo sus sentimientos a él.

—Yo no tengo futuro aquí, Potter. El mundo mágico no olvidará en que bando estuve... —bajó inconscientemente la mirada hacia su antebrazo—. Y tú ya tienes tu vida hecha aquí, no puedes venir conmigo.

El moreno sopesó la situación un momento, hasta que los ojos se le iluminaron y abrió la boca para decir algo, pero una tercera voz los interrumpió.

—Potter, Moody quiere verlos en su oficina. Ahora —dijo una joven aurora con semblante serio.

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Harry estaba sentado frente a Moody, el ojo mágico apuntaba a Malfoy —quien se mantenía al margen de la conversación—, y el ojo normal miraba fijamente al moreno.

—Ustedes fueron los últimos en hablar con el testigo. Así que díganme ¿¡Cómo diantres se escapó!? —gritó y los dos jóvenes se miraron de reojo, ninguno decía nada.

Moody había enloquecido cuando fue a la sala de interrogación y se dio con que no estaba el hombre e inmediatamente mandó a llamarlos.

—Johnson... —comenzó a decir y Harry se encogió levemente en su asiento—. Johnson murió por su culpa, fue la mejor aurora se su generación. Yo mismo la preparé para su examen final, pasamos semanas en el campo de entrenamiento, prácticando hechizos, maleficios. Iba a ser la mejor, inclusive podría haber competido contigo, Potter.

Harry desvió la mirada, un pinchazo de culpa atacó su pecho.

—Ahora el culpable está suelto, libre como si nada hubiese pasado. Y es su culpa —dijo enfatizando en las últimas palabras. Draco no bajaba la mirada al ojo mágico—. Ahora, ustedes serán los encargados de buscar al sujeto, lo quiero vivo y listo para recibir el beso del dementor. Sino lo encuentran, te quitaré el caso Potter y tú Malfoy se te acabará el trato, volverás a Azkaban y no volveré a permitir que se te ofrezca una oportunidad como esta —amenazó. El rubio se tensó y llevó su mano al bolsillo de su saco.

—Moody, no sabemos cómo escapo, cuando lo dejamos las protecciones estaban perfectamente...

—Del cómo escapo me encargo yo —lo cortó en seco—. Ustedes cumplan con lo que les ordené. Puedeb retirarse.

Cállate y obedece, Malfoy.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora