Draco estaba plantado en el umbral de la puerta, Harry lo miraba desde la sala, ninguno se atrevía a decir nada. El sonido de la aparición se hizo presente en la cocina y el auror desapareció de la sala. El rubio volteó desconcertado, Harry se había puesto a calentar dos platos de comida sin decir absolutamente nada.
El microondas era lo único audible de la moderna cocina, Draco veía al auror de espaldas a él, pero no sabía que decir.
La comida estuvo lista y Harry sacó los platos del microondas para ponerla directamente sobre la isla. Se sentó y apuntó el asiento de enfrente, diciendo sin palabras que se sentará a comer. Draco obedeció dudando por un momento -y luego de oler discretamente la comida para asegurarse de que no tuviera nada raro-, imitó al moreno.
Llevaban la mitad del plato vacío, Draco se detuvo un momento y se remojo los labios dispuesto a hablar, Harry levantó la mano y negó con la cabeza para que no completara su acción.
Pasaron el resto de la cena callados, el rubio sentía un nudo en la boca del estómago y la garganta seca, la ansiedad lo estaba matando. Los cubiertos del moreno se cruzaron sobre su plato vacío antes de que este levantara la mirada.
-Hoy es navidad -declaró. Draco levantó ambas cejas sorprendido, no se había percatado de ello-, y sé cuál quiero que sea mi regalo.
El rubio frunció el ceño.
-Quiero una explicación totalmente sincera. Quiero saber todo sobre tu plan -ordenó con los ojos clavados en el afilado rostro, Draco lo miró ceñudo, sin saber qué hacer-. Siente mi magia Draco, no te haré daño.
-La última vez no fuiste específicamente suave.
-Perdón por eso... a veces me cuesta controlar mi magia. Reaccionó demasiado mal a la idea de tú traicionandome -aclaró con cierta timidez.
El rubio asintió sopesando la situación. Suspiró. Ya no tenía muchas opciones.
-Bien, te lo contaré, solo porque tu magia está tranquila y pareces sospechosamente receptivo en este momento.
Harry permanecía impasible.
-Hace un año Blaise fue a buscarme en Azkaban, llegó en su forma animaga: un cuervo. Quise desplumarlo encuentro me percaté de que era él, pero se transformó y me pidió que lo escuchara. Yo acepté, no había mucho más para hacer en Azkaban más que estar acostado viendo al techo -se encogió de hombros-. En ese momento me suplicó que lo perdonara, dijo que estaba arrepentido, que en ese momento lo asustó la idea de acabar en Azkaban y que no midió sus actos, dijo que se arrepentía de vender a su mejor amigo; que ahora no podía dormir, la conciencia le pesaba y veía cosas que le recordaban a mí en todas partes -explicó.
<<Yo le pedí que me diera tiempo, que necesitaba pensarlo, así que se fue y volvió una semana después. Cuando regresó yo ya tenía una respuesta: si me ayuda a conseguir mi libertad, yo le daría mi perdón. Lo que Zabini nunca supo es que yo lo embruje para que nuestros recuerdos lo atormentaran y lo obligaran a buscar mi perdón a toda costa -agregó sonriendo altaneramente-. Comenzamos nuestro plan, el cual se dividía en dos: por una parte estaba el cómo escapar, no sería difícil, haríamos explotar Azkaban y nos fugariamos. Luego desapareceriamos usando una poción hecha con la escencia de varias criaturas, criaturas antiguas y exóticas que nos permitirían cambiar de aspecto y esencia mágica, así nadie nos encontraría.
<<Pero yo no quería solo ser libre, quería ser libre y tener el nivel de vida de antes e inclusive más elevado. Así que Blaise creo varios negocios de dinero rápido para engrosar la cuenta bancaria que usaría una vez fuera libre. Para eso pediría ayuda a su primo y a su tío, son expertos en negocios ilegales de dinero fácil. Tenía todo planeado... bueno, casi todo.
Se remojo los finos labios.
<<Contemplé la posibilidad de que un auror viniera a visitarme por la cercanía que tenía con Blaise y nuestra supuesta enemistad. Pero nunca pensé que fueras tú quien se haría cargo del caso, ni mucho menos pensé que me ofrecerías la libertad. Así que, teniendo en cuenta eso, imagínate el conflicto que tuve cuando me di cuenta de que te quería... yo nunca pensé que podríamos llegar a ser... lo que sea que somos o éramos. Eso descolocó mi plan y mi forma de ver las cosas.
-¿Por qué?
-Porque yo no solo pensaba escapar, sino también matar a todos los que estuvieron involucrados en la caída de mi familia, eso te incluía a ti...
-¿Aún quieres matarme?
Draco lo miró fijamente durante eternos segundos.
-No, ya no quiero -confesó tan sinceramente que el moreno sintió un escalofrío-. De hecho ya no sé qué es lo que quiero... después de 5 años pensando en cómo escapar de Azkaban, teniendo una meta fija, un objetivo por el cual luchar... ahora no sé qué quiero.
Harry no apartaba sus verdes orbes de los del rubio, su magia acariciaba al esbelto chico mientras hablaba, dándole confianza para seguir.
-¿Y tu qué quieres? ¿Por qué me pides que confiese?
-Porque quiero que estén todas las cartas sobre la mesa antes de tomar una decisión.
-¿Decisión? -levantó una rubia ceja.
-Draco... -comenzó a decir mientras se paraba de su asiento y caminaba hasta él. Puso una mano en el respaldo de la silla y otra sobre la mesa, acorralandolo- ¿No entiendes que estoy jodido sin ti? Te necesito a mi lado para respirar, estos días que estuve lejos me sentí como una mierda, solo tu magia puede curar a la mía, solo tu magia puede calmarla... Así que lo que quieras hacer estoy de tu lado -le susurró, centímetros de distancia separaban sus manos.
Draco lo observó sinceramente sorprendido y su sorpresa aumentó más al notar que Potter bajaba sus defensas de oclumancia y le daba pase libre a sus pensamientos. Los inspeccionó uno por uno y no encontró ninguno que le indicara que lo que decía era mentira.
Una parte de si estaba saltando de alegría y complacencia, tenía al auror de su lado, no tendría que matarlo para escapar.
Lo tomó del cuello y lo besó dulcemente, saboreando sus carnosos labios. Harry le correspondió de inmediato, succiono cariñosamente su fino labio inferior mientras sus manos lo ayudaban a pararse para estar a su altura y para pegar sus cuerpos.
Draco colo sus manos por debajo del saco negro y Harry los apareció directamente en su cuarto.
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Cállate y obedece, Malfoy.
FanfictionDrarry/Harco Harry Dark Harry, el auror estrella del ministerio, perdió toda su bondad tras la muerte de Ginny -su mejor amiga y compañera de trabajo- durante una misión. Ahora le toca resolver un caso de tráfico de criaturas mágicas. El primer sos...