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Aylara despertó de poco en poco mientras sentía nuevamente de golpe todo el dolor. Se sentó con cuidado en el sillón mientras respiraba con lentitud. Asomó la vista por la ventana y solo pudo observar un cielo nocturno con la luna brillando encima.

Su estómago rugió exigiendo comida así que salió del estudio con cuidado. Todo estaba muy silencioso y casi todas las luces estaban apagadas. Bajó al comedor y para su sorpresa había ruido en la cocina. Entró con calma encontrando a Zaira sentada mientras varios platos flotaban y se limpiaban por si solos. La pelinegra solo movía su mano señalando los platos que se movían por su cuenta.

-Supuse que despertarías pronto- dijo Zaira en español. Aylara no se sorprendió de que supiera que estaba ahí, era una alterada y todos sus sentidos estaban alerta.

-Tengo hambre, solo me serviré algo y comeré en mi habitación- dijo Aylara.

-Tranquila, no estoy enojada por lo de hoy. Siéntate, voy a calentarte la cena- dijo Zaira. Los últimos platos se acomodaron en el mueble y la australiana movió las manos para que el refrigerador se abriera. Un sartén con espagueti salió y se posó justo en la estufa. Zaira se acercó y giró la perilla para después prender el fuego con sus manos.

-Gracias Zaira- dijo Aylara algo incómoda.

-No tienes por qué estar nerviosa, lo que hiciste hoy fue algo malo, pero por suerte Lost te encontró a tiempo- dijo Zaira mientras miraba una cuchara que movía constantemente el espagueti.

-Fue algo tonto por mi parte, entiendo por qué Markian se molestó- dijo Aylara.

-Creo que es su manera de ser. No le agradan los comunes a pesar de que sigue en contacto con sus verdaderos padres. Pero, todo cambió desde la muerte de mis padres. Se volvió muy desconfiado- dijo Zaira, aunque parecía estar divagando.

-Pensé que los demás no tenían relación con sus padres, algo así como Lora- dijo Aylara algo insegura pues no sabía cómo reaccionaría Zaira, pero parecía calmada. Movió las manos hasta servir un plato y llevarlo al comedor. Ambas chicas se sentaron mientras Aylara cenaba.

-A Lora la abandonaron por que salvó a su madre. Pero Markian tuvo mejor suerte, el nació en una región pobre de Rusia entonces sus padres no tuvieron dinero suficiente para conseguir leña o algo que los calentara. Su madre tenía hipotermia y ahí fue cuando Markian desarrolló su primera alteración, logró mantener a su madre a salvo entonces sus padres decidieron buscar ayuda, fue cuando encontraron a mis padres. Ahora cada vez que vamos a Rusia les manda cartas bajo su sobrenombre. Él es único pues Thiago escapó de su pueblo y para proteger a sus padres los alejó de él. Isaac perdió a sus padres y Sasha ni siquiera los conoció por que la dejaron en un orfanato después de nacer. Así es la vida de nosotros, solo nos tenemos los unos de los otros- narró Zaira. Aylara la había escuchado atentamente sin interrumpirla.

-Si encuentran al Guardián, Thiago y Markian podrían volver a ver a sus padres ¿no es así? - preguntó Aylara. Zaira la miró un poco de una manera atenta y después alzó los hombros.

-Primero debemos de encontrarlo y estar a salvo nosotros. Sus padres pueden vivir en paz porque son comunes, pero nosotros corremos riesgo cada día de nuestra vida- dijo Zaira.

-Pero las cosas podrían cambiar, hasta hace unos días yo pensaba que los alterados eran asesinos, pero ahora me di cuenta de que la información se distorsionó por muchos años. Creo que si se empezara a enseñar que los alterados no fueron creados para asesinar las cosas podrían cambiar- dijo Aylara, pero Zaira la miró de nuevo con superioridad.

- ¿Crees que es un problema desde la segunda guerra? Ahora nos dicen alterados, pero antes éramos paganos, brujos, herejes, satánicos. Hubo alterados que supieron esconderse y mantenerse a salvo, pero hubo muchos otros que morían solo porque los comunes le temían a quienes tenían más poder. No podemos cambiar las cosas, lo único que podemos hacer es sobrevivir- dijo Zaira. Aylara se quedó callada dándose cuenta de que no sabía nada acerca de los alterados.

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