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-Otra vez- dijo Markian. Aylara soltó un suspiro pues el cansancio atacaba su cuerpo. Con su puño golpeó lo más fuerte que pudo el saco frente a ella, pero este apenas y se tambaleaba. En el gimnasio Markian y Aylara estaban golpeando sacos de box mientras que Sasha trotaba en una caminadora y Thiago hacía algunos ejercicios básicos.

-Otra- dijo Markian.

-Me duelen los brazos, quiero descansar- dijo Aylara. Ya había perdido la cuenta de cuantos golpes había dado, pero estaba agotada y adolorida.

-Thiago, dile a la común como entrenan para entrar a la WOAA- dijo Markian.

-Cuatro de la mañana se levantan y trotan de ocho a diez kilómetros para calentar, después series de quinientas repeticiones de varios ejercicios. Otros quince kilómetros de trote y después una carrera de obstáculos de cinco kilómetros. ¿Sigo? - dijo Thiago mientras hacía abdominales. Llevaba media hora así y Aylara notó que no cambiaba su ritmo.

-No gracias- dijo Markian quien miró a la mexicana que solo suspiró y siguió golpeando. Se suponía que debía lograr que el saco se moviera al golpearlo, pero por más que empleaba toda su fuerza el saco permanecía casi inmóvil.

-Ay por favor. Esta cosa pesa como cien kilos, nadie podría moverla solo golpeando con un puño- dijo Aylara frustrada. Markian se rio de forma burlona para después llevarse una mano a la espalda y con la otra golpear el saco que comenzó a tambalearse como una campana.

-Tú no cuentas, eres alterado- dijo Aylara sin querer aceptar que la realidad era más que obvio. No había manera que ella hiciera eso con la condición de que tenía.

-Sigue entrenando, según tu sangre también eres alterada así que podrás hacerlo si no mueres antes de entrenar lo suficiente- dijo Markian mientras seguía dando golpes al saco, pero un poco más leves.

-Gracias por la confianza, realmente lo aprecio- dijo sarcástica. Sasha rio mientras aún trotaba. Aylara le mandó una mala mirada, pero siguió dando golpes al saco. Estaba muy cansada y sentía los brazos como de gelatina, ya había pasado hora y media golpeando ese maldito saco.

- ¡Lo tengo! - dijo Lora mientras entraba al gimnasio seguida de Zaira e Isaac. Llevaban varias hojas y Lora tenía un pequeño estuche con varios plumones.

Los demás frenaron sus actividades y se acercaron a la mesa que había mientras Lora tomaba las hojas y las acomodaba de cierta manera.

-Hace rato mencioné los ductos y por lo que veo nos ahorrará varios problemas. Hay un ducto justo encima del artefacto entonces solo seguiré los ductos hasta él. La distracción será la siguiente- dijo Lora mientras alzaba la mano.

Aylara se sintió en un sueño. Veía en primera persona como alguien tiraba una pequeña vela que había. El mantel sacó humo mientras las llamas se extendían por la mesa. Un alboroto se empezó a armar mientras pedían una evacuación rápida. La mexicana se vio a sí misma saliendo con Isaac de la mano. Entre la multitud vio a Zaira saliendo mezclada con la gente.

-Mierda- dijo Aylara mientras daba un paso atrás. Volvió a estar en el gimnasio, pero con un dolor de cabeza horrible. Se sentía mareada y si no hubiera sido por Thiago que la sostuvo habría caído.

-Olvidé que no estás acostumbrada a la manera alterada- dijo Lora viendo como Aylara tenía una mano en sus ojos.

- ¿Qué carajo fue eso? - dijo Aylara.

-Lora proyecta sus ideas en nuestras mentes, así todos entendemos el plan a la perfección- dijo Sasha.

- ¿Cómo vas a conseguir velas en un evento así? - dijo Markian ignorando la situación de la mexicana.

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