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Francia, 2016.

—Me duele todo lo que se llama cuerpo —se quejó Johnny mientras el auto los llevaba al castillo del rey francés, no había dormido en las pocas horas de viaje solo por la emoción de ver a Doyoung de nuevo.

Y mientras tanto Doyoung...

Bueno el se quería morir o matar a alguien.

—¡Ay! —gritó Doyoung cuando su madre pasó el cepillo por su cabello. —¡Mamá!

—Doyoung, parece que tienes cinco años, comportate.

—¡Estoy chiquito!

No es que Doyoung fuera delicado, pero específicamente hoy andaba estresado por el simple hecho de que Johnny iba a existir a su lado, no quería verlo nunca jamás en su vida porque estaba seguro de que iba a caer por ese estúpido príncipe.

Estúpido y guapo.

Y lamentablemente la fiesta ya había empezado, lo que significaba que tenía que bajar y presentarse ahí con una gran sonrisa ante la gente, que no es que le cayera mal, pero sus ánimos no eran los mejores en esos momentos.

—Que guapo mi hijo —dijo con burla Jonghyun al ver a su hijo sentarse a su lado con carita de enojo. —Ya, ya, deberías de disfrutar un poco la fiesta, no puedes estar enojado todo el tiempo.

—¿Estás retandome?

—Doyoung, solo diviértete, si yo fuera Johnny me moriría de enojo al verte tan feliz con otras personas.

—Por fin tienes una buena idea —celebró Doyoung a su lado.

Justo en ese momento entró el príncipe de Arabia, Chittaphon, uno de los mejores amigos de Doyoung.

—¡Mi vida! —Doyoung corrió a los brazos de Chittaphon por no decir que casi le saltó encima.

Y justo iba entrando el pobre de Johnny al castillo, casi se desmaya al pensar que Doyoung le había hablado a el pero al verlo en los brazos de ese otro chico sus esperanzas se rompieron aún más.

¿Por qué sospechaba que su plan no iba a funcionar?

Cinderella ¡! JohnDoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora