Juego de celos | Ziall Horlik

5. Confianza

Mi madre no estaba en casa, como ya era de costumbre. Seguramente estaría trabajando, como siempre, y eso en parte me agradaba ahora que tendría a Zayn viviendo conmigo.

—¿Tostadas con mermelada de melocotón? —le pregunté, y él asintió con la cabeza. Estaba sentado en el sofá. Mi madre no dejaba que comiera en el sofá, pero ella no estaba aquí, así que no podía decirme nada.

Preparé el desayuno de ambos y los llevé hasta el sofá con una bandeja. Zayn cogió el suyo con cuidado para no tumbar el vaso y lo aseguró con la otra mano.

—Gracias. —me sonrió.

Le sonreí de vuelta y empezamos a comer, mirando "Hora de Aventuras".

Y cuando terminé dejé la bandeja sobre la mesita y me senté en el sofá, apoyándome en el respaldo para estar más cómodo. Zayn terminó e hizo lo mismo que yo, pero apoyando su cabeza en mi hombro. Extendí mi brazo para que se colocara y lo abracé. Ahora mismo, no me sentía como pasivo, sino como el activo, el fuerte, bueno, "fuerte". Creo que lo que tengo con Zayn es simplemente perfecto, porque nuestra confianza es tanta que nos da igual todo.

Sentí besos en mi cuello y miré de reojo, a Zayn, quien estaba dejando besos en mi cuello. Sentí su mano sobre mi miembro y lo miré. Metió su mano bajo mis bóxers y gemí al sentir su mano acariciarme.

—Zayn. —gemí. No podíamos hacerlo en el sofá. —Vamos arriba. —murmuré, y él se levantó del sofá dejando de acariciarme.

Me levanté y él me agarró en brazos, haciendo que yo rodeara su cuello con mis brazos.

Subió las escaleras conmigo en brazos y se sentó en la cama, conmigo sobre sus rodillas. Empecé a besar su cuello y él tiró su cabeza hacia atrás, dejándome más acceso a su cuello.

—Ah... Niall. —gimió cuando succioné. Fui tumbándolo hacia atrás y le quité la camiseta, para poder besar su abdomen. Amaba hacerlo. Me deshice de sus pantalones y sus boxers de un tirón y empecé a acariciar su miembro. —Niall. —gimió, y yo deslicé mi lengua sobre su glande, haciendo que gimiera. Volví a besarlo y él colocó sus manos en mi cintura, bajando mi cuerpo y haciendo que su miembro chocara contra el mío, y empezó a restregarse contra mí, haciéndome gemir.

—Oh... —gemí, tirando de su labio inferior. —Zayn. —gemí, en su oído.

—Niall. —gimió soltándome, y yo me moví, poniéndome a su lado. Él me miró y se puso de rodillas frente a mí, besándome.

—¿Cómo quieres hacerlo? —susurré, agitado.

Él se colocó a cuatro patas con la cabeza en la almohada y me sonrojé, y sentí una fuerte punzada en mi miembro, agradándome demasiado lo que veía.

Me coloqué detrás de él y mordí mi labio inferior, queriendo aprovechar su postura para probar algo.

Me incliné hacia delante y separé sus nalgas con mis manos. Lamí su entrada y gimió. Volví a hacerlo, cogiendo más confianza, y lo penetré con la lengua, haciendo que gimiera.

—Niall. —gimió, en súplica. Me coloqué de rodillas y coloqué la punta de mi miembro sobre su entrada, sin penetrarlo. Se inclinó hacia atrás, buscando penetración, y yo me aparté. —Niall. —se quejó, y yo sonreí. Introduje mi miembro y volví a sacarlo, haciendo que soltara un gemido de decepción. Y lo penetré de nuevo, pero esta vez permanecí dentro, dándole lo que quería. Porque seamos honestos, yo también quería.

Gemí. Su entrada siempre estaba apretada para mi miembro, para mí, y esa sensación era muy placentera.

—Ah... —gimió, y movió su mano, acariciándose, moviendo su mano al ritmo de mis envestidas.

Agarré sus caderas para profundizar más y gimió. Empecé a hacerlo más lento, entrando y saliendo, y Zayn gimió, y el movimiento de su mano cesó. Gemí y volví a mis rápidas envestidas, para llegar.

Zayn llegó antes que yo, lo supe al escucharle gritar, y después llegué yo, dentro de él. Lo solté y cayó tumbado, y yo sobre él, ambos empapados en sudor.

Besé su hombro y lo mordisqueé levemente, haciendo que abriera sus ojos, algo cansado, y me mirara.

—Te amo. —susurré, besando su hombro de nuevo, y acariciándolo con mi nariz.

—Te amo, Niall...

***

Después de ver lo bien que se estaba en casa junto a Zayn, no querría volver a clases nunca más.

Mi móvil sonó, escuché la música arriba, pero era un mensaje. Aunque tenía que ir a verlo por si acaso era importante, ya que apenas nuca recibía mensajes.

—¿Qué es eso? —me preguntó.

—Es un mensaje, voy a ver. —dije yo levantándome del sofá.

Subí las escaleras y entré en mi habitación. Torcí la boca al ver que tenía una mancha blanca en el colchón. Moví la sábana y lo tapé. Supongo que mi madre no miraría aquí... O sea, no tenía motivos para hacerlo.

Miré por todos lados buscando mi móvil, pero no lo encontraba. Quité la camiseta de mi escritorio y ahí estaba.

Un mensaje de un número que desconocía.

«Niall, soy Yaser, quiero hablar con Zayn.»

Creo que al leer "soy Yaser" mi corazón se paró.

«¿Por qué ibas a querer hablar con él?, ¿para pegarle otra vez? Si vuelves a ponerle la mano encima te juro que te denunciaré, Yaser, te juro que lo haré.»

«Es mi hijo.»

«Tú mismo se lo has negado en cara.»

«Sé lo que he hecho, Niall, pero quiero hablar con él y tengo todo el derecho a hacerlo.»

«Yo estaré con él.»

«Quiero hablar a solas.»

«No lo dejaré a solas contigo. Lo amo, y no permitiré que le hagas más daño del que ya le has hecho.»

Y no llegó una respuesta rápida como las demás veces.

Puse el móvil en vibración y me llegó otro mensaje.

«Y él te ama a ti. Ya lo sé, Niall. Reaccioné mal, y lo sé, es la primera vez que le pongo la mano encima.»

Y me lo estaba creyendo todo hasta que dijo lo último. Mi madre me había dicho que el día que fueron a pescar, pegó a Zayn.

«Mientes, Yaser. No es la primera vez que le pones la mano encima.»

«Mira, Niall, tengo que hablar con él y voy a hacerlo quieras o no. Voy a tu casa.»

Me alarmé. ¡NO! A mi casa no.

Me vestí rápidamente y cogí ropa para Zayn. Cogí mi cartera y bajé las escaleras rápidamente. Vale, ¿y ahora que le decía? "¿Zayn tu padre viene a por nosotros, vámonos de aquí cagando leches?"

—Zayn, vístete y vamos a dar una vuelta. —le dije.

—¿No podemos quedarnos aquí? —dijo, perezoso. Que más me gustaría a mí.

—No, vamos. —dije lanzándole la ropa.

—¿Pasa algo?

—No, sólo quiero andar un poco. —mentí. Sí, o puede que correr, sabiendo que él iba a venir en coche.

—Vamos. —dije. —Zayn, vístete más rápido. —¿Estaba exagerando? Hum... No lo sé. A lo mejor su padre sí que quería hablar... ¿Pero y si no? Tenía miedo de que le hiciera algo, y más sabiendo que mi madre no estaba. Si estuviera aquí no habría inconveniente, pero no lo estaba, así que prefería salir de aquí YA.