032 "Simplemente perfectos"

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El alfa salió de la ducha y tomó la toalla más cercana. La enrolló con brusquedad sobre sus caderas, dejando su torso blanco y poco tonificado a la vista.

Habían pasado solo 10 minutos desde que el pelinegro había entrado al baño a unas puertas de su habitación en el ático. Le molestaba no tener un cuarto de baño propio pero bueno, suponía que esa era la consecuencia de ser el hijo del medio y haber querido una habitación aislada de los demás.

Recordaba la cara de estupefacción con la que su madre se había quedado cuando le había pedido a las 12 años, una habitación no compartida con Jungkook y que estuviera lo más alejada posible de todos, porque no le gustaba verles.

Irene le había advertido en su momento que no podría tener un baño propio como lo harían sus otros hermanos, debido a que en donde estaba ubicado el ático no había conexión alguna con las tuberías del agua. En su momento, a Yoongi no le importaba, el solo quería alejarse de todos cuando, finalmente, se presentó como un alfa.

La pareja Min le entendió, y supieron que lo mejor era aislar al primerizo lobo, por precaución y el bienestar de todos en la mansión.

Ahora se arrepentía de su decisión. Era muy molesto bañarse y salir todo mojado por los helados pasillos. Su piel se congelaba y subir las escaleras propias del ático era incomodo con un pedazo de tela protegiendo su intimidad.

Y peor era cuando habían personas despiertas, merodeando por la mansión. Si el joven ya de por sí odiaba el contacto físico, todo era mucho peor cuando, saliendo del baño, uno de sus hermanos pasaba por allí. Que igual, si bien este par no le prestaba mucha atención al cuerpo desnudo del blanco, este sentía pánico de que, en ese entonces, le dijeran algo por su cuerpo. Esto jamás lo contó, y es que creía que se burlarían de el porque era tan pero tan delgado, que nadie se podría imaginar que dicho cuerpo era de un alfa.

—"¿enserio eres un alfa?".

—"pensé que Jungkook era el alfa y tú el omega, ¡resulta que era al revés!".

—"defectuoso".

—"¿enserio te crees capaz de proteger a un omega? ¡porque yo nunca saldría con un alfa debilucho como tu!".

Esos eran solo algunos de los insultos que el pequeño niño de 14 años había recibido en la escuela. Sin embargo jamás se olvidaría, en primer año de universidad, cuando conoció a Tae, quien cursaba su último año de modelaje. Esa vez que el popular Liam Davis le tiró sus libros y lo hizo llorar por un breve tiempo en el baño.

—"si hubiera sido tu madre, luego de tu presentación como alfita especial, te habría tirado en algún basurero para que terminaras de descomponerte".

También recordaba cuando vio por primera vez a su ahora amigo, quien saltó a defenderle.

—"quizás mi amigo sea un poco delgado pero al menos no le falta la mitad de su cerebro, como a ti, Gorila de dos patas". —habló el irresistible -casi- modelo, tomando del suelo un libro, un estuche, y una libreta de anotaciones -todo negro, por supuesto- que le correspondían al alfa menor.—

Luego de su sermón pudo ver los ojos del pelinegro aguándose, y supo que debía llevarlo a un sitio donde pudiera soltar todo. Cargó en un brazo el material escolar del chico y lo llevó de la mano a los sanitarios.

—"no sabía que era amigo del gran Kim Taehyung". —bromeó el alfa.—

—"ahora lo eres". —declaró el castaño de sonrisa cuadrada.— "¿eres nuevo aquí?". —preguntó curioso, no recordaba la última vez que había visto a una persona de rasgos asiáticos en la universidad.—

Peach and Mint [Yoonmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora