Eran las cuatro de la tarde y Jungkook estaba desesperado. En su solitaria habitación se miraba frente al espejo, en ropa interior, mierda que había perdido peso, no le gustaba.
El era un omega alto y tonificado, amaba serlo. Pero se veía tan gastado. Sus ojeras eran notorias debido a sus insomnios de algunas noches, podía claramente ver sus costillas asomarse por la piel y tenía pequeñas manchas violetas que aún no estaban sanadas.-no entiendo porqué siguen ahí, si Donghae me pellizcó hace una semana- le habló a los moretones.
Y el llanto comenzó. Odiaba verse feo.
Pero ahora todo era mucho peor que antes, porque ahora estaba Taehyung. A Jungkook le gustaba su presencia y estar con el.
Tenía miedo de gustar de Tae. Porque si lo hacía, tendría que negarse al trato de Donghae. Y si lo hacía, a Jimin le pasaría algo.
Muchos problemas juntos, ahora lloraba siempre por eso.
-Eras tan bonito Jungkook... ahora eres feo- sollozó -¡te odio!- gritó con fuerza llevando el puño al espejo en frente suyo, rompiéndolo como consecuencia.
Su piel de omega fue tan sensible al tacto que fue rasgada de inmediato.
Y el llanto no parecía detenerse hasta que una figura abrió la puerta exageradamente rápido, dándole una pequeño susto.
-¡Jungkook! ¿Qué te pasó?- preguntó el castaño tomándolo de la cintura, incorporando al omega en la cama.
-¡no me toques! no, n-no- pidió quitando bruscamente los brazos del alfa.
Taehyung ignoraba el hecho de que Jungkook estuviera en ropa interior, pero el pelinegro no lo hacía, por lo que gateó rápidamente hasta el principio de las sabanas para taparse de cuerpo completo, asomándose solo un poco por esta. A Tae le dio ternura.
-hey, Kook, ¿eso en tu cintura eran moretones?- preguntó con tranquilidad.
-no...-
-¿está relacionado al amigo de tu papá?- cuestionó.
-¡No! el no me hizo nada-
-Jungkook, no me preguntes como, pero mi alfa yo sabemos que estás mintiendo- confesó. Y es que era así, el alfa de Tae le comunicaba que aquí había gato encerrado.
-¡que no! no es nada Taehyung, vete y olvida todo lo que viste- pidió enfurecido -no tienes derecho de tocar mi cuerpo y mucho menos pasar a mi habitación sin tocar la maldita puerta ¡joder!- completó.
-pero el vidrio se escuchó quebrarse y escuché que llorabas, no pude evi- el menor le interrumpió.
-¿evitar irrumpir mi habitación? claro que no pudiste, ¡todos los alfas son así!- gritó.
-¡no pude evitar preocuparme por ti! ¡joder Jungkook! estabas llorando como si te murieras ¿Qué querías que haga? ¿llamar a Yoongi?- suspiró -está bien, iré a por Yoongi y conversas con él, pero cuidado, que el también es alfa, y todos los alfas somos iguales ¿no?- finalizó tomando el pomo de la puerta.
-¡no! Yoongi hyung no, no Tae por favor- pidió desesperado saliendo de las sabanas, tomando con fuerza el brazo del mayor.
-entonces me vas a explicar de donde salieron esas manchas moradas, y si son hechas por ese supuesto amigo de tu padre- demandó con su voz de alfa, a lo cual el omega de Jungkook solo pudo asentir sumiso -pero antes...- se quitó el buzo que traía, quedándose en camisa -ponte esto- obedeció.
Ambos chicos se sentaron y acomodaron en la cama, entonces el omega comenzó.
-Taehyung, lo que te voy a contar no se lo puedes decir a n-nadie- explicó temeroso.
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Peach and Mint [Yoonmin]
FanfictionMin Yoongi regresa a la casa de su familia por unos meses tras finalizar su tercer año de producción musical. ¿Quién diría que aquel alfa el cual no sentía nada por nadie terminaría enamorándose del pequeño y tierno omega alias hijo de los empleados...