Capítulo XV
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°· Angela ·°
—Angela —susurra terroríficamente una mujer a mi oído. —Angela, despierta... —mantenía mis ojos fuertemente cerrados, pues sentía el áspero tacto de sus dedos recorrer mi mentón. —¡ANGELA! —gritó tan fuerte que me obligó a abrir los ojos y a sentarme en mi lugar con la respiración totalmente agitada. Repasé el lugar rápidamente con la mirada, aunque sólo duré un par de segundos más estando erguida, pues la herida de mi brazo me hizo ver estrellas.
—Eh, Angela. Tranquila —unas manos grandes me ayudaron a recostarme con delicadeza nuevamente sobre la almohada. Levanté la mirada, topándome con la de Norman, quien estaba asustado. Exhalé aliviada al caer en cuenta de que ya no estaba dentro de la pesadilla. —¿Te encuentras bien? —cuestionó mientras volvía a sentarse en un taburete al costado derecho de la cama. Me limité a asentir mientras me concentraba en calmar mi respiración.
—Sólo son pesadillas —solté alrededor de un minuto después. —Nada grave, nada de que preocuparse... —él asintió sin quitarme su mirada escudriñadora de encima.
—¿Segura? —insistió con preocupación. Giré mi cabeza y le miré directamente, asentí, esbozando una sonrisa.
—Te lo prometo, Norman. —musité, él desvió su mirada a su antebrazo luego de asentir. Nos quedamos callados por un instante, el cual aproveché para cerrar los ojos y disfrutar del cómodo lugar en el que me encontraba.
—Malditas pesadillas... Las detesto con todo mi ser —farfulló. Asentí, volteé a verle y fruncí el ceño al ver una bandita en el interior de su codo.
—¿Quién te sacó sangre, otra vez? —cuestioné divertida. Él me miró con una diminuta sonrisa en el rostro.
—Te doné un poco de mi sangre, dos veces... De hecho, la segunda fue hoy en la mañana... Te encontraron antier, muy malherida, casi completamente desangrada, pálida, con fiebre, tiritando... —dejé escapar unas risas. Él rio levemente, luego cambió su aspecto a uno serio y volvió a mirarme. —Pudiste haber muerto, Angela. —sentenció con el ceño fruncido, exhalé levemente hastiada y rodé los ojos con desinterés, aunque en el fondo me sentía mal, pues seguro les hice pasar por un gran susto.
—Pero no lo hice... —musité intentando sonar indiferente. —Lo siento.
—Prométeme que no volverás a hacer algo parecido... —le miré por unos instantes. —Me refiero, a que no te irás sola... —elevé mis hombros.
—No puedo prometer eso, Norman... Pero puedo prometer que lo intentaré. —solté con una pequeña sonrisa logrando contagiársela por unos segundos.
—¿Lo prometes? —acercó su puño como ademán, al cual correspondí rápidamente con mi mano derecha.
—Lo prometo.
—Cielos, es que en serio nos dejaste a todos con el corazón en la boca... Imagina cómo estaba tu novio —soltó en tono bajo y con sorna.
—Norman, calla, por favor. Puede escucharnos... —él ahogó unas risas mientras negaba.
—No puede, lo dejé profundamente dormido en un sillón, en la sala. Y... no lo negaste. —volvió a decir con el mismo tono.
—¿Negar qué? —entrecerré mis ojos, él alzó las cejas con una sonrisa pícara. —Norman basta, no somos nada más que conocidos, amigos como máximo.
—¿Puedo saber por qué no aceptas o permites que lo suyo se convierta en algo más? —negué. —¿Es tema para otra conversación? —asentí mientras reprimía unas risas. —Me lo debes, eh. Bueno, volviendo al tema... Matt estaba demasiado preocupado por ti, no quería dormir, no quería apartarse de ti. Hace unas horas logré convencerlo de que fuera a descansar, de que lo despertaría si algo pasaba. Le dije que te cuidaría, que no debía de preocuparse porque, aunque no lo parezca, eres muy fuerte.
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✨ S T O R I E S ✨
RandomFragmentos de historias e historias cortas. Aquí podrán leer fragmentos de historias de diversos temas/tópicos con múltiples escenarios y personajes que se verán envueltos en situaciones que, aunque parecen fantásticas, pueden parecerse mucho a nues...