✨ S T O R I E S ✨

✨ Leilah's Story ✨

Leilah's story part 6. (5th part: Somebody to love II).

........................................

º· Leilah ·º

Habían pasado un par de meses desde la boda de Robert y Cirilla, celebrándose ahora la de Danie y Luka en las playas de su hermoso castillo en Bakarne. Era una celebración totalmente diferente a las que tradicionalmente se tenían, aún así, la magia no dejaba de hacerse presente en absolutamente cada pieza de esta, desde los invitados hasta los bocadillos, desde el ambiente hasta la decoración. Todo era absolutamente maravilloso, de ensueño.

Decoración en tonos pasteles yacía en las palmeras cercanas a donde se celebraba la ceremonia de matrimonio, yacía en el color de los pastelillos cocinados por June, en las flores que Eris había desperdigado por todo el lugar, incluso en los vaporosos y ligeros vestidos de las invitadas, pues a cada una le había tocado un color específico, siendo combinado a contraste por su pareja con un traje color arena, claro ninguna prenda era igualmente de espectacular que las de los novios, pero sin duda eran toques que hacían especial aquel momento.

Yo no pude evitar las lágrimas de alegría al ver que mi mejor amiga se casaba con el amor de su vida, era tal como habíamos dicho que pasaría cuando éramos pequeñas. Luego de la ceremonia, empezó el festín, deliciosos mariscos, cocinados obviamente por June, se disfrutaban por todas y cada una de las mesas. Era un ambiente tan cálido, tan alegre, donde se narraban anécdotas y recuerdos de los presentes, logrando revivir aquellos momentos donde aún ningún tipo de responsabilidad recaía en nosotros, no como ahora.

Justo después del festín, las flautas, laúdes, arpas y varios instrumentos más dieron paso al baile, en el cual se apreciaba la magia de la vestimenta de los presentes. Danie había escogido el color de mi vestido, un azul cielo que combinaba y resaltaba mis ojos, con pequeños diamantes salpicados los cuales contrastaban con mi tiara de plata, y todo ello era realzado con mi largo cabello blanco como la espuma del mar. Claro que yo estaba más que embelesada con el aspecto de Henry, donde sus ojos verdes destellaban de la alegría, combinando con las pequeñas esmeraldas bordadas a su traje color arena, haciendo que su corto cabello negro reluciera en conjunto.

Dioses, se notaba el amor vehemente que emanaba de ambos con tan sólo vernos, mentiría si dijera que no lo disfrutaba, simplemente era un sentimiento tan perfecto.

—¿Podrías dejar de mirarme sin decir ni una sola palabra durante tanto tiempo? —me cuestiona Henry ligeramente sonrojado mientras me impulsaba a girar al ritmo de la música, yo salí de mis pensamientos junto con una pequeña risa traviesa.

—¿Nervioso? —alcé una ceja regresando a reposar mis manos en su pecho.

—Demasiado, si le soy sincero majestad —susurró en mi oído con tono tierno. Reí.

—Oh Henry, ¿acaso nunca dejarás de ser tierno?

—¿Te he dicho lo mucho que me encantas? —sonreí mientras asentía levemente. —¿Y lo mucho que te admiro? —volví a asentir divertida. —¿Y lo mucho que te amo y quiero pasar toda mi vida a tu lado? —solté una carcajada mientras subía mis manos a su nuca, dejando diminutas caricias a su dócil cabello.

—Creo que lo repites cada que tienes lo oportunidad, lo cual debe ser como mil millones de veces al día.

—¡Ew! ¿Tan empalagoso me he vuelto? ¡Dioses! —rodé lo ojos divertida, encerrando su rostro con mis manos.

—Eres jodidamente perfecto Henry —dejé un casto beso en sus finos labios antes de cambiar de pareja de baile. Siendo recibida por Danie, quien juraba estallaría de la emoción.