Lee Minho, el Detective y Criminólogo más famoso y mejor pagado en Corea de Sur, queda a cargo del caso de la pequeña Park Yang Mi, quien es una víctima más de el criminal más buscado, J.One, el responsable de los asesinatos más crueles, y despiadad...
Era lo ahora de llegada de Changbin a su casa, donde siempre lo recibía su esposo con la cena preparada y mucho amor que lo hacía olvidar el estrés de su trabajo
-¡Amor! ¡Ya llegué!
Changbin gritó al entrar a su casa, cerró la puerta principal y se dirijió hacia la cocina en busca de su lindo esposo, cuando entró a la cocina pudo verlo parado, lavando lo que había ocupado para hacer la cena, estaba escuchando algo de música y cantando su canción favorita, se acercó y lo abrazó por la espalda, acariciando su pequeña pero sobresaliente pancita y dejó un pequeño beso en su mejilla, Felix brincó un poco ya que se había asustado, pero reconoció esa voz que siempre que llegaba le decía "¿Qué estás haciendo bebé?"
-¡Que bueno que llegaste amor! ~se volteó y abrazó de frente a Changbin, este solo correspondió~ Acabo de terminar de hacer la cena, ¿Te sirvo? ~dejó un pequeño beso en los labios de su marido y lo vió sonriente~
-Aún no... Primero quiero darte amor a ti ~ahora él dejo un beso en los labios de su contrario y se agachó a la altura del vientre del rubio, puso sus manos en el y le repartió muchos besitos~ Te amo ~le susurró al bebé y Felix solo miró sonriente la linda escena~
-¡Auch!
Felix se quejó un poco cuando sintió un pequeño golpesito en su vientre, volteó a ver a su esposo quien también lo miró y formaron una enorme sonrisa, Changbin volvió su vista al pequeño vientre, para volverlo a llenar de muchos besitos, su bebé había dado una pequeña patadita
-¡Se está moviendo! ~acarició la pancita donde se encontraba su pequeño hijo y pudo sentir como se estaba moviendo~
Después de un pequeño momento de caricias y amor hacia su esposo e hijo, los dos se sentaron en el comedor y platicaron de lo que les había pasado en el día, Changbin estaba feliz, no podía pedir nadamás que estar con las personas que más amaba con toda su alma
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Era de madrugada, para ser exactos, las 2:30 am.
-Amor... ~le habló Felix a su esposo abrazandolo por la espalda~ Amor ~se subió boac abajo y quejándose en el pelinegro, sin aplastar su pancita claro, y le dió un beso en la mejilla para que despertara~ ¡¡AMOR!! ~se quejó más al ver que su esposo no despertaba~
-Mmhh... ~se estiró un poco~ -¿Qué pasa bebé?... ~se tapó la cara con la sabana ya que la luz estaba encendida~
-¡Changbin! ¡Quiero un helado! ~hizo un pequeño berrinche pataleando en la cama~
-Babe ~lo miró con cara seria~ Me despertaste- ~agarró su celular para ver la hora~ a las 2:30 de la mañana ~le enseñó la hora a Felix~ ¿¡Sólo para pedirme un helado!? ¿¡ES ENCERIO!? ¡Tengo que levantarme temprano mañana!
-¡Tengo antojo! ~siguió pataleando~ ¡Tu dijiste que ibas a cumplir todos mis antojos! ~lo miró con los ojos cristalizados~ ¡Me va a dar algo si no me como uno ahora mismo! ~hizo berrinche arrastrandose por la cama y empezó a sollozar~
