Lee Minho, el Detective y Criminólogo más famoso y mejor pagado en Corea de Sur, queda a cargo del caso de la pequeña Park Yang Mi, quien es una víctima más de el criminal más buscado, J.One, el responsable de los asesinatos más crueles, y despiadad...
-¿¡QUIEN CARAJOS FUE!? ¡¡NADIE SE MUEVE DE AQUÍ HASTA QUE ENCUENTRE AL RESPONSABLE!!
-F-fui yo...
El peliazul cambio su cara enojada a una sin expresión al escuchar aquella frase, volteó a ver a donde provenía aquella voz temblorosa, todos los presentes dieron un paso atrás dejando a la persona que habló a la vista del jefe
Aquella persona era un chico alto de cabello negro, tenía un cuerpo delgado pero hombros un poco anchos y voz algo grave
-¿Con que Lee Jooheon es el héroe de los prisioneros?.... ~habló el peliazul con las manos atrás caminado lentamente~
Llegó al frente del pelinegro
En un movimiento rápido sacó un arma de su chaleco y lo apuntó en la cabeza con su cara aún sin alguna expresión
El chico apretó los ojos, y un peligris demasiado preocupado por su novio empezó a soltar lágrimas silenciosas
-Te quiero en mi oficina, ya ~dejó de apuntar al pelinegro caminando fuera de la sala hacia su oficina en el cuartel con un cara sin expresión, pero se notaba que estaba furioso~
-No, vayas Jooheon, tu no fuiste, no hagas ésto ~dijo un peligris sollozando~
-Tengo que ir Ki... Si no será peor...
-No vayas Jooheon, te va a matar... ~siguió insistiendo sollozando~
-¡¡AHORA!! ~gritó furioso el peliazul desde la entrada de la sala~
El pelinegro agarró las manos de su novio y sonrío a él, dejando un beso en ellas
-Solo no olvides que te amo ¿Si?... ~acarició la cara de su amado con la mano y sonrió intentando transmitirle tranquilidad~
-¡¡No!! ¡¡No me digas eso Honey!! ~empezó a sollozar más fuerte~
El otro chico solo volvió a sonreírle dejando un beso en sus labios y lo soltó para caminar hacia la oficina del jefe
Kihyun se tiró de rodillas al piso llorando, otro de los chicos presentes y su mejor amigo se agachó a su altura consoládolo
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-Entonces... Te crees más listo que yo ¿No?... ~dijo sentado en su escritorio cuando el pelinegro entró a la oficina, el otro se quedó en silencio~
De nuevo con su arma apuntó al otro desde donde estaba sentado, unos 2 segundos después rió un poco y bajó el arma
