Lee Minho, el Detective y Criminólogo más famoso y mejor pagado en Corea de Sur, queda a cargo del caso de la pequeña Park Yang Mi, quien es una víctima más de el criminal más buscado, J.One, el responsable de los asesinatos más crueles, y despiadad...
-¿¡ESTÁS SALIENDO CON EL SEÑOR KIM!? ~gritó sosprendido el pelinegro, no podía creer lo que sus ojos veían~
Bang y Kim se sorprendieron al escuchar las voces y se separaron rápidamente volteando a ver a los chicos en la puerta con cara sorprendida, los habían descubierto...
-¡¡NO MAMES!!
-¡Shhh! ¡No griten! ~el rubio calló a los dos y bajó de la mesa dónde estaba sentado para caminar hacía la puerta de la oficina~ No digan nada, solo entren rápido, yo les explico todo pero por favor bajen la voz...
Los dos chicos se miraron entre sí boquiabiertos y entraron viendo a Chan, éste cerró la puerta con seguro y después el pelimorado habló
-¿¡Encerio sales con el señor Kim!? ~exclamó bajo, casi en susurró alzando las cejas~
-Es que... Es algo muy complicado de explicar...
-¿Pero lo que acabamos de ver es real? Ustedes están... ~juntó sus dedos índices paralelamente chocandolos, dando a entender la seña de "juntos"~ ¿Saliendo?...
- Pues... ~suspiró pesado y después mordió su labio cerrando los ojos, tenía muchísimas cosas que explicar~ No sólo estamos saliendo ~suspiró de nuevo dando una pequeña pausa para después continuar~ En realidad... Estamos casados...
Chan enseñó el anillo de matrimonio que compartía con Kim, estaba en el dedo anular de su mano izquierda, ¿Cómo no lo habían notado antes?...
-¿¡QUÉ-!?
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Felix estaba mirando la pared fijamente mientras cantaba con voz grave y haciendo algunos agudos en algunas notas, cerró los ojos fuertemente sollozando mientras más lágrimas bajaban por sus mejillas llegando hasta su cuello
La tristeza y la culpa que invadían su cuerpo, lo tenían terriblementen mal, nunca se había sentido tan deprimido como lo sentía en esas horas infinitas, horas en las que por su mente solo pasaban viejos recuerdos alegres y la frase "nunca saldré de aquí" que su subconsciente le repetía a cada rato para seguir torturandolo
-¿Jeongin?... ~limpió sus lágrimas rápidamente y se acercó lo más que pudo al mencionado~ ¿Es-Estás bien?... ¿Que te pasa?... ~sus ojos se cristalizaron~
Jeongin estaba tirando en el suelo sin poder levantarse, temblaba mucho y su cuerpo simplemente no respondía, luchaba por abrir los ojos un poco para mirar al rubio a su lado
-Jeongin te vez muy mal... ~sus ojos se llenaron de lágrimas haciendo su vista un poco borrosa~ ¿Q-qué te ocurre? ~preguntó un poco exaltado mirando lo pálido qué estaba el pelinegro~
-F-Fe-lix.... ~habló con su mayor esfuerzo~
-¿¡Q-qué tienes Jeongin!? ~preguntó sollozando viendo como al contrario casi inconsciente~
