Dans le Noir [Miraculous Ladybug]

CHAPITRE 14

Su alrededor emanaba un silencio espectral...

Las sombras de la muerte asechaban sin cesar...

Marinette no podía pensar con claridad: estar a oscuras y atrapada en esa habitación no le brindaba nada más que desesperación. El peso de la incertidumbre recaía sobre sus hombros, y la presión era intensa en ella, una joven tan sensible e insegura bajo la máscara.

Sin salida, sin escapatoria; atrapada se quedará...

Sin un resquicio de luz que en sueños pueda encontrar...

"¿Por qué?", se lamentaba en la soledad, aún con la misiva en su mano temblorosa, y ella misma afectada en demasía. Aquel mensaje le había dejado muchas dudas que la obligaban a recordar momentos cruciales y relacionados con el gato enmascarado; situaciones que hubiesen desencadenado las paronirias que experimentaba hasta ahora.

Las palabras de Chat Noir y la amenaza en ellas contenida llenaron de angustia su corazón. Pese a ser una pesadilla, su entorno reflejaba tantas cosas que ni ella misma consideraba como parte de sus experiencias, como si los mensajes vinieran del exterior y no los que ella imaginaba... Una idea que quizás le haya abierto los ojos.

La carta se deslizó de su manos hasta posarse en el suelo frío. Entumecida hasta la médula, se llevó las manos a la cabeza y cerró fuertemente sus ojos, anhelando intensamente huir de ahí.

"¿Por qué?", sus labios liberaron otro sollozo, con profundo pesar ante el inexorable paso del tiempo y la calma arrebatada bajo esa oscuridad. Estaba peor que asustada, y ella misma no aseguraba permanecer fuerte ni un minuto más.

Era demasiado para ella...

No lograba comprender por qué su mente conseguía torturarla de esa manera. "¿Qué pude haber hecho para causar todo esto?"

Marinette denotaba sentimientos negativos en su mirar; no lograba asimilar lo que ocurría en realidad; sus pensamientos revoloteaban de un lugar a otro y se formaba un terrible caos en su interior... "¿Es un sueño lo que estoy experimentando? Y si es así, ¿por qué no puedo controlarlo? ¿Por qué no logro despertar por mi propia cuenta?"

Trató de normalizar su respiración, pese a que le costaba demasiado. Con tan solo recordar todo lo vivido en las pesadillas anteriores, su acompasado respirar se alteraba a tal punto de sentirse sofocada.

El tiempo corría en su contra...

Logró estabilizarse al cabo de unos minutos. Una vez que consiguió la calma -no del todo-, abrió los ojos y se asomó nuevamente a ver las rosas aún intactas. Pese a la oscuridad total, pudo divisarlas encima de aquella mesa.

Todo se complicaba cada vez más...

Ya no había marcha atrás...

Mirándolas unos segundos más, titubeó en tomar aquel par de flores. ¿Qué hará Chat Noir con ella cuando la encuentre? Lo más probable es que termine de la misma forma que en las veces anteriores, y peor.

Ella no deseaba una guerra entre ellos; no lo deseaba por nada...

Emitió un desolado suspiro y las tomó entre sus manos; las contempló por unos momentos y pasó delicadamente sus dedos por los pétalos tan frescos y suaves, con su aroma tenue y agradable...

Las intenciones de Chat Noir eran bastante confusas; sin embargo, debía acatarlas si no deseaba represalias. Si aquellas significaban tanto para él, entonces debía mantenerlas bajo cuidado para al menos calmar sus deseos asesinos.