Capítulo Nueve

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Veintitrés años atrás.

Camila cerró la puerta de su habitación y se dejó caer sobre la cama. Los sonidos de las charlas y risas flotaban por las escaleras mientras su hermano y hermana gritaban los nombres de sus amigos. Su madre sólo le había dado el visto bueno a cada uno para que invitaran a un amigo en las vacaciones de verano para la playa. Era un viaje que hacían cada verano en junio, alquilaban una casa en la playa en la isla de Mustang. Los dos últimos veranos, Camila había invitado a Emily y su madre asumió que Emily volvería. Camila se quedó mirando el teléfono en su escritorio. Emily estaría esperando ir. Eran amigas. La mayoría pensaba que eran las mejores amigas. Se dio la vuelta sobre su costado, metiendo sus manos contra su mejilla. A pesar de lo que todos pensaban, ella realmente no tenía una mejor amiga. Ella y Emily nunca hablaban de otra cosa que no fuese chicos o porristas o de su grupo de amigos. Nunca hubo nada más profundo. Sus conversaciones
eran tan superficiales como su amistad.
Lo que realmente quería hacer era invitar a Lauren Jauregui para que fuese con ella a la playa. Pero ¿se atrevería? La escuela había terminado casi tres semanas atrás y no la había vuelto a ver desde el último día en la escuela. La había alcanzado justo antes de que Lauren se alejara a toda velocidad en su bicicleta. Camila le había ofrecido llevarla a casa en su coche. Mientras se miraban la una a la otra, Camila se dio cuenta de lo estúpida que había
sido su oferta y transparente. Lauren tendría que tomar otro aventón de regreso a la escuela para recuperar su bicicleta. En los pocos segundos que sus ojos permanecieron unidos, Camila casi sugirió que pusieran la maldita bicicleta en la parte de atrás de su coche, cualquier cosa para pasar tiempo con Lauren. Pero fue demasiado tarde. Lauren le dio un guiño y una leve sonrisa de complicidad mientras empujaba su bicicleta.
Camila rodó sobre su espalda nuevamente, mirando al techo. Después de la fiesta de la piscina, se había puesto el objetivo de hablar con Lauren en la escuela. Cada vez que lo hacía, la atracción se volvía más fuerte. Era casi como si ella ansiara su cercanía. No lo entendía. No del todo. Era…era una atracción, sí. Tragó saliva y cerró los ojos. No había nada sexual, por supuesto. Ella no era una de esas chicas.

¿O lo era?
No, por supuesto que no. El hecho de que no hubiese ni una chispa con alguno de los chicos de Calloway no quería decir que nunca habría una chispa con un chico.
Miró de nuevo el teléfono. Realmente quería que Lauren fuese con ella. Quería conocerla. Tenía la sensación de que su amistad no sería superficial. Así que se puso de pie rápidamente, abriendo uno de los cajones de su escritorio y encontrando el directorio telefónico de Calloway. Había dos Jauregui en el listado. Cogió el teléfono y marcó el primero, el corazón le latía nerviosamente mientras sonaba.
Una señora respondió con un alegre "hola" y Camila dejó escapar el aliento.
"¿Puedo hablar con Lauren, por favor?"
"Oh, querida, lo siento. Ella no vive aquí. Soy su tía Valentina"
"Está bien. Voy a intentar el otro número".
Colgó rápidamente, avergonzada. Se quedó mirando el segundo número, memorizándolo, pero decidió no llamar. Ella garabateó la dirección, notando que la calle no estaba muy
lejos de la escuela.
No era de extrañar que Lauren montara su bicicleta. Ella agarró sus llaves y bolso y salió corriendo de su dormitorio, bajando las escaleras de dos en dos. Hizo caso omiso de Eduardo y Sofia que ahora estaban enganchados frente a la TV. Encontró a su madre en la cocina haciendo sándwiches para el almuerzo.
"Voy a salir" dijo ella elevando sus llaves para dar énfasis.
"¿A dónde? Es casi la hora del almuerzo".
Camila apoyó la cadera contra el mostrador al lado de su madre "Mamá, no creo que quiera invitar a Emily a la playa este año" dijo.
Su madre la miró, luego volvió a cucharear mayonesa del tarro "Pensé que habías pasado un buen rato con ella el año pasado"
"Lo hice. No es eso. Es sólo que...bueno, quiero invitar a una nueva amiga"
"¿Oh? ¿Quién?"
"Lauren. Lauren Jauregui".
Su madre se detuvo, volviéndose para mirarla "¿Lauren Jauregui? Nunca te había escuchado mencionarla".
Camila cambió su peso, sabiendo que no tenía ninguna razón para estar nerviosa, pero lo estaba "Ella fue a la escuela católica por lo que sólo ha estado con nosotros desde el primer
año. Estuvo en la fiesta de la piscina de Dianna el mes pasado" añadió como si eso hiciera toda la diferencia.
"Ya veo" Su madre la miró por un momento, luego volvió a sus sándwiches "Bueno, cariño, puedes invitar a quien quieras"
Camila sonrió con alivio y se inclinó besando a su madre en la mejilla "Gracias, mamá. Voy a hacia su casa, ¿de acuerdo?"
"Está bien. Ten cuidado"
Camila estaba casi mareada mientras conducía por la ciudad. Estaba muy emocionada para estar nerviosa y demasiado nerviosa como para pensar en lo que iba a decirle a Lauren.
Eso era, presumiendo que Lauren estuviese en casa. Podía tener un trabajo de verano. O peor, podía estar en su campamento de baloncesto. Camila se mordió el labio inferior. ¿Y si su campamento de baloncesto era en la misma semana de sus vacaciones?
"Oh, no. Por favor, eso no" susurró al coche vacío.
Redujo la velocidad al pasar por la calle donde ella normalmente cruzaba para dirigirse a la escuela, siguió otras dos cuadras antes de girar a la izquierda. Condujo hasta el final, viendo las señales en las calles hasta que encontró la casa de Lauren. Respiró profundamente, girando lentamente mientras sus manos se apretaban en el volante. Tal vez esto era demasiado pronto. Tal vez debería pensar en ello. Tal vez debería llamar en lugar de estar aquí.
Pero cuando se acercó a la modesta casa de Jauregui, encontró a Lauren golpeando una pelota de baloncesto en el estacionamiento, rotando y ejecutando un salto perfecto para tirar hacia la malla rota del aro de baloncesto. Estaba hipnotizada, mirando los músculos de las
piernas de Lauren mientras driblaba, disfrutando de la fluida gracia de sus movimientos, su piel pálida y un leve vislumbre de su vientre plano cuando su camiseta se elevó mientras saltaba nuevamente.
Entonces Lauren se detuvo y se volvió, sus ojos se encontraron a través del parabrisas del coche. Camila se dio cuenta de que todavía estaba en el medio de la calle, parada. Quitó su pie del freno, entrando fácilmente al estacionamiento de los Jauregui mientras Lauren se movía hacia un lado.
Lauren se inclinó y miró por la ventana abierta.
"¿Qué estás haciendo en los suburbios de este lado de la ciudad?"
Camila rió "Buscándote"
"Bueno, me encontraste"
Lauren dio un paso atrás, abriéndole la puerta. Camila salió, su nerviosismo regresó cuando
se paró frente a Lauren. Aunque no era exactamente pequeña, Camila todavía le concedió varios centímetros de altura a Lauren. Lauren también parecía un poco nerviosa mientras jugueteaba con el balón.
"¿Es aquí donde practicas?"
"En su mayoría"
Camila metió las manos en los bolsillos de sus pantalones cortos, tratando de parecer despreocupada, como si estuviese acostumbrada de aparecer en la casa de una chica sin
previo aviso. Se quedaron allí, con los ojos mirando alrededor, encontrándose, y rápidamente mirando a lo lejos, sólo para volver a encontrarse nuevamente.
"Entonces ¿estás disfrutando del verano?" preguntó Camila, mentalmente poniendo los ojos en blanco por su pobre intento de conversación.
"Ha estado bien. No he hecho nada, en realidad"
"¿Cuándo es el campamento de baloncesto?"
"A finales de julio"
Camila sonrió ampliamente "Grandioso"
"¿Grandioso?"
"Sí, grandioso" Ella dio un paso más cerca, incapaz de resistir la atracción "¿Quieres ir a la playa conmigo?" le mencionó
Las cejas de Lauren se elevaron "¿La playa?"
Camila asintió "Mi familia alquila una casa en la playa cada verano"
"¿Dónde?"
"La isla de Mustang. Está al otro lado de la bahía de Corpus, cerca de Port Aransas".
"Suena divertido"
"¿Quieres venir conmigo?"
Pasaron unos segundos mientras los ojos de Lauren buscaron los de ella, en busca de que, Camila no lo sabía. Ella le sostuvo la mirada, esperando que Lauren encontrara lo que
estaba buscando.
"¿Cuando... cuándo te vas?" preguntó Lauren, su voz sonaba extraña para Camila. Lauren se aclaró la garganta, y luego sonrió "Creo que sería divertido"
"Nos vamos dentro de dos semanas. Vamos a estar allí para el 4 de Julio y tienen un gran espectáculo de fuegos artificiales en la playa" sin pensarlo, su mano encontró la de Lauren y
apretó sus dedos "Por favor, ven." se dio cuenta de que sonaba como si estuviese prácticamente rogando y tal vez lo estaba. No podía explicarlo, pero necesitaba que Lauren fuese con ella.
"Sí" la voz de Lauren era casi un susurro. Se aclaró la garganta "Por supuesto, voy a tener que asegurarme de que está bien para mi madre" dijo señalando a la casa.
"Ella puede...ella puede llamar a mi mamá" Camila volvió a su coche y encontró un trozo de papel arrugado en el bolso. Garabateó el número de sus padres, y luego debajo de eso,
agregó el número de su línea privada "Aquí. Ese es nuestro número. El que está en la parte inferior, es el número de mi habitación"
"¿Así que si quiero hablar con tu dormitorio, puedo llamar a este?"
Camila rió "No, tonta. Vas a hablar conmigo. Estaré en mi habitación"
Una vez más, esa atracción invisible le guió a acercarse aún más. No podía resistirlo. Lauren no se apartó. Camila permaneció muy cerca, tratando de pensar en algo que decir, algo
que prolongara su visita.
"¿Tu...quiero decir, tú y tus padres, toman vacaciones durante el verano?"
Lauren sacudió la cabeza "No, en realidad no. Mi padre, él trabaja en Gas Ashwood por lo que pasa mucho tiempo fuera. Si vamos a alguna parte es para ver a mi abuela en New
Braunfels"
"New Braunfels es divertido" dijo Camila"Tienen ese gran parque acuático"
"Sí. He estado un par de veces".
"¿Tienes un hermano o una hermana?"
"No. Sólo yo. ¿Y tú?"
"Las dos cosas. Son gemelos. Diez años. Actúan como si fueran de ocho la mayoría de las
veces" dijo con una sonrisa "Y cada uno va a invitar a un amigo para ir con ellos, así que prepárate"
Lauren asintió con la cabeza y se jugó con la pelota entre sus manos "¿Puedo hacerte una pregunta?"
"Por supuesto. ¿Qué?"
"¿Por qué yo?"
Camila sintió el rubor cubrir su rostro inmediatamente. Sí, ¿por qué Lauren Jauregui? ¿Por qué no alguien más seguro, como Emily? ¿Más seguro? Trató de pensar en una razón para
darle a Lauren y no pudo encontrar nada más que la verdad.
"Quiero conocerte" admitió finalmente "Creo que podemos ser muy buenas amigas"
"¿Lo crees?"
"¿No es así?" Camila le sostuvo la mirada "Me gustas" Ella no estaba preparada para el revoloteo de su corazón cuando Lauren le regresó esas palabras a ella.
"Tú también me gustas" dijo Lauren casi en un susurro.

AMOR EN ESPERADonde viven las historias. Descúbrelo ahora