Capitulo Treinta

1K 72 0
                                    

En la actualidad.

Lauren vaciló en la puerta, preguntándose si debía irse. El coche de Camila no estaba así que obviamente no estaba en casa. Y ya que era la una de la tarde, debió ser obvio para ella que Camila no quería verla.
Llamó a la puerta de todos modos. Si no conseguía nada más, al menos conseguiría el número celular de Camila, de su madre.
La sra. Cabello abrió la puerta con una sonrisa, tirando de Lauren al interior "Te he estado esperando toda la mañana"
Lauren frunció el ceño "¿En serio?"
"Es un poco temprano para cócteles, pero tengo un poco de té dulce ¿Te parece bien?"
Lauren asintió y la siguió a la cocina. Había un sobre blanco en el mostrador con su nombre garabateado en él. Ella levantó la vista, descubriendo que la sra. Cabello la observaba.
"Es de Camila" dijo ella "Ven. Vamos al patio" le dio a Lauren un vaso y le hizo un gesto hacia el sobre, que Lauren agarró.
"¿Supongo que esto significa que no está aquí?"
"No. Se fue temprano esta mañana"
Ahora Lauren estaba muy confundida. Habría jurado que Camila había dicho que se quedaría hasta el viernes. Lauren dio la vuelta al sobre una y otra vez en sus manos,
abriéndolo finalmente y sacando una sola hoja de papel. Sí, Camila se había ido. Y no, no estaba interesada en ver a Lauren nuevamente. No había teléfono, ni dirección, ni la invitación a reunirse de nuevo. Un…gracias por un día maravilloso, un día que Camila
atribuyó a los viejos recuerdos y lugares familiares que les había nublado el juicio, regresándolas al pasado. Un día que ella atesoraría, dijo. Pero fue el último par de líneas
que casi rompió el corazón de Lauren.
Dudo que alguna vez nos veamos de nuevo. Te deseo nada más que felicidad.
Lauren dobló la carta, sujetándola firmemente en sus manos "Wow" dijo ella "No me esperaba esto"
"Probablemente no, no" señaló la silla a su lado.
"¿Lo ha leído?" preguntó Lauren, sentándose.
La sra. Cabello sacudió la cabeza "No necesito leerlo para saber lo que dice. Conozco a mi hija"
Lauren dejó escapar un profundo suspiro "Supongo que sabe sobre nosotras, entonces"
"Nunca he hablado con Camila, si es eso lo que quieres decir. No en ese entonces y desde luego no ahora. Nunca lo permitiría. Pero siempre sospeché, supongo. Y cuando llegó a
casa de la universidad, estaba tan afligida, tan terriblemente herida, que supe que no era sólo una aventura que había tenido. Sabía que era mucho más profundo que eso. Todo tuvo sentido entonces"
"Lo siento"
"¿Por qué? ¿Por herir a mi hija?"
Lauren se encogió de hombros "Éramos unas niñas. Nos enamoramos, sólo que no era una
clase de amor de adolescentes. Era mucho más que eso"
Se quedaron en silencio por un momento, y luego la señora Cabello la miró "Estaba enojada contigo al principio. Abrimos nuestra casa para tí, te incluimos en nuestra familia. Pensé que te habías aprovechado de ella. Nunca se me ocurrió que Camila era lesbiana" se rió en voz baja "Una porrista y reina del baile. No me extraña que lo odiara tanto"
"No me aproveché de ella. Fue completamente mutuo"
"Fue hace veintitantos años. Ya no estoy enfadada, Lauren. Camila obviamente lo había superado. Nunca pensé que lo haría. Verla tan angustiada, tan abatida...bueno, teníamos miedo por ella. No sabíamos nada acerca de tener un hijo gay. Leímos mucho sobre el
suicidio y todo…"
"Oh, Dios mío, Camila no…"
"No, no. Nada de eso. Pero nunca fue la misma después. Incluso ahora, sigue siendo tan cuidadosa con ciertas cosas. Y no hay que buscar culpables, Lauren. Sé que hay dos lados en
cada historia, pero no creo que ella volviera a confiar en nadie más. Y ciertamente no en tí".
No. Ciertamente no en Lauren. Podía leer entre líneas. Sabía que la carta de Camila era sólo una forma educada de decir que no, que no iba a arriesgar su corazón nuevamente. Ciertamente no con Lauren, de todos modos.
"No quiero entrometerme, pero supongo que estuvieron juntas ayer. ¿Tal vez reavivaron algunos viejos sentimientos?"
Lauren se sonrojó y apartó la mirada, sólo para escuchar a la sra. Cabello reír en silencio a su lado "No soy una vieja mojigata, Lauren. Tengo tres hijos muy diferentes. Y así como
Camila es muy cerrada y cuidadosa con su vida, Eduardo es todo lo contrario, siente la necesidad de contarme todos los detalles de sus hazañas. Además, si me encontrara con un viejo amante por quien aún tuviese sentimientos, lo más probable es que hubiese pasado el día con él exactamente igual como ustedes lo hicieron"
"¿Qué quiere decir con que todavía tiene sentimientos? ¿Camila le dijo…?"
"No. Pero ella escapó de nuevo. Es lo que hace. Si tuviera que adivinar, en su carta te dio las gracias por un buen tiempo y te deseaba una vida muy feliz"
"Más o menos, sí"
"¿Querías un resultado diferente?"
Lauren se levantó, sintiéndose avergonzada de estar discutiendo esto con la madre de Camila. Se paseó, con los ojos clavados en la piscina, el agua resplandeciente le recordaba la forma en que habían terminado ayer su jornada.
"Sí" ella se volvió, mirándola a los ojos "Sí. Quería un resultado diferente. Pensé, tontamente, que tal vez podríamos vernos, tratar de empezar de nuevo" ella sonrió, nuevamente avergonzada "Probablemente esto no es algo que usted quiera oír, pero la
atracción que teníamos en la secundaria todavía está allí. Ella todavía me quita el aliento"
"Tendría que estar ciega para no verlo"
"¿Qué quieres decir?"
"Lauren, querida, cuando mi marido, que rara vez tiene la menor idea acerca de estas cosas lo nota...confía en mí, está allí. ¿Por qué crees Camila huyó?"
Lauren alzó la carta "Bueno, obviamente, si ella lo siente, no quiere continuarlo. Y supongo que no la culpo"
"Bueno, trato de no entrometerme en la vida de mis hijos" ella sonrió "Pero nunca se es demasiado viejo para empezar a hacerlo ¿Tienes su número de celular?"
Lauren sacudió la cabeza
"¿Lo quieres?"
"Si no le importa... sí"
La sra. Cabello rió "Tengo el número de celular, oficina, fax. Lugar de residencia, dirección del trabajo. Número de su amiga Dinah también. Creo que hasta tengo el número de su jefe en alguna parte"
Lauren sonrió "Gracias. Yo...sólo quiero una oportunidad. Nuestra ruptura en ese entonces fue mi culpa. Fue estúpido, infantil y sin comunicación. Creo...bueno, creo que lo hubiésemos hecho bien juntas. Creo que todavía podemos"
"Tal vez deberías decirle eso a ella, no a mí"
Lauren asintió "Tienes razón. Y lo haré"

AMOR EN ESPERADonde viven las historias. Descúbrelo ahora