Capitulo Cuarenta

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En la actualidad.

Camila miró su GPS, asegurándose de que estaba tomando la calle correcta. Estaba tan nerviosa como una colegiala y en dos oportunidades, mientras continuaba su camino, había estado a punto de darse la vuelta y abandonar su viaje. Por supuesto, la lógica le decía que
debía haber llamado primero. Podrían haber hecho planes para reunirse. Habían pasado tantas semanas, que pensó se había extralimitado hasta el punto de ser descortés. Lauren no sólo le había enviado un regalo hermoso y caro, a juzgar por el sitio Web de Verónica Iglesias, sino que le había hecho una invitación.
Ven a verme.
Y Camila simplemente la había ignorado. No, gracias. Nada. Se dijo que nada bueno podría haber salido de ahí. No era tan tonta como para caer en esa trampa de nuevo. Pero la
escena de la fotografía había sido demasiado como para que ella pudiera superarla. Literalmente la había atrapado dentro de ella.
Se encontró mirándola, escuchando las olas, oliendo el aire. Si se quedaba el tiempo suficiente, estaba segura de poder ver el movimiento del agua, el sol moviéndose más alto, el pelícano solitario en la esquina, volando a la distancia.
Ven a verme.
Cada día se hacía más fuerte, la conexión. Ese vínculo invisible que la ataba a Lauren, ese vínculo que nunca se había roto. No mientras Lauren se alejaba de ella, no durante su alejamiento y, ciertamente, no ahora. Era tan fuerte como siempre, tirando de ella, haciéndole señas.
Fue la semana anterior cuando se incorporó en la cama, el sueño tan real que podía oler a Lauren, saborearla, sentirla. Sus ojos encontraron inmediatamente la fotografía, al lado de su cama. Fue en ese momento que supo que tenía que ir. No tanto el sueño, pero el hecho de
que ella había movido la fotografía de una habitación a otra, de la casa a su oficina, eso le dijo que ella quería, necesitaba, ir. Se había perdido por horas, mirándola, imaginándose a
las dos allí sentadas, mirando la salida del sol. Imaginando mucho más.
Decir que su trabajo había sufrido era un eufemismo. No pudo mantener el entusiasmo por el trabajo por más tiempo. Había escrito su último resquicio, redactado su último contrato. Les dio el preaviso de un mes, pero cuando no pudieron convencerla de quedarse, ni
siquiera con un aumento de sueldo generoso, le hicieron su liquidación. No estaba realmente sorprendida. Era un negocio despiadado y tenían intereses que proteger.
No estaba preocupada. Su cuenta de ahorros estaba llena y sería suficiente para mantenerse sin necesidad de tocar sus inversiones. También sabía que no tendría problemas para
encontrar un trabajo, pero nunca volvería a la industria del petróleo y el gas nuevamente. De hecho, era muy probable que cambiara de lado. Pensó que había muchas agencias ambientales y grupos sin fines de lucro que le encantaría tener su experiencia para luchar contra las grandes compañías petroleras.
Pero todo eso podría venir más tarde. En ese momento, tenía que encontrar Lauren.
Volvió a mirar su GPS. Estaba a sólo unas cuadras de distancia y respiró profundamente, tratando de ignorar la angustia que sentía. Recordó la última vez que había sufrido este tipo
de nerviosismo, su viaje a la reunión. Y entonces, como ahora, porque estaba a punto de ver a Lauren. No estaba tan preocupada esta vez como lo había estado entonces. Esta vez estaba fuera de sí.
¿Y si Lauren no había esperado por ella? ¿Y si Lauren había renunciado a ella? O peor, ¿y si había comenzó a salir con alguien?
No. Lauren esperaría.
Tenía que hacerlo.
Camila se detuvo en un lugar del estacionamiento, sonriendo al cartel en la pared. Publicidad Amanecer. Brooks y Jauregui. Era una escena hermosa de la playa y se preguntó
si Lauren lo había diseñado. Puso a un lado su nerviosismo al llegar a la puerta y se detuvo sólo un segundo antes de abrirla.
Se detuvo de inmediato, pensando tal vez que estaba en el lugar equivocado. No sólo estaba la oficina organizada al azar, sino que un hombre y una mujer estaban bailando. Se detuvieron, ambos con miradas de sorpresa en sus rostros, y luego riendo cuando se
separaron.
"Lo siento mucho. Tengo que estar en el lugar equivocado" dijo Camila, ahora un poco avergonzada
"Oh, no, cariño. Ésta cree que puede aprender tango, a pesar de que tiene dos pies izquierdos" él caminó hacia ella, poniendo dramáticamente una mano en su cadera y arqueó
lo que Camila juraría era una ceja perfectamente peinada "¿Cómo podemos ayudarle?"
La mujer también se acercó rápidamente "Sí, lo siento. Soy Allyson Brooks" le tendió la mano a modo de saludo y Camila la estrechó "¿Qué podemos hacer por usted?"
"En realidad estoy buscando a Lauren Jauregui" dijo ella. Levantando la tarjeta que Lauren le había enviado semanas atrás "¿Es este el lugar correcto?"
"Buscando a Lauren, ¿verdad?" sus manos volvieron a sus caderas "Soy Luis, por cierto. Y ¿usted es?"
"Lo siento. Camila Cabello. Lauren y yo éramos…"
"Oh, Dios mío. Viniste"
"Te tomó bastante tiempo" Luis añadió antes de que Ally lo empujara fuera del camino
"No le hagas caso. Por favor, pasa" ofreció Ally
"¿Lauren no está aquí?" preguntó Camila.
"No. Se fue"
El corazón de Camila se hundido. "¿Se fue? ¿Para siempre?"
"Oh, no. No, no" dijo Ally"Ella vivía aquí, en el apartamento de arriba. Compró una casa de playa en la isla de Mustang y sólo se está mudando esta semana"
"Ya veo" ¿una casa de playa en la isla de Mustang? ¿Estaba viviendo actualmente en su playa? Camila respiró profundamente "Supongo que debí haber llamado antes, pero...bueno, han pasado varias semanas desde que me invitó a venir y…"
“… ¿pensaste que ella podría decir que no?" Ally adivinó "Y para que conste, han pasado más de cinco semanas"
"Así que te ha contado…"
"Todo" agregó Luis.
"¿No tienes trabajo que hacer?" expresó Ally.
"Oh, ahora que lo bueno viene, estás preocupada acerca de mi trabajo. ¿No te parecía importarte antes, cuando querías tango?" dijo.
Camila sonrió por su conversación "Está bien. Tal vez sólo voy a hacerle una llamada rápida a ver si…"
"No, no" dijo Ally sonriendo maliciosamente "Voy a darte su dirección y vas a darle una sorpresa"
"Pero…"
"Oh, esto va a ser divertido. ¿Podemos ir a ver?"
Ally lo fulminó con la mirada y luego se volvió a Camila"Si hubieses llamado, ella no hubiese dicho que no. Me va a matar por decir esto, pero estaba tan afligida, tan sin vida
cuando no tuvo respuesta tuya. Compró esta casa en un arrebato y me alegro de que lo haya hecho. Eso puso un nuevo brillo en sus ojos. Pero tú eres lo que ha estado esperando. En
todos los años que la conozco, nunca le ha interesado nadie. Ahora sé por qué" Camila no sabía qué decir. Ella miró de Ally a Luis, luego de regreso a Ally. No conocía a estas personas y no estaba dispuesta a compartir sus sentimientos con ellos. Pero saber que Laurenestaba esperándola, que siempre le había esperado, casi le rompió el corazón. Tantos años
perdidos.
"Si no crees que a Lauren le importaría, apreciaría que me dijeses dónde está"
"Será un placer"

AMOR EN ESPERADonde viven las historias. Descúbrelo ahora