Capitulo Dieciocho

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En la actualidad.

"¡Oh, Dios mío!" Emily se puso en pie y gritó nuevamente "Oh, Dios mío. Mírate"
La mirada de Camila se alejó de su libro, siguiendo los movimientos de Emily. Oh, Dios mío, por cierto. Lauren se dirigió hacia ellas, su bikini cubierto con una camisa blanca de
natación, que no escondía nada. Absolutamente nada. Estaba bronceada de un color dorado, la evidencia de sus días en la playa. Sus piernas eran tan largas tal como Camila recordaba, sus músculos tensos, bien definidos. Piernas de corredora.
"¿Qué? ¿Demasiado vieja para un bikini?" preguntó Lauren mientras las dos mujeres la miraban.
"Te ves fabulosa" Emily se volvió hacia Camila y la señaló "Y yo que pensaba que Camila sería la única que lograría llevar un bikini"
Camila sintió que su rostro se ruborizaba mientras los ojos de Lauren se movieron sobre ella.
No había nada casual en esa mirada y Camila fue consciente de la mirada prolongada de Lauren sobre sus pechos.
"Estas tan hermosa como siempre" dijo Lauren en voz baja.
Camila sonrió "Gracias. Te ves sorprendente" se sintió complacida por el rubor que cubrió el rostro de Lauren.
"Toma mi silla" dijo Emily "Tengo que ayudar a Keaton" se fue, luego hizo una pausa, mirándolas "Mírense. No puedo creer que estén solteras. Tenemos que arreglar eso" dijo
mientras se alejaba.
"¿Soltera? ¿No sabe nada de Nina?"
Camila miró hacia otro lado "Supongo que no" No, nadie sabía de Nina. Nina ni siquiera sabía acerca de Nina. Ella ocultó su sonrisa, preguntándose si debería decirle a Lauren la verdad. No había una Nina. Por supuesto, ¿Cuan tonta luciría por eso? Entonces
tendría que confesarle por qué lo había hecho en primer lugar.
"¿Por qué no la has traído?"
Sí, ¿por qué, Camila? Forzó una sonrisa en su cara "Nunca ha estado aquí" dijo con sinceridad "Sería aburrido"
"¿Alguna vez has traído a algunas de tus amantes a casa para conocer a tus padres?"
Camila negó con la cabeza "No. No vengo muy a menudo. Vacaciones y esas cosas".
"¿Oh? Emily lo hace parecer como si vinieses cinco o seis veces al año"
Como siempre, Emily hablaba jodidamente demasiado "¿Qué hay de ti?"
"Es la primera vez que regreso, aunque no lo creas. ¿Recuerdas que mis padres se mudaron a San Antonio, poco después de haber comenzado la universidad?"
"Eso es correcto. Y tu padre murió de repente. Lo siento"
"Nos alejamos mucho, sobre todo después de su divorcio"
"¿Fue amargo?" Ella se echó a reír "Bueno, ya sabes lo que quiero decir. No creo que ningún divorcio sea un juego de niños"
"En realidad no fue amargo porque era lo que ambos querían. No me di cuenta de lo miserable que se sentían, supongo. Pero ellos siguieron sus caminos por separado y yo me
quedé un poco en el medio" Ella se encogió de hombros "Prácticamente los enloquecí cuando salí del armario con ellos"
"Sí, los míos también. Pero se recuperaron rápidamente"
"¿Y tu mamá nunca sospechó de nosotras? ¿Incluso después de que saliste del armario?"
"No. Al menos nunca lo mencionó. ¿La tuya?"
"Oh, sí. Fue lo primero" Lauren rió "Mi mamá te culpó, porque como bien sabes, las chicas buenas católicas como yo, jamás cruzaríamos esa línea"
"Si supiera cuántas líneas cruzaste" dijo Camila
Lauren suspiró "Sí, lo hice. Demasiadas".
De repente, tenía una mirada triste en su rostro y Camila se preguntó qué estaría pensando. También se preguntó si Lauren alguna vez iba a querer hablar de su ruptura. Porque ella tenía preguntas y necesita respuestas. Tal vez si ella tuviese algún tipo de cierre a las insistentes preguntas que había tenido todos estos años, bueno, entonces tal vez podría seguir adelante con su vida. Tal vez por fin podía dejar atrás el pasado. Por supuesto, eso sería admitir que su vida, su vida amorosa por lo menos, había estado suspendida. No era algo que quería admitir...o reconocer. Al menos no a Lauren. Porque después de todo, había una Nina en que pensar. Pero para ella, debía aceptar el hecho de que nadie la había tocado de la manera en que Lauren lo había hecho. Nadie la había tocado ni física ni emocionalmente. Incluso ahora, con veinte años a sus espaldas, todavía podía sentir esa chispa, todavía podía sentir el poder entre ellas. Se preguntaba si Lauren también lo sentía.
"¿Por qué rompiste conmigo?" susurró Camila.
Lauren se volvió, con los ojos llenos de reflexión y tristeza "Quería darte tu libertad"
"¿Por qué? ¿Porque querías la tuya?"
"No. Nunca quise a nadie más que a tí"
Camila se dio la vuelta, avergonzada por los celos que todavía sentía "Sin embargo, te acostaste con innumerables chicas, noche tras noche"
"Estaba tratando de olvidarte. Estaba tratando de sacarte de mi corazón, de mi cabeza. Era la única manera de poder hacerle frente. Lo siento"
"Lauren, yo nunca quise mi libertad. Nunca entendí por qué lo hiciste"
"No quería que tuvieses que andar a escondidas, Camila. No te merecías eso. Si no era la correcta, entonces…"
"¿De qué demonios estás hablando? Esta es la tercera o cuarta vez que has a aludido a ello.
¿Creías que había alguien más?"
"Te vi con ella, Camila. Fue hace veinte años, por lo que no hay necesidad de fingir por más tiempo”
Por mucho que quería hablar de esto, saber... Camila estaba demasiado furiosa para continuar la conversación en un tono racional "Me estás volviendo jodidamente loca con esas insinuaciones. Vamos a llegar al fondo y dejar de hablar en un jodido círculo" dijo levantando la voz.
Lauren sonrió "Wow, terminaste teniendo una boca sucia ¿no es así?" Ella se levantó y se quitó la camisa de natación, dejándola prácticamente desnuda "No quiero hablar de eso
ahora" caminó los pocos metros hacia la piscina y se zambulló en ella, creando apenas una salpicadura.
Camila la miró, con los ojos fijos en su figura elegante mientras se deslizaba bajo la superficie. No era justo. No después de veinte años. Debería haberla superado. Pero, maldita sea, si no sentía esa antigua atracción invadiendo su cabeza. Ella suspiró. ¿Y quién era esa chica misteriosa a quién Lauren seguía aludiendo?

AMOR EN ESPERADonde viven las historias. Descúbrelo ahora