Ella es fuerte porque ha sido débil.
Es valiente porque ha tenido miedo.
Es sabia porque ha sido ingenua.
Ella siempre lucha porque la han golpeado.
Es tía, amiga, amante, socia, hermana, confidente y una luchadora
Por eso y más es una reina y su no...
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Donna estaba sentada en una jaula fría y lejana donde A.R.G.U.S. la mantenía cautiva, no fue Savitar quien la secuestro sino los agentes del gobierno que de alguna manera lograron entrar a su casa y noquearla antes de poder defenderse y ahora estaba sin poder comunicarse con nadie, sin poder usar sus poderes y totalmente cautiva a merced de lo que sea que el gobierno planeaba hacer.
Donna giro levemente la cabeza viendo fijamente las cámaras frente a ella, no sabia porque estaba en ese lugar, todo lo que sabia es que cuando intentaba usar sus poderes, el collar alrededor de su cuello le soltaba un pequeña descarga eléctrico lo suficientemente fuerte como para detenerla, pero no como para matarla o desmayarla.
-de seguro te estas preguntando que es lo que queremos de ti- habla la voz de un hombre afuera de la celda y Donna voltea a verlo con curiosidad- veras Donna, queremos ver que no seas una amenaza para el mundo-
- ¿Layla sabe sobre esto? - pregunta con voz baja y neutra
-no, ella nunca permitirá algo como esto- responde el hombre señalando las instalaciones- esto es una instalación secreta de A.R.G.U.S. de la cual la directora Layla no tiene conocimiento alguno, de tenerlo la mandaría a destruir y te liberaría
- ¿Por qué creen que soy una amenaza? -
-vimos lo que hiciste con tu edificio ese día, ese poder de destrucción masiva no debería poseerlo nadie-
- ¿y que quieren de mí? -
-queremos solo mantener a las personas a salvo, ese es nuestro trabajo- responde el hombre y los ojos de Donna se iluminan de azul
-no soy un monstruo, no soy una amenaza- exclama apretando los dientes por el dolor que sentía del collar, pero sus ojos aumentaron ese color celeste
-eso lo sabremos pronto, mientras tanto puedes ver televisión y relajarte un poco- responde el hombre sonriendo con cinismo al ver a la poderosa meta humana bajo su poder
-esto no te durara mucho- responde ella viendo hacia la pequeña televisión frente a ella que pasaba una seria de los noventa
-tal vez, pero aprovecharemos cada minuto contesta yéndose de su vista y Donna bufa esperando a que su familia la encuentre pronto.
Pero cinco días habían pasado desde que ella se encontraba en esas instalaciones del gobierno, donde por esos días la llevaron a un bunker donde la atacaban con robots para ver el alcance de sus habilidades, Donna al principio no quería hacerlo, no quería darles ese placer, pero luego de varias fracturas y torturas no tuvo otra alternativa.
De sus manos salían esferas azules destruyendo a los robots que le lanzaban, uno la tomo del cuello y la alzo por los aires, pero ella uso sus poderes para mantenerse a flote y vencer a los que restaban, pero el militar que la vigilaba apretó un botón y decenas de robots la empezaron a rodear, Donna grito y una onda de poder salió de su cuerpo destruyendo todo a su paso.
