Ella es fuerte porque ha sido débil.
Es valiente porque ha tenido miedo.
Es sabia porque ha sido ingenua.
Ella siempre lucha porque la han golpeado.
Es tía, amiga, amante, socia, hermana, confidente y una luchadora
Por eso y más es una reina y su no...
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Donna se quedo en su cama boca arriba mirando el techo sin saber cómo se sentía mientras los recuerdos de la noche anterior invadían su mente.
H.R dándole una rosa.
H.R diciéndole esas hermosas palabras.
Llevandola a su casa.
El beso en la mejilla que le dio en la entrada de su casa antes de que se fuera.
Donna bufo frustrada mientras aventaba una de sus almohadas a la pared frente a ella, de vedad que no podía ni entender sus propios sentimientos cuando era tan fácil entender el de los demás y a pesar de toda la experiencia que tenia dando consejos a su sobrino y a sus amigos, ahora no había ningún consejo para ella misma.
Si fuera alguien mas a quien le pasara lo que le está pasando a ella la respuesta seria fácil, ir tras la persona que amas sin miedo a que te rechace o quedar en ridículo porque por amor vale la pena pasar vergüenzas.
Pero ahora que era ella la de la situación no tenía ni idea de lo que debía hacer, era ridículo los consejos que había dado por años ¿Cómo va valer la pena quedar en ridículo por amor?
- ¿Qué voy a hacer? - se preguntó en voz alta sentándose en la cama cuando el timbre de su casa suena varias veces y Donna suspira poniéndose su bata de seda, sus pantuflas y baja a abrir la pueta quedándose paralizada al ver quien era el que tocaba
Del otro lado de la puerta estaba H.R con unas bolsas que parecían llevar comida por el increíble olor que desprendía de ellas.
-buenos días my lady- exclama H.R haciendo una pequeña reverencia que sonrojo a Donna- pensé que despertarías con hambre así que me tomé el atrevimiento de traerte el desayuno- dice mientras entra a la casa de Donna cuando ella le abrió mas la puerta para que él pudiera entrar.
-gracias, es muy considerado de tu parte H.R- murmura Dona cerrando la puerta y siguiendo al hombre hasta la cocina quien como si fuera su propia casa empieza a sacar platos y vasos de las puertas y poniéndolas en la isla de la cocina.
-oh no fue nada, me gusta hacer estas cosas de esta manera me siento útil- responde H.R sacando el desayuno de las bolsas y poniéndolas en el plato- espero que te guste el omelet de queso, no sabia bien si te iba a gustar o no-
-me gusta, gracias- responde Donna el balbuceo nervioso de H.R quien sonríe abiertamente antes de servirle jugo y sentarse frente a ella para ambos desayunar.
-algo que me gusta de ti es tu sonrisa- habla de la nada H.R mientras seguía comiendo
- ¿mi sonrisa? -
-si, es hermosa y es sincera...tus ojos reflejan la alegría que sientes al sonreír, hay personas que cuando sonríen sus ojos están inexpresivos, vacíos y parecen el guasón sonriendo de esa manera- Donna se ríe un poco
