Capítulo 11: EL INVIERNO EN SU PIEL

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No olviden votar por el capitulo, y comentarlo, de antemano es mi primer fic, cualquier error, lo tomare en cuenta, los quiero.

Zemo

Estoy sentado a orillas de la habitación, donde está la cama en donde han hospedado a James, llegamos en el Jet a Riga, pude alquilar una ambulancia privada para que lo transportaran a la casa que alguna vez fue de mis padres, el médico y la enfermera han estado pendientes de James, pues me informaron que tiene una contusión cerebral tras la caída de algo sobre él, el vagón pensé.

Podría perder la memoria por un corto plazo cuando despierte, si es que lo hace- dijo el doctor.

Y en lo que suturaba y trataba de que no perdiera más sangre, pues tuvieron que colocarle 3 pintas más, fue cuando James empezó a fallarle la respiración y solo escuchaba el pitido de la máquina, el doctor procedió a usar de vuelta el resucitador, pero no funcionaba, me acerque pero me lo impidieron y Sam tuvo que jalarme de un brazo para estar fuera.

Entonces Sam se sentó frente a mí en el corredor de madera que tiene la casa y me dijo.

-Si el muere, tu serás el culpable y te vas a pudrir en la cárcel Zemo.-tenía un tono furioso pero era entendible, es su mejor amigo después de Steve.

- Sam, va a estar bien, tiene a los mejores atendiéndolo.

Sam se levantó y se acercó hacia mí, tomándome por el cuello me levanto y me quede contra la pared, como era más alto, yo estaba en puntillas, él no me asfixiaba, pero no era el tipo de collar que a mí me gustaría tener, bueno, mientras me dijo- James es mi único amigo aquí- entonces sus ojos se llenaron de lágrimas y sentí que me fue soltando- no quiero que se vaya como lo hizo Steve.

En definitiva me soltó se sentó esperando noticias, como yo, quizá estaba tan bloqueado que siento tristeza pero no puedo llorar y Sam no lo hizo porque no quiso hacerlo, fui por una taza de té con un poco de vodka.

Y me senté a esperar, sea lo que fuera, preferiría no estar sobrio.

-¿Eso es vodka Zemo?-me dijo Sam.

- Digamos que de alguna forma preferiría enterarme de lo que sucede sin estar sobrio-dije mientras bebía un sorbo- ¿quieres? Obvio no de mi taza.

-Claro-contesto y cuando me levante por ella solo se rio- era sarcasmo Zemo, no quiero beber nada por el momento.

Para cuando el doctor volvió, no tenía buenas noticias, pues aun si James no había muerto, esta inconsciente y no sabemos cuánto tiempo estará así, es como si estuviera muerto, todos están al pendiente de la situación en caso de que surja algo peor, pues todavía le están haciendo unos exámenes.

James está ahí, dirían que tenemos que estar felices de que no se ha ido, Sam y yo nos turnamos aun cuando dicen que no es necesario porque ellos lo están observando, pero aproveche ahora que el doctor se ha ido porque alguien lo va a relevar, y que la enfermera se ha ido a comer para quedarme un momento, el momento más íntimo que hemos tenido después del baile aquella tarde.

Me acerco hacia donde él está, lo observo, hay una sillita cerca, la arrastro hacia la cama, parece dormido cual cuento de hadas donde te reviven con un beso, pero él esta entubado, su piel luce tan pálida, blanca como la nieve, tiene los labios rojos entrecerrados, lleva una bata blanca, es como si vieras a un muerto, si no fuera porque tiene algunos aparatos cerca sonando, no podría diferenciarlo, es ahí cuando una lagrima recorre por mi mejilla, si no lo hubiera abandonado aquella vez en el vagón cuando me grito, no hubiera caído este sobre James, porque luego logro salir como pudo y parecía todo bien hasta que se desmayó en el coche.

James me recuerda a Blanca Nieves, me gustan los cuentos, si pudieran observar a James, dirían que esta dormido, y lo esta, tiene su corto cabello sobre la frente, sus ojos azules ya no se perciben porque no los ha abierto desde que se desmayo, si el cuento fuera cierto y un beso lo levantara de ese sueño profundo, yo seria capaz de dárselo, solo para intentar que  el volviera, porque mis sentimientos no pueden ocultarse ya, soy un hombre nuevo desde que salí de prisión, nunca reparare ese daño, lo se, pero también sé que merece empezar de cero, lo quiero y ya no puedo ocultarlo.

- James, dulce James, si pudieras verte como yo te veo ahora, quedarías tan fascinado con lo bello que eres mientras duermes, no todo el mundo se ve así, es decir, eres tan sublime-moví mi cabeza en cada ángulo posible, siempre he sabido apreciar las facciones de la gente, la belleza sutil cuando no son conscientes, lo hacia con mi esposa cuando despertaba cada mañana antes que ella, cuando el sol pasaba la ventana y su luz daba a su rostro, era inigualable, la miraba hasta que despertaba, era un desafío que estaba dispuesto a aceptar levantarme muy temprano, ver el amanecer y verlo en ella, nada mas, así veo a James hoy, es muy extraño esto, porque significa que lo quiero, intensamente.

Paso mi mano por mi mejilla que está caliente, pero suelto en llanto, lento y doloroso, de los que no quieres que nadie te escuche para que no te pregunten que te sucede, tengo mi cara lavada en lágrimas cubierta con mis manos para evitar siquiera un sollozo, es entonces cuando pongo sobre mi rostro para secarme un poco de la sabana en la que esta James, hasta que me doy cuenta, la suelto y prefiero acostar mi cabeza sobre ella, cerca del brazo de James, me aterra tocarlo porque ya está frágil, mi mano se vuelve temblorosa cuando la acerco a él, logro tocar sus dedos, los acaricio hasta tomar su mano por fin, y la aprieto, en efecto, esta fría, pero debe ser por el clima, pues está próximo a invierno, me asusta el hecho de pensar en que si pasa un tiempo y James no reacciona, va a morir.

BarónWinter: Un Romance InvernalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora