Plan De Supervivencia De Los Hermanos Ryddle

Primer Arco : 4

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Los Hermanos Ryddle En El Mundo Mágico

Capítulo 4

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Malentendidos
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Draco dio un pequeño suspiro, miró de reojo la puerta de acero que tenía inscrito algunas runas, no podía entenderlas todas pero algunas eran claras como 'restricción a lo oscuro', 'mantener alejados a aquellos que no deben ser vistos'. Ver que no sabía mucho de runas se planteó la posibilidad de estudiarlo más a fondo, no era malo en esa rama pero sinceramente incluso en su otra vida no había puesto mucho esfuerzo en aquello, quizás porque Granger siempre fue la primera que poco a poco se descuido.

Los meses habían pasado más rápido de lo que él pensó, visitó muchas veces la honorable casa Black e incluso Arthi lo acompañó una vez, ahora como se había previsto se iniciaría la adopción mágica, la magia de Tom por fin reconocería a Arthi como su hijo y heredero, se sentía bien para ser sincero pero era aburrido estar esperando afuera y según tía Bella esto tardaría demasiado así que dejando a Artemis para avisarle si algo pasaba subió escaleras arriba para aprovechar y leer un poco más, en todos esos años eso sería lo único productivo que haría debido a que Arthi era el centro de atención pero una vez más no le molestó ser apartado.

Unas horas más tarde Tom subió con una dormido Arthi, asintió con la cabeza y lo llevó a su cuarto, Draco lo reconoció como que estaba entre agotado, feliz y preocupado, le resto importancia mientras le pedía a su elfo Tinki llevarlo a pasear, en los últimos meses como frecuentaba la casa Black poco a poco Tinki fue asignado para llevarlo y ver que todo fuera seguro, además Draco confiaba en el elfo. Poniéndose una capa cubrió su cabello y tomó la mano del elfo, pronto se vieron en un barrio muggle común dentro de un callejón para no ser vistos. — Tinki pregunta al amo si desea ir a algún lado en específico. — Mirando a cualquiera lado se encogió de hombros.

— ¿Puedo ir a comprar libros? — Asistiendo Tinki lo le dio indicaciones y que vendría a recogerlo dentro de un par de horas, una vez hecho esto Draco se encaminó a una librería a la cual frecuentaba, a veces le gustaba leer alguna novela, lo ayudaba a relajarse y la amable señorita a veces le preguntaba sobre el libro que llevaba, en ocasiones terminaban en una amable conversación sobre el último libro que haya leído el rubio. Al entrar como casi siempre no había casi nadie, sólo estaba la vendedora y un chico mayor que ojeaba los libros en un estante cercano.

Sintiéndose bastante familiar con el lugar fue a la sección de fantasía y empezó a mirar los libros, no habrá pasado más de unos minutos cuando sintió a alguien a sus espaldas y girando el mismo chico que había visto cuando entró se le acercó. — Hey… — Con una voz amable se le acercó, de cabello negro y largo, ojos azules, muy diferentes a los de él y Arthi, opacos, casi sin vida, esos ojos de alguna manera le hizo dar unos pasos atrás, el chico habría de tener unos 13 o 14 años años. — Lamento molestarte, me llamo Asen y estoy de visita con mi tía pero ella está ocupada y he decidido salir a comprar libros, sin embargo no encuentro nada de mi interés, pareces ser alguien que le gusta leer entonces pensé… — El chico empezó a divagar y Draco pensó en sí se callaría en algún momento, lo trataba como si tuviera su edad, ¿No, notaba que era un niño de 9 años?

— Un placer Asen, me llamo Draco y los libros se organizan en género, no sé cuál pueda gustarte pero si te das cuanta las estanterías tienen placas para clasificarlos, ¿Dijiste que estás de visita? Bueno, al frente de aquí hay una tranquila cafetería donde puedes leer sin problema, yo voy ahí. Si tienes problemas para escoger tu libro puedes pedirle alguna recomendación a la señorita Caroline. — Dijo y el contrario pareció ligeramente sorprendido antes de sonreír y asentir, Draco pensó que eso sería todo pero 15 minutos después de obtener un prometedor libro e ir a pagarlo este volvió a acercarse.