Primera Cita

204 37 11
                                    

Harry acomodó su camiseta una vez más, los nervios lo estaban comiendo vivo.

Jamás se lo había planteado, a pesar de las mil veces que se lo había preguntado, pero ahora que había pasado había caído. Iba a tener una cita con Louis, Louis Tomlinson.

¿Cómo alguien como él pudo conseguir una cita con alguien como Louis?

Louis siempre era el centro de atención, su fachada de niño dulce y su actitud de chico malo. Todos querían salir con él, pero nadie era aceptado.

Pero Harry si, él no tiene dinero, ni popularidad, ni siquiera tiene una universidad asegurada, pero Louis le aceptó y él no sabía ni como.

Miró la hora y se echó perfume. Empezó a caminar hacía la casa de su cita, pero no sin antes saludar a su amigo con un abrazo.

-Mucha suerte ricitos no la cagues, es Louis Tomlinson - Se burló Liam.

¡Y como si no lo supiera!

Había estado toda la semana nervioso intentando practicar todas sus líneas, temas de conversaciones e historias. Controlar sus nervios, también. Aunque él fuera un chico seguro de sí mismo, al estar al lado de Louis todo ese valor desaparecía.

Caminó hasta la casa de Louis y se detuvo en la puerta. Miró la hora, las 14:00 pm, estaba en la hora exacta, tocó el timbre, sintió unos pasos venir rápidamente y se asustó, pero se relajó al ver que era el amigo de Louis.

-Harry, ¿Qué quieres? -Habló Zayn.

Antes de que pudiera contestar, Louis bajó por las escaleras rápidamente y movió a Zayn de la puerta.

-Hola Harry. - Louis habló. - Voy a salir con él. - Le dijo a Zayn, el cual le miró sorprendido, Louis saliendo era novedad, y aún más con Harry Styles.

Les deseo suerte y les dejo irse. Louis miró a Harry y abrió la boca, se veía increíble.

Esos jeans ajustados le quedaban estupendos con sus piernas y esa camiseta ceñida color azul era increíble.

Harry no había tenido la oportunidad de decirle, pero ese azul era su color preferido. -Te ves increíble.

Louis escuchó las palabras del menor y se sonrojó. -Gracias, Harry.

Harry se estremeció al escuchar su nombre venir de su boca, era como una melodía para sus oídos.

El resto del camino fue silencioso, pero no incómodo, con las múltiples miradas que Harry mantenía en Louis y las risas que el mayor echaba pudieron conformarse.

Se adentraron a la cafetería a la que Louis le había dicho a Harry para ir y pidieron sus cafés.

El silencio los inundó nuevamente, pero esta vez Harry no iba a dejar que ganara.

-Así que ¿Eres salvavidas? -Dijo el menor.

Louis se rió y de ahí se desenlaza una larga conversación.

-Yo le digo socorrista, pero el salvavidas queda bien, como ¡Heróico, como Superman!

Ambos rieron por lo que Louis dijo y continuaron hablando.

-Y dime, ¿Qué te gusta? Cuéntame sobre ti, estoy completamente interesado.- Louis sonrió y contestó.

-Mhm, vale. Mi nombre es Louis Tomlinson, por si no sabías.- Ambos rieron- En fin, tengo 19 años, mi animal favorito es la tortuga, en realidad uno de mis sueños es ir a ese acuario que hay en Londres, en el que puedes nadar con ellas.

-¿Por qué nunca fuiste? -Interrumpió el ojiverde.

-Supongo que nunca tuve tiempo o una persona para ir, pero no importa. Mi color favorito es el rojo. Estoy estudiando economía, ¡No sé qué más decir!

Harry sonrió, seguía soñando, tenía a Louis Tomlinson frente a él, en una cita y con una hermosa sonrisa.

¿Podría ser esto un sueño?

-Cuéntame tú ahora -Dijo el mayor.

Harry pensó por un segundo y luego comenzó a hablar.

-Tengo 18 años.

-Oh, eres un niñito. - El mayor se burló, ganándose una mirada fulminante de Harry, este no le tomó más importancia y continuó hablando.

-Estoy estudiando para ser auxiliar de enfermería. Me gustan los unicornios y...-Nuevamente fue interrumpido por el ojiazul.

-¿Los unicornios dijiste? - Harry asintió y Louis comenzó a reír, el menor no podía enojarse con él, menos al ver su hermosa sonrisa.

-Son preciosos, Louis -Se excuso.

-No existen, Harry -Tomó un sorbo de café.- Lo siento por ti.

Harry bufó. -Nadie sabe si existen, son como las sirenas, puede que se oculten, son muy inteligentes.

Louis le miraba incrédulo, este chico estaba loco o era tonto. -¿También crees en las sirenas?

Harry asintió orgulloso. -Y en los duendes. -Agregó.

Ambos empezaron a reír y siguieron hablando de temas al azar. Conociéndose de a poco, la base del comienzo de una relación amistosa con alguien era conocerse.

-¿En serio te dedicas tanto al piano? -Dijo Harry.

-Hey, ¡tú te la pasas en la guitarra y no te digo nada! Además, soy un muy bueno tocándolo - Dijo orgulloso el mayor. Harry río y negó con la cabeza, este chico era más increíble de lo que se había imaginado.

Siguieron conociéndose de a poco, hablaron de su familia, de sus hobbies, de sus vidas.

-Eres muy popular, por lo que veo.- Louis asintió a las palabras de Harry.

-Si, eso creo. Realmente no entiendo porque.

《Eres prácticamente rico, guapo y todos los chicos te desean, a la vez que las chicas lloran porque eres gay》Pasó por la mente de Harry.

El menor simplemente elevó sus hombros en señal de no tener idea de por qué y continuaron hablando.

-¿Y a qué universidad irás?

La pregunta temida llegó para Harry.

Se puso nervioso y él empezó a golpear las uñas en la mesa.

Finalmente contestó.

-Creo que iré a la universidad pública de Londres y listo -Intento ser sincero.

Louis se sorprendió. -¿Pública?

La había cagado, la sinceridad a veces no es buena.

Cambio de tema rápidamente. -¿Sabes que mi color favorito es el azul?

Louis miró la camiseta que traía puesta y río. -Pues ¡Atiné! -. Rieron.

El tema quedó en el olvido y siguieron hablando de trivialidades. La tarde pasó rápido, la cita que se supone debía terminar a las 17 estaba terminando a las 20 horas.

Harry esperaba que eso fuera buena señal, y estaba casi seguro de que si.

El menor acompañó a Louis hasta su casa y lo llevó hasta la puerta como todo un caballero.

Louis sonrió y mordió su labio. Le agradeció y empezó a despedirse.

-La he pasado bien -Dijo el mayor, Harry no pudo evitar sonreír- ¿Nos vemos mañana?

Harry asintió y Louis entró a su casa, el menor caminó tranquilamente, pero al doblar la esquina empezó a festejar.

¡Todo había salido bien!

Ojalá siguiera así.

Las siete citas [L.S]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora