Las siete citas [L.S]

💘FINAL💘

Podría haber jurado, en ese mismo instante que le vi, que no volvería a ver a ningún hombre de la misma manera.

Era un ángel, no podía creer que ese hombre pudiera provenir de otro lugar que no fuera el mismísimo paraíso. Se paseaba por el pasillo hasta su casillero, lo veía siempre a diferentes horas, a veces corriendo para llegar, otras arrastrando sus pies mientras tomaba una taza descartable de café de la cafetería de la escuela. No importaba cómo lo viera, si todo despeinado y recién despierto, o corriendo con una sonrisa de oreja a oreja que enamoraba, siempre para mí él se veía más hermoso cada día, aunque lo sentía cada vez más imposible.

No recuerdo cuantas veces traté de salir con él, todas me rechazó, todas se burló de mí, fingiendo que iba a aceptarme pero a último momento me rechazaba, pero yo me conformaba con tener unos segundos más de su exquisita voz gracias a sus malvados chistes. Jamás iba a desistir de estar con ese chico, sería estúpido dejar ir a un ángel. Además, había algo en él que me intrigaba, era demasiado inocente para ser el típico niño tierno y mimado de mamá y papá con dinero. Él era diferente, quería saber porqué, me interesaba su vida, todo lo que atravesó hasta llegar a ese punto. Mil preguntas corrían en mi cabeza todo el tiempo; ¿Cómo besará? ¿En serio su compañero de casa es Zayn, es también su novio? 

Todo el mundo hablaba de él. De Louis Tomlinson, el chico que parecía ser un santo, pero que podía ser despiadado y cruel si se lo propusiera, sin nunca perder el encanto de ser tan adorable. Me encantaba, lo necesitaba, incluso estaba apunto de tener una obsesión con él, y el destino me estaba torturando, ya que siempre me topaba con él en todos lados. En el Centro, mientras un chico le compraba unas rosas y él sonreía avergonzado, bajo un árbol leyendo en el parque justo cuando yo deseaba salir a dar una vuelta, incluso en el centro comercial con sus amigos comprando barbaridades mientras yo hacía compras con Liam, si al mirar y desear le llaman compras.

Desde el primer momento en que le vi, supe que haría lo imposible por estar con él, pero cada día lo sentía más lejano, aunque jamás fuera a demostrarlo. Soy perseverante, y no me iba a detener en un simple no, él seguía soltero y no nos iríamos a ningún lado por un buen rato. Seguiríamos en el mismo colegio, tomaríamos el mismo autobús cuando su padre no pudiera llevarlo en su increíble auto. Siempre lo vería, aunque él nunca me vio a mi en ninguno de esos lugares.

El día en que me lo encontré en la playa, recostado bajo una sombrilla con una camiseta ceñida a su perfecto cuerpo y unas bermudas por arriba de sus rodillas que le quedaban que me derretía ahí mismo. Me acerqué, esta vez con la inocente intención de hablarle, aunque todo terminó en un arrebato por molestarle y tirarle al agua, incluso no sé de donde saque el valor de mirarlo a los ojos y decirle, una vez más, arriesgando mi orgullo, si quería salir conmigo. Ya estaba esperando su broma, su manera de ridiculizarme, su rechazo, pero no.

Louis Tomlinson aceptó darme una oportunidad. Siete citas, y si lograba conquistarlo sería mío cómo deseaba que él fuera.

Mi familia y yo no teníamos dinero, me estaba hundiendo en las cuentas cada vez más y más si no fuera por mí mejor amigo, Liam, que me conseguía empleo cada vez que decidía intentar nuevamente. Necesitaba tener a Louis, lo anhelaba con todo mi cuerpo, mi estómago gritaba su nombre, así que trabajé toda la noche en un veinticuatro horas, aquellas grandes estaciones de gasolina que se encuentran abiertas todo el santo día. Trabajé duro, incluso algunas veces trabajé de día a pesar de que debía faltar a actividades importantes y posponer mis citas con Louis por la noche, todo simplemente por poder pagarle todo lo que otros chicos sí podrían darle, pero yo no. Y valió la pena totalmente, por solo ver su sonrisa en cada detalle que ponía de mi alma en cada cita.