Invitación

211 32 23
                                    

Louis se encontraba en la preciosa playa de Brighton tomando el sol. Era una tarde perfecta, se encontraba tomándose un descanso de todo y de todos, no debía preocuparse de que nadie le molestase y eso le encantaba.

-¡Hola Lou! -Escuchó una voz a su lado.

Y como si se tratase de una broma del karma, Harry apareció para terminar su tranquila tarde.

Conociendo al menor, se sentaría a su lado y hablaría de mil cosas a la vez sin parar. Suspiró antes de sentarse sobre su toalla y quitarse los lentes. Le dedicó su mejor sonrisa falsa, el chico rizado no tenía la culpa de arruinar su día.

Bueno, en parte sí, pero Louis no quería ser mala gente.

La sonrisa falsa no duró mucho al ver al chico rizado frente a él. Harry se encontraba sin camiseta y con el pelo mojado, seguramente acababa de salir del agua. Las gotas caían por su pecho y se veía especialmente guapo.

Pero claro, eso jamás lo admitiría Louis, él era demasiado orgulloso.

Era el gran Louis Tomlinson, a él nadie podía parecerle lindo, solo podía dejarse coquetear y conformarse.

-Hombre, Harry ¿Qué tal? -Decidió hablar, el rizado sonrió, pensando que lo había pillado por fin de buen humor. Se sentó a su lado, haciendo que pequeñas gotas cayeran sobre el mayor de los dos.

-Mierda, ten cuidado, está fría el agua. - Habló irritado, como siempre el ojiazul era con el rizado.

Harry río por lo fácil que se enojaba el ojiazul. -¿No te has metido? Esta preciosa, venga vamos. - Dijo el menor e intentó hacerle parar, Louis hizo fuerza para que no pudiera levantarlo, parecían dos niños pequeños tironeandose el uno al otro.

-Hey Harry, eso no...

Y sin hacerle caso dejó de tironear y fue directo a él, le levantó como a una princesa y empezó a caminar al agua. -Harry, te juro que si me tiras no te hablo más en la vida.- El menor hacía oídos sordos a los golpes y gritos del ojiazul.

Llegaron al agua profunda y Louis volvió a amenazarle. -¡Harry, el agua me esta rozando el puto culo! ¡Se me está congelando! ¿Puedes volver a la arena?

Harry sonrió y se río un poco, Louis frunció el ceño, esto no era para nada divertido.

-¿Acaso no sabes nadar o algo? -Se burló el rizado, una sonrisa se dibujó en la cara del menor al escuchar eso.

-¿Qué dices? Si yo soy socorrista - Rieron.- Pero como buen socorrista que soy debo vigilar desde la arena.

Harry negó con la cabeza y mordió su labio. -Los socorristas también deben divertirse.

Y sin decir más soltó el cuerpo del mayor, haciendo que este gritara antes de hundirse en el agua. Al salir, empujó al menor, el cual se estaba riendo.

-¡Puta madre Harry!

El rizado se río, y a los segundos el ceño fruncido de Louis se suavizó al ver los hermosos hoyuelos del rizado y empezó a reír junto a él. El menor le miró con amor, jamás le había visto reír, y le provocaba demasiada risa y a la vez ternura.

-¿Quieres salir conmigo? - Louis bufó y le miró divertido.

-Tú, Harry ya te he dicho lo mismo mil veces, ¡hasta ayer! - el nombrado no pudo evitar reír, sabía que el mayor era testarudo, necio y arrogante, pero él estaba loco por ese chico de ojos azules y no se iba a rendir.

-Dame una oportunidad para que te enamores de mi.

-Estas loco de remate.

-Una semana para enamorarte, siete citas, y si aun no quieres salir conmigo, dejaré de molestarte, ¿aceptas?

Le miró dudoso, pero luego sonrió de lado. -Acepto.

Harry no sabía qué pensar, ¿realmente había dicho que sí? -Empezamos el lunes.

-Claro, el lunes te espero.

Sonrió, y el mayor, a duras penas, también lo hizo. -En fin, creo que volveré a mi bonito lugar en la arena, el agua es para tontitos como tú. - Dijo divertido y caminó hacia la orilla.

Harry solo se dedico a ver la alta figura de Louis caminar, no podía creer que por fin, después de tanto tiempo, había conseguido una cita con él.

Es más, siete citas, no una.

Era como un sueño hecho realidad.

Y no lo iba a desaprovechar.

Las siete citas [L.S]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora