Louis saltó nuevamente a otro tronco del suelo.
—¿Falta mucho? Soy más de ciudad y menos de naturaleza —Dijo el ojiazul.
Harry rió por el comentario del otro y tomó su mano, haciendo que caminara más rápido.
Era sábado por la mañana, normalmente el ojiazul no se levantaba a esas horas, es más, quien osara levantarlo lo apuñalaría si hiciera falta, pero con Harry era distinto.
Louis se rió y empezó a correr a su lado.
—¿Realmente quieres jugar una carrera conmigo? Mala elección —Desafió el rizado, antes de comenzar a correr detrás de él.
Ambos corrían desenfrenados por el precioso bosque. Louis jamás hubiera hecho esto con nadie, no le gustaba correr, ni mancharse los zapatos con tierra, pero Harry hacía que quisiera ser una persona nueva, le hacía disfrutar de cosas que jamás le habían gustado.
El rizado comenzó a adelantarla, así que puso una mano frente a su pecho y le empujó juguetonamente.
—¡Oye! ¡Eso es trampa, pequeño insolente! —Gritó el rizado, riendo por la travesura del mayor.
Corrió tras él y le sujetó de la cintura, haciendo que ambos cayesen al suelo, dando vueltas uno sobre el otro. Los dos rieron al detenerse, Louis se encontraba sobre el menor mientras él se encontraba con su espalda contra el suelo.
Harry suspiró al ver al ojiazul sobre él, siempre le había parecido el ser más precioso sobre la faz de la tierra y verlo así, en ese momento, con la perfecta mañana de verano, con su preciosa sonrisa y mejillas sonrojadas, hacían que no quisiera alejarse nunca más de él.
—Eres increíble —Susurró el rizado, como si fuese un secreto, solo para ellos dos.
Louis se sonrojó aún más y mordió su labio. Un pensamiento fugaz recorrió su cabeza, ¿y si le besaba? Pensó en que él no era tan valiente como para hacerlo, pero Harry siempre sacaba ese lado oculto dentro de él. Le hacía hacer cosas que jamás hubiese imaginado, así que se acercó a su rostro e hizo rozar sus labios con los de él.
—Lo sé —Susurró, con su típico tono de ególatra.
El rizado rió, pero pronto fue acallado con el dulce beso que recibió. Quien viese esta escena, podría ver cuanto se deseaban el uno al otro. Sus labios parecían encajar perfectamente, como si fueran el uno para el otro.
Sus lenguas danzaban con la otra, haciendo que todo se tornara más intenso, Harry dió vuelta al mayor, haciendo que ahora él estuviera con la espalda en el suelo, y bajó sus besos hacia el cuello del otro. El ojiazul arqueó su cuello, dejando más espacio para que el otro hiciera lo suyo.
Pero, al estirarse, pudo divisar lo que el rizado tanto quería que viera. Louis jamás se levantaba para ver el amanecer, no era lo suyo, así que jamás había presenciado lo hermoso que era un amanecer.
El rizado rió al ver la expresión de fascinación en la cara del ojiazul, se levantó y estiró su mano para él, haciendo que se levantase y ambos se sentaron correctamente para ver como el sol se elevaba.
—Es precioso, Harry.— Comentó sorprendido.
El rizado jamás había sentido algo parecido por alguien, jamás nadie le había hecho sentir en las nubes con solo pronunciar su nombre. —Jamás había traído a alguien aquí —Confesó.
Louis apartó la vista de aquella maravilla de la naturaleza y miró al chico a su lado. De repente, las mejillas de ambos se tornaron rojizas, haciendo que los dos rieran.
—¿Soy el primero al que traes aquí? —Intentó confirmar el ojiazul.
Harry asintió, mientras tomaba la mano del otro. Una sonrisa se escapó de los labios del mayor.
—Aquí vengo cuando hay problemas y me relajó, me alejo del mundo, de las personas, de todo lo que me pueda hacer mal. — Comenzó a explicar el rizado. — Pero hay una persona de la que no me quiero separar ni un segundo, y eres tú.
El ojiazul al escuchar esas hermosas palabras, se abalanzó sobre el otro, terminando nuevamente en el suelo, y le plantó un beso, para luego reposar su cabeza en el pecho del otro.
Era una imagen preciosa, Louis recostado sobre el pecho de Harry, mientras que este acariciaba su cabello lacio.
—¿Por qué aceptaste salir conmigo? —Aquella pregunta se escapó de los labios del rizado.
Louis acomodó su cabeza, viéndole fijamente, mientras apoyaba su barbilla en su pecho.
—¡Tal vez porque eras un pesado y no me dejabas de insistir! —Dijo, fingiendo molestia.
Ambos rieron. El rizado recordó la frase que su padre siempre le dice: "Debes luchar por lo que quieres, hijo", y se sentía tan feliz de haberle hecho caso en ese momento, ya que tenía al chico más precioso del universo entero recostado sobre él.
Louis suspiró después de unos segundos de ver al otro y comenzó a hablar seriamente.
—Además, nunca nadie había insistido tanto por mí, creí que te rendirás al tercer no, como todos, pero tu seguiste intentándolo, no te rendiste y seguiste luchando, nadie hizo eso por mí —Confesó.— Nunca.
Harry acarició el cabello del ojiazul nuevamente y besó su cabeza.
—No entiendo quien no lucharía por ti, eres la persona más preciosa que vi en mi vida, me hubiera resultado inevitable dejarte ir y rendirme.
Louis ocultó su rostro en el cuello del otro, sin dejarle ver la sonrisa de enamorado que tenía en ese momento. Después de unos segundos, besó el cuello del rizado, para luego subir a sus labios y rozarlos. —Entonces, me siento completamente feliz de que no te hayas rendido —Susurró el ojiazul, sobre los labios del otro.
Entonces sus labios se encontraron y Louis nuevamente sintió aquellas mariposas en el estómago que sintió cuando lo vio parado en la puerta de su casa en la primera cita.
Harry era su ancla en la tierra, la razón por la que se mantenía en pie y la persona por la que lucharía contra todos sus miedos.
—Eres increíble —Susurró el rizado.
El ojiazul rió, mientras rozaba sus narices. —Ya me lo habías dicho antes, querido.
Jamás hubiera imaginado sentir algo como eso en su vida.
Sentirse tan enamorado de alguien.
Dos capítulos mas y esta historia se termina. 🍒
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Las siete citas [L.S]
Fanfiction💘 ᴀᴅᴀᴘᴛᴀᴄɪóɴ 💘 🎟[𝐀❜𝐔 𝐋𝐚𝐫𝐫𝐲 𝐒𝐭𝐲𝐥𝐢𝐧𝐬𝐨𝐧]💝 𝐂𝐨𝐦𝐩𝐥𝐞𝐭𝐚✔️ - Dame una oportunidad para que te enamores de mi. - Estas loco de remate. - Una semana para enamorarte, siete citas, y si aun no quieres salir conmigo, dejaré d...