Capítulo 5

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Tiempo de padre e hija


Narra Kara:
Como no había clases iba a pasar el día con mi padre y la demás manada en parte odiaba los domingos por el entrenamiento temprano pero por otro lado lo amaba porque esto era lo que siempre hago junto a mi padre y nadie nos puede interrumpir. Baje a la cocina donde estaba mi padre sentado con el desayuno listo

—Buenos días

—Hola —le di un beso en la mejilla— ¿entrenamos? —asintió— bien —tome asiento a su lado

—¿Como vas con los entrenamientos?

—Mejor —agarre una tostada con mermelada— estoy segura que te voy a ganar —sonreí— por cierto hoy me vas acompañar a tatuarme

—¿Que cosa? Algo que no sea tonto

—No es algo tonto, es el símbolo de la manada —sonreí— quiero tatuarlo

—Entonces si te doy permiso

Al terminar el desayuno fui a mi habitación para arreglarme me puse una ropa deportiva para el entrenamiento de hoy que sería arco y flecha. Al llegar al centro comercial abandonado tuve que dar 25 vueltas al rededor del lugar así mi velocidad podría aumentar y ser más rápida

—Ya fue suficiente Kara —dijo mi padre desde las escaleras— ahora el arco —fui en la dirección que estaban las cosas— ya sabes como es —agarre el arco y unas cuantas flechas tenia que vendar mis ojos— ¿lista? —puse una flecha en el arco tensandola

Como estaba con los ojos vendados tendría que poner en desarrollo mis otros sentidos para mejorar más, hasta el punto poder vencer a mi padre en peleas

—Lista —escuche como lanzó unas cuantas latas a mi derecha solté la flecha escuchando como dio a la lata, saque otra flecha de mi carcaj tensandola

—Ahora de tres —saque otras dos flechas de mi carcaj tensandolas en el arco

Escuche como lanzó dos latas al aire, dispare en dirección a ellas pero falle en un tiro

—¿Por que no tiraste la otra?

—Podrás fallar en el tiro pero tus sentidos están más desarrollados, me sorprendes

—Pero fallé

—Sigue intentándolo

—Mañana pondrás tu plan en marcha

—Funcionará, tendré el tiempo suficiente para ver cada uno de sus recuerdos —tense la flecha disparando detrás de mí espalda— casi

—¡Estas loca! —Aiden me tiro la flecha al suelo

—Agradece que no te di en el pecho —me quite la venda de los ojos

—Sin rodeos —dijo Kali— ¿por qué estamos aquí?

—Como sabes Kali —empezó diciendo mi padre— hace mucho tiempo intentamos tener un tratado de paz con los cazadores

—Idea terrible porque perdiste la vista en el intento —dijo la mujer lobo

—Eso fue en el pasado ahora los sacrificios volvieron y junto a ellos también volvió el druida oscuro

—Tengo un plan para saber quién es el druida, lo que sabemos es que no ha asesinado a toda la ciudad ni personas que se crucen en su camino, esto es personal por esa razón está en Beacon Hills

—¿Lo que significa? —pregunto Ethan

—Significa que viene por alguno de nosotros o la manada de Scott —dije— si no lo detenemos puede matarnos en cuestión de segundos

La Hija de DeucalionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora