La Hija de Deucalion

Capítulo 18

Mates

Narra Kara Hale:
Caminaba por el bosque junto a mi padre

—¿A donde vamos?

—Ya estamos cerca —respondió

La misma respuesta de hace dos horas

—¿No haz hablado con Malia?

—No desde que Peter esta en la casa Eichen

Habían pasado algunas semanas desde que estaba en ese lugar, iba a visitarlo pero la conversación siempre terminaba en lo mismo, discusiones

—He intentado hablar con ella pero siempre termina en gritos, es el orgullo

Quería creer en la idea que Peter podía cambiar, que sólo estaba roto y sólo cometió errores

Me había vuelto cercana a Stiles en todo este tiempo quise hablar con Malia pero al igual que lo anterior también terminábamos en pelea hasta el punto en que ninguna de las dos quería hablar con la otra

Seguí caminando hasta que llegamos a un terreno donde habían muchas personas, estaba la manada de Scott y la manada de Satomi

—¿Que hacemos aquí? —fruncí el co

—Es un entrenamiento entre manadas, no te metas en problemas —advirtió antes de irse con los demás alfas

—Queremos que todos estén de acuerdo y que aprendan a defenderse —dijo un sonriente Stiles

En ese momento me di cuenta que había un aroma diferente a los demás, un aroma el cual siempre me llamaba la atención, era el mismo aroma de antes, hogar y era delicioso

—¿Estas bien? —pregunto el humano

—Iré con Lydia

—Ella está con Malia —dijo Stiles un poco nervioso

—Entonces iré con ambas —camine en dirección donde estaba Malia

—Mala idea -dijo entre murmuros

Malia estaba cruzada de brazos mientras miraba a su alrededor

—No quiero discutir —dijo la mujer coyote

—No vengo a eso, solo quiero hablar

—Entonces no quiero hablar

—¿Por que lo haces tan difícil?

—¿Porque sigues teniendo un voto de confianza en él?

—Confío en él —cruce mis brazos— Malia

—Deja de ser tan terca Kara, no va a funcionar, te lo dije mil veces, él es un monstruo literalmente

—¿Y tú que eras? —le cuestione— hasta hace unos meses comías animales muertos

—¿Y tú que hacías? —levanto un poco la voz— matabas personas y las torturabas solo porque te lo ordenaban

Di un leve suspiro y apreté mis puños tratando de mantener la calma

—Quiero que se lleven bien, solo es eso, es de la familia

—Tú familia —dijo Malia

—Nuestra, porque también eres una Hale

—No quiero que siempre me lo estén recordando Kara —gruñio— no me interesa saber de ellos

—¡Siempre lo evitas Malia! No es tan difícil aceptarlo