La Hija de Deucalion

Capítulo 59

Caminaba a la estación de policía con el sheriff y el pequeño beta.

Nuestro plan sería utilizar la hipnosis bajar los latidos del corazón para que los chicos puedan entrar en trance, todos estuvimos de acuerdo

Preferí ayudar al sheriff y Liam por sí los jinetes aparecían

—¿Que tan desesperados estamos para esto? —preguntó Noah

—Muy desesperados —respondí

—No me agrada este plan —habló Noah

—No digo que tiene que agradarle —respondió Liam— solo digo que podría ayudarnos

—Liam consideraré pedirle ayuda a Theo cuando no tenga una estación de oficiales armados que me den refuerzos

Entramos a la estación de policia encontrando todas las cosas tiradas, las luces fallando y ni un rastro de ningún oficial

—Su único oficial armado es Parrish —le recordé— lastimosamente el señor Douglas lo tiene bajo control así que no tiene ningún otro oficial

Noah recogió un radio tirado en el suelo

—Unidades disponibles soy el sheriff Stilinski ¿me escuchan? —intento cambiar de señal varias, nadie se comunicaba— repito todas las unidades soy el sheriff Stilinski respondan inmediatamente con su ubicación —se escucho la señal entrecortada— todas las unidades

—Se han ido —interrumpió Liam

—Eso no es posible —musito el sheriff— no, no pudieron llevarse a todos

—Somos los siguientes —mire al sheriff

—No lo hicieron —habló Theo

Nos acercamos a la celda donde estaba Theo

—Por favor, por favor dime que tragiste la llave —habló Theo

—También traje mi arma —respondió Noah

—Y tu sentido del humor —habló Theo— es estupendo pero si somos los únicos que quedan en Beacon Hills nos necesitamos

—La última vez que estuviste en un equipo asesinaste a todos los integrantes de tu manada —le recordé

—Una historia irónica ¿no es así? —habló la quimera— ¿no te recuerda a alguien? Deben sacarme de esta celda

—No podemos confiar en ti —habló Liam

—Entonces sean realistas porque la confianza no importa ahora —exclamó la quimera— y tomando en cuenta cuántos son ellos deberían querer todo el apoyo disponible

—Detesto decir que tiene razón pero tiene razón —mencionó el beta

—Detestamos —suspiré

—Si te dejo salir —habló el sheriff— y veo algo que pueda parecerme sospechoso te meteré tantas balas en la cabeza que ni Dios te reconocerá

—Soy ateo puedes disparar —dijo Theo

El sheriff soltó un suspiro sacando la tarjeta de su bolsillo para abrir la celda

—Tendrás que acercarte un poco más —exclamó la quimera— pasalo por el lector vamos por aquí arriba y abajo puedes hacerlo

—Sheriff lo necesitamos —recordó Liam

—Acomodate Liam esto tardará —me sente sobre el escritorio cruzando mis brazos

Theo iba a robarle la tarjeta al sheriff pero él se corrió rápidamente