Capítulo 8

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En lo profundo de la noche... El brillo de la luna se eleva hasta la noche

Alan


Narra Kara:
Pasaron unos cuantos días Aiden y yo hicimos las pases porque estaba enojada por la traición a mi padre, había llegado una familia nueva, el maestro de historia Ken Yukimura con su hija que al parecer estaba en el mismo grado que yo. Hace unos cuantos días tuve un sueño raro de mis padrinos y Derek pero creí que solo eran sueños, con mi padre estuve entrenando mucho en defensa personal a ciegas siempre lo hacíamos para mejorar aún más también me ayuda con algunos hechizos.

Me reencontré con una vieja amiga su nombre Malia Tate ambas solíamos cazar juntas, cuando la vi ella no me reconoció y yo tampoco a ella, recuerdo que ella antes era mi ancla pero supuestamente había muerto en un accidente de tránsito así que tuve que superarlo, Scott McCall también la estaba buscando así que la ayude a escapar de ellos porque al parecer no quería ser encontrada

Ahora me encontraba en el bosque dando un paseo tranquilo después de mi entrenamiento con mi padre le dije que fuera a casa luego iría.

Todo iba normal hasta que escuche un disparó me dirigí en dirección del disparo, cuando llegué note como un cazador iba estaba apuntando con su ballesta a un lobo era solo un niño de unos 11 o 13 años aproximadamente; saqé mis garras y gruñi, el cazador me miró y disparo a mi dirección pero atrape la flecha

—Los cazadores no asesinan a lobos inocentes —mire al niño— es solo un beta —el cazador disparo otra flecha pero la atrape

Sacó una daga se la iba a clavar en el cuello al niño fui más rápida y lo tire contra el suelo, el cazador me metió la daga en la pierna con mi garra le corte la garganta

—¿Como te llamas? —mire al niño que estaba en el suelo— tranquilo no va a revivir —me acerque

—Alan —me miró— Alan

—¿Donde esta tu manada? —pregunté

—Me separe de ella —el color de sus ojos cambió a amarillo— lo siento todavía no lo puedo controlar

—Buscaremos a tu manada luego por ahora no te separes de mi —asintió

—¿Iremos con tu manada?

—Niño —estire mi mano— yo soy la única de la manada —comenzamos a caminar

—¿Entonces solo eres tú y tu alfa? -asentí— ¿quién es tu alfa?

—Deucalion —Alan se puso nervioso— no te hará daño —reí— te quedaras con nosotros y mañana buscaremos tu alfa

—Satomi —lo mire sorprendida— ¿sabes de nosotros? —asentí

—Es uno de los alfas más viejos en Beacon Hills su mantra "hay tres cosas que no se pueden ocultar: el sol la luna y la verdad"

—¿Como sabes eso?

—Digamos que también es un mantra que utilizó pero ya lo controlo con mi ancla

—¿Ancla? —frunció el ceño

—Se nota que apenas sabes del tema —lo miré— solo tienes a tu manada ¿cierto? —bajo la mirada— reconocen a la manada de Satomi por sus buenas acciones —me miró atento— ella ayuda a los lobos que no se saben defender... ¿Sabes donde se encuentra tu manada? —negó— esto será complicado —escuche un ruido — espera

—No escuche nada —murmuró

—Yo si —mire a todos lados cuando apareció un cazador escuche como alguien disparo rápidamente hice un escudo poniendo a Alan detrás de mi para protegerlo

La Hija de DeucalionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora