2. Perdida

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Sintió una mano cálida en la suya, acariciando sus nudillos, mientras repetía unas palabras una y otra vez. Reconoció que estaba rezando.

Abrió los ojos poco a poco, un dolor invadiendo su cabeza al primer contacto de los rayos del sol. Jadeó adolorido, viendo a la mujer que le dió la vida con un objeto raro en la mano, conteniendo las ganas de llorar, lo que lo hizo estremecer.

"Mamá" le llamó con voz ronca.

La mujer se levantó de golpe, las lágrimas que tenía contenidas saliendo por montones al verlo.

"Mi Kook", sollozó la mujer, acercándose y llorando desconsolada en las piernas del otro, "estás despierto".

El menor frunció el ceño, no recordaba nada y no sabía en dónde se encontraba.

"¿Dónde estoy", preguntó, la garganta ardiendole cuando habló.

"Estás en el hospital, no hables, espera a que venga el médico", le dijo su progenitora, levantándose y desapareciendo de la habitación en un segundo.

¿Que hacía en el hospital..?

Tosió, el jadeó de sorpresa quedando estancado en su garganta seca. Unas lágrimas se acumularon en sus ojos, viendo sus brazos vendados y sintiéndose estúpido, porque a pesar de todo creyó fielmente que todo había sido un sueño, pero todo había sido real. Las lágrimas se deslizaron por sus ojos, sintiendo su pecho doler por no querer soltar los sollozos que estaba conteniendo. Pronto escuchó la puerta ser abierta y pasos de lo que creía eran 4 personas.

"Jungkookssi, ¿Cómo te sientes?" La voz del doctor que muy bien conocía llenó el silencio del lugar.

"Quiero agua", fue lo único que pudo decir, viendo a su madre correr hacia su lado, sirviendo lo que pidió y tratando de dárselo sin moverlo demasiado.

"Jungkook", la dura voz de su padre lo llamó, sus ojos fríos mirándolo con rencor, y él solo quiso huir. "¿En qué rayos pensabas cuando hiciste..?".

"Señor Jeon", le llamó el doctor con dura voz, no importándole ser menor y sonar irrespetuoso. "No es el momento para reclamarle a su hijo, necesito saber si está bien nada más. Si va a estar así prefiero que se retire y me deje hacer mi trabajo".

Con miedo observó a su padre, viéndole tensar la mandíbula y dándole una rápida mirada, retirándose del lugar con enojo.

"Mi amor, ¿Cómo estás?, Estaba muy preocupada por ti", sollozó su mamá nuevamente, luego de que su marido saliera.

"Estoy bien, solo quiero estar solo", casi suplicó.

Joder, ¿Por qué no se murió?

"Señora, déjeme sola con él". Pidió con amabilidad el amigo de la familia.

"Yoongi-ssi, no tienes que ser tan formal", rió con suavidad la mujer, asintiendo y dejandolos solos de inmediato.

El miedo lo invadió... El miedo a ser juzgado pesando tanto que no pudo contener el llanto. Yoongi lo observó con confusión, mordiendo su labio y tratando de que su modo "doctor" no interfiera con ser suave al tratar de hablar con el chico que se veía tan frágil frente a él. Se sentó a su lado, sus manos dudando un momento antes de que acariciaran el cabello algo sucio del menor, queriendo abrazarlo porque sabía que si Jungkook lloraba frente a alguien, ese problema o sentimiento que tenía era muy fuerte y no podía más.

"Jungkookie", lo llamó, sus dedos ahora acariciando sus mejillas. "Pequeño, ¿Que pasa?"

Jungkook gimió de dolor, sus manos yendo a su pecho cuando sintió que no podría más, que esos sentimientos lo estaban acabando.

Serendipity (Taekook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora