Serendipity (Taekook)

11. Cita

Jungkook jadeó adolorido. Sintió que el aire abandonaba sus pulmones y se retorció en el suelo.

"Kook" dijo Taehyung tras él, tomándolo con delicadeza de la cadera. Gimiendo al sentir sus manos apretando ese lugar.

"Mierda Tae" se quejó "me dolió la espalda".

Taehyung se carcajeó no pudiendo evitarlo, verlo en esa situación era gracioso.

"Lo lamento, me emocioné demasiado y no medí mi fuerza" dijo avergonzado y jadeante.

Jungkook se mordió el labio mientras estiraba sus pies. Estaba sudado, y cansado luego de la patada que el mayor le dió. Estaban practicando karate durante un sábado por la tarde, luego de que el de cabello castaño prácticamente lo arrastrara a ese lugar.

"Me sacaste el aire" puchereó, sus huesos tronando ante el movimiento.

"Mi culpa" se rió "es que hace mucho no lo practicaba y cuando ví que podías soportarlo me pasé de la raya".

Jungkook lo observó con los ojos entre cerrados, terminando de tronar sus huesos y suspirando en alivio. Era divertido hacer un deporte y más con alguien con cinturón negro.

"Gracias por las clases" sonrió luego de ver el puchero de Tae. "Estaré bien, no te preocupes".

"Te llevaré a mi casa y te pondré hielo en la espalda, ¿Te parece?" Dijo con preocupación.

El otro negó, tenía miedo de encontrarse con... Ella.

"No es necesario, iré a casa ya".

"No hay nadie en mi casa, Yeonjun y ella se fueron de paseo con sus abuelos" parecía que Taehyung le leía la mente, porque lo dijo para tranquilizarlo.

"Si es así, claro".

Las cosas habían mejorado desde que hablaron y quedaron como "amigos". Se habían visto más seguido, convivido y habían descubierto muchas cosas sobre el otro, como que ambos se llevaban bien y era como si se complementaran de una extraña manera. Era aterrador.

"Me encanta tu auto" dijo después de bajar, el apartamento de Taehyung quedando en un gran edificio en el centro de la cuidad.

El otro sonrió tímido, saludando al portero y guiándolo al ascensor para subir al sexto piso. Cuando llegaron, Jungkook casi bota la mandíbula, no recordaba haber ojeado bien ese lugar -a causa de los nervios- porque se veía de lejos lo caro que era y que el mayor viviera ahí era demasiado... Suponía debía ganar bastante, bastante bien para mantener ese departamento.

"Pasa, no seas tímido" sonrió cuadrado.

Jungkook sintió los nervios volver a invadirlo, podía sentir su corazón latir con fuerza cuando vio el sillón en el medio de la sala, un escalofrío le recorrió el cuerpo al recordar lo que pasó esa vez. Era un sentimiento agridulce.

"¿Qué quieres comer?" Preguntó mirándolo a los ojos.

"No lo sé, tal vez un ramen está bien" se encogió de hombros. "Tu casa es hermosa".

"Primero, no comeremos ramen, segundo gracias, siéntete como en casa". Taehyung se quitó la chaqueta color beige que usaba. Jungkook en el poco tiempo que llevaba de convivir con él, podía notar lo mucho que le gustaba combinar la ropa y que su color favorito eran los cafés.

Taehyung era demasiado elegante, no entendía como era que a pesar de destilar tanto poder, no era para nada egocéntrico o como esos típicos hombres con dinero. Era más bien amable y alegre.

"Me encanta el olor a lavanda, me recuerda a un campo que visité cuando aún estaba soltero" se rió al decir lo último.

"¿Hace cuánto tiempo estas casado?" Inquirió curioso, ojeando las fotos de Yeonjun cuando era más chiquito.