8. Cena II

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Una pesadilla lo despertó, abrió los ojos de a poco y vio negro. El lugar en dónde se encontraba siendo desconocido para él.

Buscó a ciegas algo que iluminara aquella silenciosa oscuridad, sus manos pronto encontrando el interruptor de la pequeña lámpara. Se restregó los ojos tratando de acostumbrarse a la poca luz, el lugar en dónde dormía siendo una habitación grande y espaciosa.

Se trató de levantar pero un pequeño mareo lo hizo tambalear.

"¿En dónde estoy?" Susurró a la nada con voz ronca. Observó el vaso con agua y una pastilla en la mesa de noche, que de seguro Taehyung le había dejado ahí.

Después de tomarla, inspeccionó el cuarto, parecía ser uno de huéspedes, porque no había más que libros y alguna que otra maleta ocupándolo. Eran las 12:00 AM, jadeó sorprendido casi ahogándose por el brusco accionar.

Salió asustado del cuarto, buscando a oscuras a Taehyung. El pasillo guiándolo a la sala.

"Está lloviendo y son las 12:00 AM", la voz en la radio dijo.

Jungkook abrió los ojos, Taehyung estaba sentando en el sillón, leyendo mientras una vieja radio le hacía compañía. Se escondió apenas, no pudiendo evitar observarlo fijamente.

Sus bellas pestañas hacían sombra con la pobre luz que las iluminaba, se veía inmerso en la lectura y tranquilo. Era muy atractivo. Hermoso.

"Tae", un trueno impidió que fuera escuchado, estaba lloviendo fuerte.

"La noche es joven y los que nos están escuchando lo saben" volvió a decir el locutor, "en esta noche lluviosa, no olvides leer un buen libro".

Volteó la siguiente página, riendo apenas por algo que leyó. Jungkook tragó.

Me gustas.

"Hyung" susurró llamando la atención del mayor.

"Estás despierto" parpadeó, "vuelve a la cama, debes estar cansado".

"No puedo, debo irme a casa". Explicó preocupado.

"Es demasiado tarde, mañana le explico a tus padres lo que pasó".

"¡No!" Exclamó fuerte, asustando a Taehyung por el repentino grito. "Es decir, vamos por favor".

"¿Qué pasa pequeño?" Frunció el ceño, extendiendo sus manos hacia el menor.

Jungkook quiso llorar, aceptando los cálidos dedos que hacían contraste con los suyos, que estaban fríos. Se acercó demasiado, bajando la cabeza para conectar ambas miradas. El hermoso hombre sonriéndole chiquito para tranquilizarlo.

"Duerme conmigo".

Y ambos se sonrojaron, carraspeando por qué se malinterpretó lo que dijo.

"Quiero decir, duerme en el cuarto de invitados y mañana a primera hora te dejo en tu casa" prometió viendo la inseguridad en esos ojos "Solo no quiero que te pase nada malo".

Jungkook se rió chiquito, sus ojos achicándose y las mejillas de un tono rojizo que lo hicieron ver aún más hermoso.

"Bebé" le llamó Taehyung, sus manos separándose solo para aterrizar en las mejillas ajenas. "Eres realmente hermoso".

Jungkook tragó duro, sus ojos desviándose a los labios suaves y rosados de quién era su hyung. Se mordió la lengua, estaba empezando a delirar.

"Jungkook", susurró Taehyung nuevamente, atrayéndolo y sentándolo en su regazo. "Me gusta demasiado tu cabello largo" dijo avergonzado.

"A mí también me gusta, papá insiste en que me lo corte pero es lindo así", comentó mientras unían nuevamente sus manos.

"Me gusta tu lunar bajo el labio, es muy hermoso"

"¿Por qué tantos elogios?" Alzó la ceja confundido.

"Es que la noche me vuelve sincero"

"Lo que pasa es que eres un bobo" negó mientras se reía. "Vamos a descansar entonces".

Un fuerte trueno lo anunció.

El silencio que siguió solo hizo que lo observara. Los ojos negros de quién lo hipnotizaba haciendo efecto.

"Voy a besarte". Susurró tan bajo que por poco no se le escucha.

Y no hubo peros ni nos por respuesta.

Solo un dulce y anhelado beso que ambos disfrutaron.

Tan corto que pareció una estrella fugaz.

Tan dulce que les recordó a su postre favorito.

Y tan sincero que calentó ambos corazones.

"Son las 12:15 minutos en esta madrugada lluviosa, no olvide besar a su pareja si está a su lado y si está solo como yo, tome una buena tasa de té que le acompañará si es un amante de la noche".

"Llevéme a mi casa" pidió bajito. "Por favor".

"Jungkook".

"No diga nada, solo llevéme a mi casa".

Y aunque fuera tarde, Kim Taehyung lo llevó, con la fuerte lluvia casi impidiendo que avanzaran. Al estar casi a una cuadra pidiendo que se detuviera.

"Nos vemos luego" se despidió el menor, quitándose el cinturón de seguridad.

"No salgas así, te mojarás, deja que te lleve". Le pidió preocupado, el mal clima poniéndose en su contra.

"No es necesario, solo tengo que irme, gracias por la cena".

Y aunque la lluvia le empapó la ropa, corrió a toda velocidad, sacando las llaves de sus bolsillos, temblando por el frío y por aquella emoción que permanecía como un tatuaje en su piel.

"Jungkook", la dura voz de su padre lo detuvo una vez entró. "¿En dónde estabas?"

"Le pedí permiso a mi mamá" susurró, las ganas de ir a su cuarto a llorar siendo más intensas.

"Pregunté una cosa diferente". Su dura voz le hizo temblar.

"Con un amigo".

"¿Estás seguro? O andabas revolcándote con cualquiera por ahí".

"Fui invitado a una cena, me sentí mal y por eso vine hasta ahora, por favor déjame descansar" y antes de que pudiera dar un paso más, unas fuertes manos lo detuvieron, lo que pasó viéndolo como en cámara lenta.

Una fuerte bofetada, una que lo dejó mudo.

"No terminé de hablar".

Y Jungkook solo deseó poder estar con ese hombre que lo hacía sentir seguro.

Serendipity (Taekook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora