Serendipity (Taekook)

6. Terapia

Jungkook llegaba 10 minutos antes, como cada sábado desde que estuvo en el hospital. Se quedaba pensando en todo y nada a la vez mientras trataba de huir de aquel lugar. Suspiró con cansancio cuando su alarma sonó, y juntando el poco valor que poseía se adentró a las instalaciones de aquel enorme y hogareño lugar, decidiendo tomar la sesión.

"Buenas tardes Jungkook-ssi", sonrió la hermosa asistente, tecleando algo en el computador y girando a verlo con sus enormes ojos. "No tardará en llamarte, toma asiento mientras tanto". Le indicó Chaeyoung.

Hizo una pequeña reverencia, sus manos temblando ligeramente mientras apretaba la mochila donde llevaba sus cosas. Se preguntaba internamente, muchas veces ¿Por qué seguía viniendo? Si se supone las terapias no avanzaban ya que le costaba abrirse a los demás -y más con un desconocido- no entendía porque no simplemente le mentía a su madre y se iba a pasear a algún lugar hasta que la hora terminara.

“¡Tu puedes Kook!”

Era la voz de Jimin en su cabeza lo que lo hacía cambiar de parecer, como cada sábado. Sabía que tenía que dar de su parte para por fin librarse de esa carga tan pesada que llevaba, pero simplemente no podía. O eso era lo que él creía. Sus piernas empezaron a moverse con ansia, si bien faltaban 3 minutos para la hora, eso le hacía sentirse tentando a caminar a la salida y volver al parque donde unos niños jugaban a saltar la cuerda, y unirse a ellos.

"Jungkook-ssi", escuchó que le llamaban, sus ojos se abrieron en grande, nervioso de escuchar esa voz tan suave con la que siempre el hombre le trataba. "Puedes venir".

Se levantó apurado, arreglando su ropa por puro nerviosismo, su nariz pronto aspiró el olor característico del consultorio del señor Jung, vainilla, dulces y Flores. Se preguntaba muchas veces como era que podía retener tan bien el olor, y como era que el señor Jung parecía tan animado como siempre.

"Me alegro de que estés aquí", le sonrió con emoción, "dime Jungkook-ssi, ¿qué ha pasado en tu semana?"

Tragó. Lo único interesante en esa semana había sido conocer a aquel hombre hermoso -y casado- padre de su pequeño amigo Yeonjun. Si bien le daba vergüenza admitir que había adquirido un crush con el hombre mayor, le preocupaba que sus sentimientos se volvieran más fuertes, pues el primer paso del enamoramiento (según Jungkook) era no dejar de pensar en esa sonrisa cuadrada.

"La verdad nada interesante", mintió, porque sí, estaba aterrado de materializar esos sentimientos que no había terminado de aceptar y procesar.

"¿Cómo vas en el trabajo?", Decidió preguntar ahora, sus ojos café observándolo con curiosidad y atención.

"Muy... Uh bien".

El silencio que le siguió fue interrumpido por la corta risa que el señor Jung emitió.

"Jungkook", le llamó con algo de seriedad, "soy tu psicólogo, puedes hablar de lo que quieras conmigo, del pasado, del presente o del futuro".

Y él lo sabía, era más que todo... ¿Miedo? ¿Inseguridad? no lo sabia pero el Jimin en su cabeza le decía que debía cooperar.

"Conocí a alguien", se sonrojó con fuerza ante el recuerdo de esas grandes manos acariciando las suyas, "es un buen sujeto".

"¿Es tu amigo?"

"Supongo que si, o sea, es padre de uno de los chicos donde trabajo", se encogió de hombros.

El mayor le observó con detenimiento, era como si lo estuviera analizando y eso le asustaba, tenía miedo de que pudiera leer su mente y darse cuenta de que... Negó, estaba entrando en pánico.