Capítulo 9

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Capítulo 9

El médico maniobró, trató, movió continuamente varios segundos el aparato especial sobre el vientre de Macarena...

Dr.: lo siento... Está de espaldas... Y tal parece que no quiere mostrarse...

Eugenio rió en medio de su emoción.

Eu: no hay problema... Si no quiere, será para la próxima vez...

Dr.: es muy posible...

Ma: pero... ¿está bien...? ¿Nuestro bebé está sano...?

Dr.: todo indica que sí... Su corazón late a un ritmo normal... Pero vamos a seguir ciertos cuidados y una buena alimentación, ¿de acuerdo?

Eu: claro que sí... (Adelantándose a su mujer)

Ma: haré todo lo que me diga, doctor...

Dr.: no se preocupen, sé que hay cierto... ...Misticismo sobre ser padres cerca de los 40, pero ha pasado antes... Y seguirá sucediendo... No son los primeros ni serán los últimos...

Eu: nos quedamos más tranquilos, doctor... Muchas gracias...

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Salieron de la clínica muy contentos, parecían ir sobre una nube en el camino al auto.

Ma: hay momentos en los que no me lo creo, ¿sabías...?

Eu: a mí me pasa igual... Creí que no volvería a ser padre... Y mira no más la sorpresa tan hermosa que viene en camino...

Ma: sí...

Eu: ¿te sientes más tranquila con lo que dijo el médico...?

Ma: la verdad es que sí... De todas formas, me cuidaré mucho... Te lo prometo...

Eu: no es necesario, sé que lo harás bien, mi amor...

Ma: Eugenio... Viajaremos con Paloma a Nueva York, ¿no es así...?

Eu: si es lo que deseas, sí...

Ma: estaré más tranquila si la dejamos instalada...

Eu: así será entonces...

Ma: podremos viajar con Paloma esta vez, pero a medida que pase el tiempo, no podré ir a visitarla...

Eu: ella puede venir... No te agobies con eso, ¿eh...?

Ma: sí mi vida...

Eu: ¿quieres que pasemos por un café...? ¿Un té...?

Ma: claro que sí... Podemos platicar un rato antes de ir a trabajar...

Eu: con mucho gusto...

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Macarena esperaba a que Eugenio llegara aquella noche. Estaba sola pues Paloma había salido... Deseaba tanto el nacimiento de su bebé para no sentirse tan sola...

Eu: buenas noches...

Ma: ¡Mi amor!

Eu: mi vida...

La besó y ella le devolvió el beso, abrazándolo además.

Ma: qué bueno que llegaste... Paloma salió con sus amigas y...

Eu: ¿y...? (Con una sonrisa divertida)

Ma: y me sentía... No sé... Sola...

Eu: ya estoy aquí... ¿qué te apetece hacer...?

CRUZADOS IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora